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Ciudadanos abren comunicación con Cantón y Villa Nicolás, sobre el Balsas en Ajuchitlán

*Construyen dos escaleras de madera en cada uno de los lados, aunque pretendían cobrar por el paso. En San Miguel, vecinos ponen a funcionar una lancha que pasó todo el día víveres

Gregorio Urieta

Tlapehuala

La comunicación con Villa Nicolás Bravo y El Cantón finalmente fue restablecida utilizando los dos terraplenes que quedaron del puente que se ubicaba en esa parte del río –y que en parte fue derribado–, quedando útil sólo una parte del lado de Cantón de Guerrero, que es precisamente por donde pasa en estos momentos la corriente del Balsas.
Comenzada inicialmente como un negocio particular por dos familias que pretendieron lucrar con la necesidad de los dos pueblos aislados de Ajuchitlán, la construcción de dos escaleras, una en cada terraplén de cada lado del río, ha servido para que actualmente se canalicen despensas, gasolina, ropa y medicinas a quienes permanecieron por más tiempo incomunicados completamente, hasta ahora.
También, durante la tarde de ayer el director de un periódico local contrató los servicios de una retroexcavadora para que retirara el abundante lodo y escombro que impedía pasar por la calle que comunica a donde se ubicaba el puente.
Por su parte, el ayuntamiento envió camiones de volteo para ayudar a retirar el lodo y de esa forma se comenzó a crear el acceso hacia El Cantón de Guerrero y Villa Nicolás Bravo.
Al mismo tiempo se comenzó la limpieza de la escuela Vicente Guerrero, que quedara totalmente inundada y llena de lodo, y se derribara su barda.
Hasta ese lugar comenzaron a llegar caravanas de camionetas de familiares de los colonos de Villa Nicolás y  Cantón de Guerrero que radican en Chilpancingo Y Morelia, principalmente estudiantes que llegaron con casi una tonelada de alimentos.
La cabecera municipal es abastecida desde el embarcadero de San Cristóbal, y Corral falso se abastece desde el embarcadero de esa población por el lado de Tlapehuala.
En San Miguel Totolapan la Iglesia Adventista del Séptimo Día, con sede en la ciudad de Toluca, estado de México, hizo llegar una lancha de fibra de vidrio que estará allí por toda una semana, que tuvo que ser transportada en brazos por veinte personas por más de 300 metros hasta botarse en la corriente, y de inmediato comenzó el traslado de víveres a la cabecera municipal para ser entregados directamente a los familiares.
Hasta ese lugar llegaron contingentes de ciudadanos de Cutzamala, que llevaron comida recién hecha, agua y dos lanchas, solo que a una se le rompió la veleta y tuvo que regresar. También llegaron por el río dos lanchas de la empresa constructora Cortez Palma (Copal), cuyo dueño es también el presidente de bomberos de Altamirano.
San Miguel Totolapan ha sido permanentemente apoyado por vecinos de Arcelia, por la parroquia del lugar y otros que tienen familiares en ese lugar.
Allí, la Comisión federal de Electricidad ya está trabajando para reinstalar la luz, bajo la gestión directa del empresario Rafael Avellaneda y los diputados Catalino Duarte y Nicanor Adame.

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