Cruz Azul gana al Valencia de Haití en la Concachampions, con un triplete de Emaná

Édgar Contreras / Agencia Reforma

Ciudad de México

El camerunés Achille Emaná dio cátedra en la ofensiva de Cruz Azul, que derrotó 3-0 al Valencia de Haití este martes en la Concacaf Liga Campeones.
El delantero se despachó con un triplete en el Estadio Azul, en un duelo en el que los cementeros pudieron anotar al menos 10 goles, pero el resto de los jugadores no tuvo la puntería del africano.
Emaná anotó el primero al 6’ tras una pared con Mariano Pavone y en la que definió de tres dedos; el balón se incrustó en el ángulo superior izquierdo.
El camerunés marcó el segundo al 31’, otra vez asistido por Pavone, al picar el balón ante la salida del portero en una jugada en la que el zaguero Jean Jean se resbaló en la salida de su equipo y perdió el balón.
Emaná culminó su obra al 75’ al prender el esférico fuera del área con tal potencia que venció al guardameta Frandy Montrevil.
Así como Achille tuvo su gran noche con Cruz Azul, Pavone tuvo un partido de pesadilla.
Y es que a la afición no le importaron sus dos asistencias, sino la cantidad de oportunidades de gol que falló. Pavone erró un penal al 44′, además de dos opciones en el primer tiempo en sendos remates con la zurda. En el complemento, erró al querer fusilar al portero, al 64’ voló el esférico y al 87’ una más a la colección, por lo que un sector de la escasa afición comenzó a gritar “fuera, fuera”.
Por el contrario, comenzaron las ovaciones para Montrevil al son de “portero, portero”, ya que también le arruinó la noche a Mauro Formica y Joao Rojas.
Y mientras Pavone se fue con la cabeza gacha, abucheado por la afición pese a que Cruz Azul prácticamente tiene un pie en Cuartos de Final (le resta medirse al Herediano, de Costa Rica), el equipo haitiano se fue con un marcador muy amable para el partido que ofreció, aunque su guardameta fue tan aplaudido que hasta regaló su jersey a un aficionado.