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Apoyo para comprar víveres, piden en el Viaducto Metlapil habitantes de Tres Palos

*Los pobladores se quejaron de que ninguna autoridad los ha ido a visitar

Mariana Labastida

Habitantes de Tres Palos se apostaron en el viaducto Metlapil para pedir víveres porque se quedaron sin trabajo, y aseguraron que sus viviendas se inundaron pero recuperaron algunas de sus pertenencias, aunque no tienen alimento para los niños.
Se quejaron de que algunos pobladores digan que en la zona donde ellos viven, las colonias La Cuchilla y El Varadero de Tres Palos, no pasó nada y señalaron que ninguna autoridad los ha visitado.
Desde el martes, según dijeron los afectados de El Varadero de Tres Palos, área que colinda con la laguna, han salido al viaducto de la Autopista del Sol para pedir a los conductores  ayuda, principalmente despensas. El grupo está debajo del puente de la carretera federal Acapulco-Pinotepa, donde colocaron mantas hechas con pintura de aerosol para pedir la ayuda.
“Nosotros somos pescadores, perdimos todo, las lanchas, los motores, no tenemos forma de pescar y desde la lluvia no hemos ido a trabajar y necesitamos comer”, indicó la señora Emilia García, quien pidió a las autoridades que los consideren en el reparto de alimentos y agua, “todos estamos afectados”.
Son unos 100 mujeres y niños los que se resguardan del sol y se acercan a la carretera en cuanto ven un vehículo e intentan conseguir “algo de sopa o agua, lo que nos quieran dar para los niños”, dijo una de las mujeres.
“Mi esposo es herrero, todas las herramientas se mojaron porque subió el nivel del agua hasta aquí y no tiene forma de trabajar”, lamentó mientras se señala la pierna arriba de la rodilla.
Al igual que los demás, la afectada no espera que le recuperen alguna de sus pertenencias, sólo que les ayuden a tener ingresos para comer.
Todas las mujeres hablan al mismo tiempo, se escuchan las voces una sobre otra que reprochan que no los hayan considerado, que digan que no son afectados, que las autoridades no los escuchan, que nadie haya ido a visitarlos para comprobar el estado en el que están sus viviendas y las necesidades que tienen.
Julián Morales Pino es campesino y asegura que ha perdido toda la cosecha, por lo que no tendrá forma de tener ingresos para mantener a su familia.
Otra de las mujeres indica que trabajaba en el hotel Princess, sin embargo les han dicho que por el momento no hay trabajo.
Maurina Díaz Ignacio solicitó a las autoridades que no se fíen de lo que les dicen, sino que comprueben lo que pasa en las zonas que están cerca de los ríos y lagunas que se desbordaron.
“Tenemos dónde vivir pero no tenemos qué comer, tampoco agua, nuestros maridos no tienen empleo”, reclamó María del Carmen Roque, quien pidió que los consideren para el programa de empleo temporal.

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