Vaqueros aplasta 31-7 a Carneros

Agencias

Dallas / Pittsburgh

DeMarco Murray aportó 175 yardas y un touchdown, dos años después de imponer ante San Luis un récord de la franquicia como novato, mientras que Tony Romo lanzó tres pases de anotación, para que los Vaqueros de Dallas apabullaran el domingo 31-7 a los Carneros.
Frente a los Carneros, Murray encontró el antídoto perfecto para sus problemas recientes. Logró su primer partido de 100 yardas en más de un año, y comenzó su gran actuación con un acarreo de 14 yardas en la primera serie ofensiva de Dallas.
Después, el corredor encontró un gran hueco, por el que realizó una jugada de 36 yardas que comenzó el segundo ataque de Dallas, para que se colocaran arriba por 10 puntos en el comienzo del primer cuarto.
Sam Bradford, ex compañero de Murray en la Universidad de Oklahoma, no tuvo ni de lejos el mismo margen para hacer daño. Los Vaqueros (2-1) lo capturaron cuatro veces en la primera mitad y seis en todo el partido.
San Luis (1-2) no había permitido una captura en cuatro encuentros, desde la campaña pasada. Era la mayor racha de este tipo por parte de los Carneros desde que John Hadl era el mariscal del equipo que se coronó en su división en 1973.
Bradford completó 29 de 48 pases, y ninguno de sus envíos fue interceptado.

Acereros, por los suelos

Chicago consiguió su tercer triunfo consecutivo, mientras que Pittsburgh el mismo número pero en derrotas.
Los Osos arrollaron 40-23 a los Acereros en Pittsburgh, en la Semana 3 de la NFL, y se mantuvieron en el selecto grupo de invictos.
El safety de Chicago, Major Wright, regresó una intercepción a Ben Roethlisberger 38 yardas para un touchdown y forzó un balón suelto para un gol de campo para tomar una ventaja de 27-20 en el tercer periodo del cual ya no se recuperaron los locales.
Además, los Osos forzaron tres pérdidas de balón para los Acereros y los convirtió todos en anotaciones.
El quarterback Roethlisberger logró dos pases para touchdown con Antonio Brown, quien atrapó el segundo con una mano con 1:57 por jugar del tercer cuarto.
A pesar de ello, en el último cuarto llegó la debacle para los Acereros.