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“Ya no tenemos pueblo”; “me siento partido”, dicen en terapia damnificados de La Pintada

*Al albergue de Acapulco llegan más vecinos que estaban en otras comunidades. Van sacerdotes del Seminario del Buen Pastor y el gobierno lleva a la conductora Laura Bozzo de Televisa

Mariana Labastida

Estudiantes y sacerdotes del seminario del Buen Pastor ofrecieron una misa y grupos de apoyo a los pobladores de La Pintada que se encuentran en el albergue del polideportivo Cici de Renacimiento, a donde siguen llegando pobladores que estaban en otras comunidades y que tienen familiares ahí.
“Se siente feo, ya no tenemos pueblo” dijo uno de los hombres en un grupo de terapia que estaba a un lado de las canchas al aire libre, los hombres de la comunidad de La Pintada se sienten desarraigados luego de que los trasladaron a Acapulco tras el deslave que sepultó la mitad de las viviendas y a muchos de sus ocupantes.
Juana Castillo Marques rompe en llanto en cuanto ve a su pequeño Irvin Iván de once años, ella caminó tres días desde la comunidad de Linda Vista donde estaba trabajando en el campo, es un poblado alejado de La Pintada donde se quedaron sus tres hijos, su padre y hermano, al enterarse del derrumbe buscó comunicarse, le dijeron que su casa había quedado sepultada y perdió la esperanza de encontrar a alguien con vida, hasta que le comunicaron que su hijo menor se había salvado y estaba en un albergue en Acapulco.
La madre –que llegó con la conductora del talk show de Televisa Laura Bozzo, que antes ha sido invitada a giras del gobernador del estado– se queja a un lado de Juana quien abraza a su hijo que llora sobre su pecho, imagen que se graba; los vecinos se acercan unos por la alegría y para saludar a Juana otros ante la curiosidad que genera la presencia de la señorita Laura.
Irvin Iván estaba como otros pobladores en la plaza de La Pintada donde el comisario ofreció  pozole como parte de los festejos del Día de la Independencia, corrió igual que los otros habitantes cuando escucharon el tronido y vieron cómo se venía abajo el cerro.
La tragedia fue revivida una y otra vez por los pobladores en los diferentes grupos de apoyo que organizaron los 41 estudiantes del seminario mayor y menor del Buen Pastor después de la celebración de misa a las 7 de la mañana, “donde estábamos sacando a la muchacha me daba miedo porque la señora que estaba aun lado estaba muerta”, recuerda uno de los jóvenes en referencia a Nancy que fue rescatada con vida del deslave pero su tía murió cerca de ella.
Los hombres, mujeres y niños hablaron de lo que les ocurrió el lunes, “pensé que me había quitado a mi familia porque agarró bien la casa” dice otro de los hombres que estaba cerca de la comunidad trabajando y que se dio cuenta de que su casa estaba sepultada por completo. Perdió la esperanza de encontrar a su familia con vida, luego supo que estaban bien en otra casa.
“Muchos vimos cuando se venía el cerro” comentó uno, “yo perdí a mi papá estaba borracho en la caseta” dice otro quien no quiere hablar mucho del tema, “me siento partido, siento que no soy” dice otro, que es secundado por su primo quien explica que es porque no están acostumbrados a estar fuera de su comunidad y sin hacer nada.
En el grupo se dice que saben que los reubicaran “pero yo creo que ya no se va a llamar La Pintada” nombre de la comunidad por una piedra  con dibujos que se encuentra o encontraba en el cerro, por el lado del deslave, por lo que creen que donde se asienten nuevamente tendrá otro nombre.
Los seminaristas realizaron actividades con los niños, repartieron rosarios e imágenes de diferentes santos y la virgen maría como una manera de dar consuelo y reconfortar a quienes desde el miércoles están en Acapulco padeciendo del calor al que no están acostumbrados.
Los sacerdotes regresarán hoy con una celebración dominical, para todos los que están en el albergue.

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