Se enferman vecinos de Tlapehuala que han estado limpiando de lodo sus casas

*En San Juan Mina 39 viviendas fueron afectadas por la creciente del arroyo y del río Balsas

Gregorio Urieta

San Juan Mina, Tlapehuala

Dermatitis, conjuntivitis, vómito y diarrea, son enfermedades que se están presentando en la población de San Juan Mina, debido a que los pobladores han estado acudiendo a limpiar sus casas y han permanecido mucho tiempo en el lodo, dice la enfermera municipal encargada de uno de los albergues de esta población que abriga a cientos de familias de Nuevo Guerrero, El Limón de Guadalupe y  hasta de San Jerónimo.
Ojos rojos, manchas en la piel, pueden observarse en varias mujeres y jóvenes que han estado limpiando de lodo sus casas que fueron afectadas y que todavía están en pie. Aquí están registradas 39 casas siniestradas por el agua que entró debido al rebalse del río por el arroyo de Nuevo Guerrero y por la misma crecida del Balsas.
“Requerimos un médico”, dice la enfermera Maribel Blancas Farías. “Nomás ayer vino una doctora que trajeron las brigadas del ITA de Altamirano y dio 70 consultas. La mayoría de gripas, vómito y diarrea, que son las enfermedades propias de estos casos. Pero necesitamos un médico porque la médica ya se fue y el centro de salud está cerrado”, dijo la enfermera municipal que tiene el control del albergue.
“Tenemos en la población 30 personas enfermas de gastroenteritis, dermatitis y conjuntivitis. Van a lavar sus casas y salen con infecciones. Han sacado colchones y ropa mojada y el olor es insoportable”. No han pasado a recoger esa basura y en todas las casas se pueden observar montones de colchones, cobijas, ropa usada, televisores y demás enseres domésticos que fueron dañados por el agua del río. “Son 226 familias afectadas en esta población. Tenemos perjudicadas como unas mil personas. Necesitamos medicinas, colchonetas. Aquí nos ha apoyado la sociedad civil como Farmapronto, que nos trajo leche; El Bara Bara, que nos dio chiles, jitomates frijol y nos da barato y hasta nos fía; personas como la familia Dante Tavira, el ITA de Altamirano, gente de la sociedad civil que ha venido”.
Maribel pide a las personas que no son afectadas que dejen que los que fueron perjudicados sean los que reciban los apoyos. “Aquí llegaron cobertores. Yo los entregué conforme a la lista que tengo, pero vino gente que no está afectada y también quería, y se enojaron porque no les dimos, no pude ser”, finalizó.