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En una casa de madera y sin alimentos sobreviven 10 vecinos de la colonia La Isla

Argenis Salmerón

En una casa de madera, sin alimentos y con sólo un comal de barro, se encuentran 10 vecinos de la colonia La Isla, que se ubica frente al poblado El Quemado, luego del paso de la tormenta tropical Manuel.
Los afectados claman por ayuda a los tres órdenes de gobierno.
La colonia La Isla se ubica frente al poblado El Quemado, pasando el río de La Sabana, y su aspecto geológico es un peñasco de tierra de barro y blanda alrededor del río, con al menos mil metros cuadrados.
Al otro lado del río (frente a la zona afectada) se encuentra una pequeña choza de madera donde están 10 vecinos, entre ellos cuatro adultos mayores, tres señoras y tres señores.
Ellos clamaron por ayuda ya que les faltan víveres y colchonetas donde dormir, y lo hacen encima de una boya blanca de unicel en la terracería con lodo.
En el lugar se observó que la cabaña de madera no cuenta con paredes y en sus alrededores hay mucha maleza y basura, aunado con olores pestilentes.
De acuerdo con los vecinos no acuden a los albergues porque tiene miedo de que les vayan a robar sus animales de cría.
El vecino Juan Castañeda López relató el momento cuando el río de La Sabana se desbordaba: “el domingo por la mañana empezó a subir el nivel del río, entonces les avisé a mis vecinos y cuando quise recuperar algo de mi casa el agua ya la tenía hasta el cuello”.
Agregó que los colonos decidieron acudir a la cúspide del cerro para no ser arrastrados por la corriente del río; “estuvimos todo el día del domingo esperando que alguien nos viniera a rescatar y fue hasta la tarde-noche cuando llegaron los helicópteros de la Policía Federal y la Marina y nos llevaron a los albergues”.
Castañeda López explicó que se regresaron algunos integrantes de la familia que se encontraban en refugio temporal del Centro de Convenciones para vigilar a la colonia y para evitar actos de rapiña; “los vecinos cercanos no perdonan y se están llevando a los animales que nosotros criamos, por eso que estamos aquí en la intemperie sufriendo”.
Mientras que la señora Lucila Hernández Ramírez, de 60 años, manifestó que desde que llegaron el lunes pasado a la choza de madera han sufrido de hambre: “estamos sobreviviendo con pura tortilla hecha a mano gracias a una señora que nos regala masa, hace dos días nos comimos una tortuga muerta que había en la orilla de río”.
Con lágrimas en los ojos, Hernández Ramírez pidió ayuda al presidente Enrique Peña Nieto; “estamos olvidados, no hemos recibido ninguna ayuda, lo perdimos todo, yo sé que hay más personas necesitadas pero lo único que pedimos es comida porque tenemos hambre”.
El señor Irmido Cruz Manzo declaró que 40 familias fueron afectadas por las lluvias dejando como saldo cuatro niños arrastrados por la corriente del río, al igual que unas 10 casas, animales y varias cosechas de milpas.
“Nos regresamos de los albergues porque no te atienden bien, hay preferencia en ese lugar, estamos aquí sufriendo por nuestras tierras aunque no haya agua y ni luz”, sostuvo.
Las personas que están refugiadas en la casa de madera son Leopoldo Radilla Río, Lucila Hernández Ramírez, Irmido Cruz Manzo, Régulo García, María Estela Ávila Mendoza, Guillermina Radilla Ríos, Arismet Rejillas Ensaldo, Juan Castañeda López, Erwin Paniagua y Adrián Durán.

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