Continúan aisladas varias comunidades en la Costa Chica; se cae una casa más en Marquelia

Misael Damián

Marquelia

Varias comunidades de los municipios de Costa Chica siguen incomunicadas, pues hay carreteras destrozadas, árboles caídos en los caminos y otras más porque todavía se encuentran inundadas.
En esta cabecera, los damnificados cuentan lo que vivieron en la madrugada del sábado cerca de la 1 de la mañana, cuando se desbordó el río, provocando que las aguas entraran en sus hogares ocasionando múltiples daños.
En este municipio hay alrededor de 3 mil damnificados, 2 mil de éstos, entre niños y adultos mayores, se encuentran en la primaria Plan de Ayutla, donde se les da de comer; aquí en charlas comentan lo que sufrieron cuando el agua les cayó de sorpresa a sus hogares, “primero hubo un ruidito, y cuando nos dimos cuenta ya estaba entrando el agua en toda la colonia”, dijo Laura Juárez, quien luego de salvar a sus cinco hijos, alertó a sus vecinos para que también se pusieran a salvo.
A pesar de que perdió todos sus animales domésticos, como pollos, marranos y demás aparatos electrónicos de primera necesidad, no se le ve muy triste, pues “hay otros que perdieron hasta sus casas”, comentó.
Santos Herrera Ramírez, otro de los damnificados que vive en el albergue acondicionado en la escuela Plan de Ayutla, pidió la ayuda del gobierno federal para que se le reconstruya su vivienda, que se desplomó el pasado domingo en la mañana, pues colindaba con el río Marquelia, “se fue todo al agua”, dijo que por poco y no alcanzan él y su familia salir de la casa, que se derrumbó minutos después de que la habían abandonado.
Por su parte, Eloy Valentín Castro de la comunidad de El Polvorín, dijo que en la mayoría de las casas de su comunidad, que tienen techo de tejas, el agua se filtró y dañó todas las cosas.
El día de ayer en esta cabecera se derrumbó otra vivienda que colinda con el río, por lo que se presume que lo mismo les pasará a las demás que son tocadas por el agua, pues en la parte alta no ha dejado de llover, lo que hace que el río crezca ocasionando desastres, “la lluvia de ayer provocó el derrumbe de la casa”, dijo un vecino.
El dueño de la vivienda, Pedro Rodríguez de los Santos, dijo que hace unos días consiguió un préstamo en una de las cajas populares para remodelar su casa, lo que empezó a hacer y ya por concluirla vino la tormenta y ahora no cuenta ni con el dinero ni con la vivienda, su preocupación es que de donde va a conseguir el dinero para pagar el préstamo otorgado si no hay trabajo.
Lo que sí reconocen los damnificados es del apoyo del gobierno municipal, que dirige Javier Adame Montalván, que desde un inicio les ha proporcionado comida.
En esta cabecera municipal las aguas entraron en los hogares la madrugada del sábado, por lo que desde ese día miles de damnificados están refugiados en la escuela Plan de Ayutla, la secundaria y en la cancha de Plan de Ayala.
Hasta ahora se reportan más de 50 casas dañadas totalmente, cerca de 30 comercios inundados y casas parcialmente afectadas.
En San Luis Acatlán, Protección Civil municipal reportó preliminarmente que hay cerca de mil viviendas dañadas y más de 2 mil 500 damnificados, de un total de 14 comunidades donde han tenido acceso. Todavía no se sabe sobre las comunidades de La Montaña, porque hay derrumbes en la carretera Tlapa-Marquelia.
Las comunidades San Juan de los Llanos del municipio de Igualapa y Talapilla del municipio de Azoyú, fueron las más afectadas del río Quetzala, y hasta ayer muchas casas seguían inundadas y otras con lodo.
Los habitantes señalan que desde la parte alta han observado que aparte de troncos, el agua arrastró con animales y personas hace unos días.
Sobre los muertos, se sabe que en el río Marquelia aparecieron tres cuerpos que no fueron rescatados; en Xochistlahuaca hubo dos decesos, a una persona que se le cayó un árbol encima y otra más que se le cayó un bordo de tierra; en la comunidad de Mixtecapa, del municipio de San Luis Acatlán, hubo tres muertos: dos menores de edad y un adulto.
Además se ha informado que hay desaparecidos, que pudieron haber quedado en los cerros, pues no han podido pasar por el agua que hay entre éstos.