Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Las lecciones de Manuel

*Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aun no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad. Albert Camus.

El golpe ha sido duro, vamos a tener muchas pérdidas de hermanos y hermanas, daños familiares, sociales y económicos, pero también muchas cosas positivas, la naturaleza es sabia, aprendamos la lección, depende de nosotros sacar del golpe virtud.
¿Qué fue lo que pasó? Que la naturaleza envió una intensa lluvia y alguien responsable de prever las condiciones climatológicas y de alertar a la población dejó de hacer su trabajo, o simplemente se vio sorprendido por la magnitud, no hubo una sola voz previendo la magnitud de lo que se dejó venir, las crecientes de los afluentes pluviales en todo Guerrero. Primera lección.
Esa prevención activada a través de un sistema de asociación entre sociedad y gobierno que accionara los protocolos de los consejos municipales de protección civil en los que esté presente la ciudadanía como protagonista principal, no funcionaron; su existencia es simulación y mero trámite. Segunda lección.
Los asentamientos humanos en los cauces de ríos y barrancas alentados por pseudolíderes perversos y permitidos por políticos iguales, para obtener dinero y?votos sin hacer cumplir la ley en la materia, que juraron cumplir, y que prohíbe que la gente “viva” en zonas de alto riesgo, que hacen de ella letra muerta e inundación de miles de viviendas y pérdida de vidas por no aplicarse. El incumplimiento y falta de aplicación de la ley es la tercera lección.
La respuesta que nos debe llamar la atención siempre es la de la sociedad, que aún y con sus limitaciones y muchos problemas, siempre es atenta y solidaria, como lo fue hace 28 años con el sismo de la capital de México. No sólo se trata de acciones de impacto, entrega de despensas y discursos políticos, donde nos demos cuenta que ya se están “tomando cartas en el asunto”. No se activó un plan preconcebido, estructurado, en el que se sumen los esfuerzos de los tres niveles de gobierno, y los de la sociedad, en el que se vieran claramente las tareas y los responsables y entender que la problemática esta en todo el estado, y no sólo en lo mediáticamente cubierto; cuarta lección.
Crisis es amenaza o cambio, elijamos el cambio, veamos esta crisis no como una amenaza, sino como una oportunidad para cambiar las cosas, todo depende de que aprendamos, todos, la lección: que haya sistemas de alertamiento serios, que los consejos de protección civil no sean simulaciones, cumplir y hacer valer la ley de asentamientos humanos, que haya respuestas no burocráticas y discursivas sino con verdaderos planes de manejo de crisis y organizar verdaderamente la articulación de la sociedad y gobierno en momentos de crisis.
Que éstas no sean críticas molestas sino llamados para ser una mejor sociedad, mejores ciudadanos; la naturaleza es sabia, da lecciones, quiere que cambiemos, aprendamos, vivamos en la amenaza permanente o en alerta máxima.
Una vez más la sociedad entera se pone del lado de la misma sociedad y entrega no solo apoyo, sino solidaridad; es momento para que la coordinación entre autoridades sea ejemplar, y que nadie trate de llevar agua a su molino, no con el dolor y la necesidad.
En verdad es de esperar que la sociedad sea la que dé la guía, y más aún, que sea la misma sociedad la que con el apoyo del gobierno salga adelante de esta terrible situación de la naturaleza.

Vuela vuela palomita y ve y dile: a todas mis paisanas y paisanos que no nos achicolapemos, vamos a salir adelante, es cosa nomás de aprender la lección y querer hacer las cosas de manera diferente.

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