Pocos vecinos de Colosio se han enterado de los avisos por las nuevas lluvias

*En una visita al lugar se observó que los habitantes están ocupados en rescatar sus pertenencias y en limpiar sus viviendas

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Luego de entrevistar a varios de los afectados por las lluvias en distintos lugares cercanos al camino que va de la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio hacia el poblado de Llano Largo, pocos tienen conocimiento de los recientes avisos sobre la proximidad de nuevas lluvias, y señalaron que su prioridad sigue siendo rescatar sus pertenencias mientras reciben algún apoyo.
Al recorrer el camino, anegado en algunas partes como en Cecsa II, y mismo que se socavó este miércoles a la altura del puente de La Marquesita impidiendo el paso de vehículos por varias horas, se observó que a pesar de que ya hay energía eléctrica en la zona pocos son los radios o televisores encendidos en casas y negocios, lo que bien pudiera ser una de las causas de la falta de información.
La señora Juana y sus cuatro hijas, quienes ya terminaron de limpiar las pocas pertenencias que les quedaron en su vivienda de dos pisos al margen del río, explicó que ni el periódico ha podido comprar porque se encuentra atareada; “no, mis hijas han estado viendo toda la mañana la tele y no me han dicho nada”.
Hacia el interior, siguiendo el curso del río, se abre una calle de nombre Pichilingue, donde en varias de las casas que hay decenas de familias que trabajan en la limpieza.
El ama de casa Analuz Cantoral recodó que el día de las lluvias se salieron ella y su familia, apenas y con tiempo, quedándose en el albergue del Foro Mundo Imperial todos estos días. No obstante, aceptó que no ha visto información sobre las nuevas lluvias.
“Ay, joven, mire dónde quedó la tele”, dijo mientras señalaba un montón de lodo y se resignaba en medio de las quejas de sus hijos.
La soledad se percibe en unidades habitacionales como Joyas del Marqués o Las Gaviotas, donde cuadrillas del programa de Empleo Temporal se apuran a limpiar con escoba y agua las calles, rompiendo con ello la ausencia de decenas de propietarios.
Un poco más hacia adelante, la calle conduce a la parte de atrás de la Colosio y concluye en Rinconada del Mar, donde las lluvias anegaron a la mitad del fraccionamiento.
Xóchitl Vega, otra vecina afectada, señaló que sí se enteró de las próximas lluvias por conducto de su hermana, y lamentó que la ayuda en la zona se limitara a las cuadrillas de limpieza. “Aquí hay mucha necesidad de agua potable, pero no llega, sólo mandan a gente a limpiar donde los vecinos ya limpiaron”.
Son visibles aún las marcas de la inundación: hay carros descompuestos, montones de basura y al fondo del fraccionamiento trabaja maquinaria y empleados de CAPAMA para desazolvar el drenaje y se pueda desalojar el agua que a dos semanas permanece en la calle posterior.