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Levantan damnificados de Tixtla censos ante la ausencia de la Sedesol que prometió ir ayer

*No saben cómo va a operar la ayuda del gobierno federal para la reconstrucción de sus viviendas. Trabajan prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués y policías comunitarios para auxiliar a la población

Fernando Hernández

Chilpancingo

A cuatro días de la visita del gobernador Ángel Aguirre Rivero a Tixtla, los damnificados por el desbordamiento de la laguna denunciaron que el personal de la delegación estatal de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) no ha ido a recabar información de las afectaciones a 7 mil damnificados de los siete barrios tradicionales y de las comunidades de Tecozintla, El Potrero, El Troncón, Zacatzonapa y Rancho el Coyote.
En la escuela secundaria general Heroína de Tixtla del Barrio de El Santuario -una de las zonas más afectadas de la cabecera municipal- están reunidos los integrantes del Consejo del Barrio.
Ahí uno de los vecinos, que solicita mantener su nombre en anonimato, denunció que no han sido informados de cómo se va a operar la ayuda que recibirán del Gobierno federal para la reconstrucción de sus viviendas, en los casos en que se amerite y para recuperar “por lo menos una parte de nuestro patrimonio que el agua nos arrebató”.
La escuela de la calle Horticultores se ha convertido en un centro de operaciones de los ciudadanos que se organizan para hacer frente a la contingencia por el desbordamiento de la laguna.
Todo el tiempo se ven entrar y salir policías comunitarios adscritos a la Casa de Justicia de El Paraíso, Ayutla, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), a algunos comerciantes que llevan despensas, a profesores y prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués que llevan despensas en sus lanchas y motos acuáticas a los pueblos que quedaron incomunicados por el incremento de los niveles de agua de la laguna, mismos que se incrementaron después de las lluvias de la tarde de ayer.
Integrantes del Consejo del Barrio del Santuario mencionaron que el domingo pasado, día en el que las inundaciones cumplieron una semana, tuvieron contacto con personal de la delegación estatal de la Sedesol.
Según los consejeros de los barrios, los funcionarios federales comenzarían el lunes a hacer encuestas y visitas para recabar información e integrar un censo de las afectaciones en Tixtla.
Ayer por la tarde la Sedesol les canceló los trabajos para recabar la información en tres ocasiones, “llevan tres días engañándonos”, aseguró uno de los integrantes del consejo.
El presidente de dicha organización, Armando Morales Marino expresó, “la Sedesol nos ha ido dando largas, primero nos dijo que iba a comenzar a censar hoy (ayer) a las 9 de la mañana, luego nos dijo que a las 3 de la tarde y después acabó inventando que no iban a poder venir a comenzar a censar porque tuvieron, según, un accidente, lo que consideramos como algo totalmente falso”.
Denunció que debido a la incapacidad del Ayuntamiento que encabeza el perredista Gustavo Alfredo Alcaraz Abarca, “los ciudadanos nos hemos tenido que organizar para levantar nuestras propias estadísticas sobre las afectaciones”.
Los damnificados aglutinados en el consejo actualizan sus bases de datos sobre las viviendas afectadas del Barrio de El Santuario principalmente, pero también de otras colonias y comunidades del municipio.
En un plano señalan las calles que el agua ha inundado y en unas tablas actualizan las cifras, “la hora en la que hacemos el corte es alrededor de las 3 de la tarde”, explica una profesora de la escuela, cuya casa se encuentra totalmente anegada.

