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Destruyó el Balsas 56 casas en la zona melonera más rica de Zirándaro; no dañó las siembras

Gregorio Urieta

Ziritzícuaro

La creciente del río Balsas destruyó 56 casas, la mayoría de ellas derribadas por el reblandecimiento de varios días, en esta localidad, que es la más afectada de Zirándaro por las lluvias de la tormenta tropical Manuel.
Camionetas de lujo circulan por la carretera casi intacta construida durante la administración pasada, que comunica a todos los pueblos ribereños hasta éste que es uno de los últimos antes de entrar a la sierra de Guayameo.
El agua del Balsas, que aquí da la vuelta y se recarga en Ziritzícuaro, no respetó la condición social de los habitantes de estos pueblos: La Ordeña, Hacienda Vieja, Aratichanguio y Ziritzícuaro, en los que también hubo casas destruidas.
Muebles de lujo, otros humildes, refrigeradores sacados y colocados en terreno duro en lomeríos, son registro de los daños ocasionados y lo poco que alcanzaron a salvar los habitantes de esas poblaciones.
Al barco de Aratichanguio se los llevó el agua del Balsas, por lo que ahora el pueblo, casi intacto, sólo sirve de refugio de los afectados en otras poblaciones, que poco a poco regresan a sus hogares.
Todas estas poblaciones surten de mano de obra a la empresa melonera propiedad del estadounidense Lee Shepley, y también a las empresas agrícolas de los Estados Unidos, pues no hay uno que no tenga un familiar trabajando en el campo de aquel país. Tal  vez por eso se puedan ver tantas “trocas” de lujo.
De La Ordeña hacia allá, contrastan las viviendas azotadas por la naturaleza y las siembras perfectamente trabajadas, el melón sembrado en cientos de hectáreas que rentan al “Gringo” como le llaman, reventando y creciendo vertiginosamente gracias la tecnología usada en su cultivo, cubiertas hasta ayer con plástico para asegurar la humedad.
Pero a lo largo de la carretera, surgen, una a una las casas caídas y otras en pie pero inhabitables por sus dueños. Hasta allá llegaron personas altruistas a llevar despensas a los damnificados. Los integrantes de Beto y sus Canarios, grupo musical que “es muy querido por la gente de aquí. Nunca lo dejan solo. Cuando toca se hacen unos bailazos, por eso él está correspondiendo a su gente”, cuenta el comisario de Hacienda Vieja.
Ahora va a organizar un baile en Huetamo, pero no va a cobrar, va a pedir que la gente lleve víveres y lo que pueda servir para ayudar a la gente afectada, explica el comisario.
Beto y sus Canarios llevó un camión torton con 200 despensas que entregó a la comisaría del lugar.
También allá llegó La Dinastía de Tuzantla, que de ahí se fue a Amuco, a llevar despensas. También llegó la diputada Teresa Mojica Morga, quien con su salario de un mes compró despensas y fue hasta aquellas poblaciones convocada por el ex secretario de la Presidencia Municipal de Zirándaro, Héctor Romero.
Mojica Morga les explicó la importancia de registrar sus pérdidas en el censo que realizarán las dependencias del gobierno para que con recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) les paguen sus casas, siembras y enseres domésticos destruidos. Llamó también a la solidaridad de todos para limpiar las casas y calles afectadas y reconstruir los pueblos dañados.
En Ziritzícuaro, una mujer se lamentaba ante Teresa Mojica Morga: “Nunca se me había logrado el chile en mi casita. Este año que sembré, estaban chulas las plantas, bien cargadas de chiles, chulas mis plantitas. Y resulta que se me van a ahogando”, dice y señala su casa anegada de lodo.

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