Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Tardan vecinos de comunidades tres días para abrir el camino entre Xaltianguis y Kilómetro 39

*Policías comunitarios y habitantes de los poblados se unieron para que los vehículos transiten parcialmente sobre la destrozada carretera federal. En la única vía para comprar alimentos se observaron ayer 40 derrumbes. El puente sobre el río Papagayo está destruido

Karla Galarce Sosa

Unos 40 derrumbes que bloquearon el camino, así como cortes a mitad de la carretera federal México-Acapulco en el tramo a partir del poblado de Xaltianguis, hasta el destruido puente del río Papagayo, impiden la salida y entrada de la zona rural del puerto que quedó completamente incomunicada durante cinco días.
Hasta el viernes pasado volvió la señal de telefonía celular y los vecinos de esa área lograron comunicarse con sus familiares.
El camino, que fue parcialmente abierto con la participación de la policía ciudadana de Xaltianguis y los habitantes de Xolapa, se detiene por completo en el puente del río Papagayo, que fue arrancado con la fuerza del agua. Sólo quedaron los altos pilares y arcos que lo sostuvieron.
Los habitantes de los diferentes poblados, comenzaron a limpiar las carreteras de tierra y algunas rocas desde Paso Texca hasta el Kilómetro 39, y gracias a eso, es que ayer entraron máquinas que comenzaron a reconstruir el tramo de la carretera, donde el agua se la llevó y socavó el cerro hasta impedir el paso a pie.
En el poblado Lomas de San Juan, los habitantes reclamaron la intervención tardía de las autoridades para el restablecimiento de la única vialidad que los comunica con Acapulco. También reclamaron la falta de comida que para estos días es prácticamente incosteable para muchos. “Con palas, con cubetas, como pudimos quitamos la tierra de los carriles para que pudieran llegar los carros”, comentó una vecina del lugar.
En el Kilómetro Treinta, comentaron que lograron rellenar la carretera con tierra porque los propios habitantes del lugar se organizaron y consiguieron gratuitamente, máquinas retroexcavadoras y carros de volteo para rellenar el pedazo de carretera que se llevó el agua frente al Kilómetro 22.
Las polvaredas hasta llegar al Kilómetro Treinta, son altas y las provocan los mismos vehículos que transitan la carretera. Los colectivos mantienen sus tarifas de 10, 13 y 15 pesos, a pesar de que tuvieron que trasladarse a pie para comprar la gasolina.
Los vehículos, tanto públicos como privados, llegan hasta el Kilómetro 39 de Acapulco, donde la gente atraviesa caminando un enorme boquete para transbordar a otro colectivo y llegar a Xaltianguis. Cientos de personas llevan en cajas, arpillas, en burro o en sus manos, garrafas con combustible y, principalmente comida.
El camino de Acapulco hasta el Kilómetro 39 es transitable en coche. Sin embargo, después de Xaltianguis al puente del río Papagayo, aún existen enormes deslaves y hundimientos en la cubierta asfáltica.
Se pudo observar que existen deslaves de cerros que fueron cortados con las crecidas de los arroyos, deslizamiento de rocas que bloquean de manera parcial la carretera, así como hundimientos que se pueden apreciar de día, gracias a que fueron colocada rocas a su alrededor.
En el tramo del Playón al Paraje de la Zorra, la carretera sólo cuenta con un carril. Otro tramo crítico por donde transitan los vehículos fue derrumbado por el agua y otra parte fue socavada; debido a ello, los carros son conducidos lo más pegado posible a los cerros.
Para abrir el camino y llegar de Xaltianguis al Kilómetro 39, informó el ex comandante de la policía ciudadana, Miguel Ángel Jiménez Blanco, tardaron tres días. Lograron despejar de manera parcial la carretera y quitaron la tierra de sólo un carril, sólo para permitir el paso de un vehículo, además que existe una enorme cantidad de rocas, para cuya remoción se necesita maquinaria pesada.
Policías comunitarios de Xaltianquis y habitantes de otros poblados se unieron para que los vehículos transiten sobre la carretera, debido a que es la única vía para comprar alimentos.
Para restablecer el paso de habitantes que buscan adquirir su mercancía en Tierra Colorada, informó el comisario de Xolapa, Emiliano Zapata Morales, pidieron la colaboración de los habitantes de ese lugar.
Para cruzar el puente del río Papagayo, colocaron postes de teléfono que el agua derrumbó y cortaron troncos para usarlos como camino provisional. Ayer lograron atravesar el puente del río Papagayo cientos de personas que llevaban alimentos y gasolina que trajeron de Tierra Colorada.
Los habitantes que participan en el retiro de tierra, dijeron que si el gobierno federal no puede enviar a sus empleados parar la carretera, ellos lo harán, aunque reclamaron falta de voluntad para retirar la tierra que pudiera ser removida más rápido con máquinas.
Consideraron que las autoridades tardarán años para volver a utilizar el puente del río, cuya creciente rebasó la altura de esa construcción y arrasó casas que estaban asentadas en su orilla.

468 ad