Hay 2 mil 896 casas afectadas en El Santuario

Ayer a las 4 de la tarde las estadísticas de los vecinos organizados confirmaban afectaciones en por lo menos 2 mil 896 viviendas sólo en el popular barrio de El Santuario de Tixtla, hogar de la Iglesia de la Natividad que año con año recibe a miles de peregrinos católicos.
En la calle de la alberca reportaron 200 casas afectadas en tanto que en la Acamapixtle, 130 y en la Carmen Alcaraz hay daños en 400.
Datos recabados por los vecinos dicen que en la calle Vicente Guerrero fueron afectadas 145 casas y en las calles Ernesto Moreno, en la Caritino Maldonado 14  y 40 viviendas permanecen inundadas.
Las afectaciones en las viviendas se extienden por las calles Depósitos en dónde hay 72 casas afectadas y en El Zapote se reportan cinco, otras no han sido determinadas y fueron dañadas por derrumbes.
En la zona aledaña a la alameda tienen registradas en El Santuario 15 viviendas dañadas y en calle Chimalpopoca hay afectaciones en 233.
En las calles Morelos, Horticultores, Pinzón e Insurgentes hay daños en 388, 84, 126 y 314 casas respectivamente.
En las calles Margarito Damián, Alberto González y Riva Palacio resultaron dañadas por el desbordamiento de la laguna 267, 181 y 65 viviendas.
Según las estadísticas que han recogido los vecinos de El Santuario se sabe de unas 198 viviendas dañadas en diferentes asentamientos aledaños al barrio, pero todavía no han sido bien ubicados en el plano de la ciudad, cuna del consumador de la Independencia Vicente Guerrero.
Los niveles de agua de la laguna no han bajado y no se observa a personal de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) trabajando para dragar la inundación.
La tarde ayer estuvo lloviendo y a las 5 de la tarde se soltó un aguacero que despertó el miedo entre la población de Tixtla.
En una de las piletas de agua del pueblo, conocidas como conchitas, hay una planta purificadora portátil de la Secretaría General de Gobierno llenando los garrafones de los vecinos que se acercan.
Mediante una serie de procesos químicos la planta tiene la capacidad para purificar  hasta mil litros de agua por hora.
Uno de los operadores de la máquina aseguró que desde el lunes se han entregado unos 370 garrafones diarios.
El agua que purifica la planta proviene de una pileta que a la vez se abreva de un manantial.

Los albergues están abarrotados; cientos se refugian con sus vecinos

Los cuatro albergues que hay en Tixtla están abarrotados, algunos soldados que fueron entrevistados y trabajan en la aplicación del plan DN-III-E coincidieron en que hay alrededor de 2 mil refugiados.
Hay otros cientos que perdieron sus hogares y que están refugiados en las casas de sus vecinos; otros duermen en las calles de los diferentes barrios bajo techos de plásticos y lonas.
En la esquina de las calles Francisco Márquez y Profesor Alberto González de la colonia Niños Héroes se observan decenas de damnificados que han hecho de las vías su hogar.
Perdieron sus casas en las inundaciones y en lugar de irse a los refugios temporales, por temor a los actos de rapiña, fueron acogidos por algunos de sus vecinos.
En el cruce de esas calles los vecinos de la colonia Niños Héroes colocaron lonas de plástico y han estado velando y haciendo guardias desde el lunes 17 de septiembre.
En el concreto mojado por la lluvia de la tarde de ayer se observa un fogón y a una mujer que atiza la leña para preparar el café.
En un recorrido en una balsa se llegó a la colonia Heroínas se observó que la inundación ha provocado el reblandecimiento del suelo, lo que tiene a punto de colapsarse a por lo menos dos casas de concreto, una de ellas de dos plantas.

Establece la Policía Comunitaria un toque de queda para evitar la rapiña

Las personas no confían en la Policía Municipal, corporación a la que señalan de tener nexos con los grupos del narco. Por lo que la CRAC es la encargada de la vigilancia en el pueblo de Tixtla.
Pastor Coctecón, comandante de la Policía Comunitaria explicó que las medidas de seguridad se han reforzado para evitar la rapiña.
Informó que en los últimos dos días ha detenido a tres personas que fueron sorprendidas robándose cosas de las viviendas afectadas por la inundación.
Coctecón maneja una vieja camioneta de tres y media toneladas que lleva en la batea a unos 10 policías comunitarios armados con sus escopetas, a quienes ayer llevaba a la calle Horticultores cerca de la secundaría Heroína de Tixtla.
El comandante, ataviado con la playera verde olivo, uniforme de la Policía Comunitaria, mencionó que se ha establecido un toque de queda en el Barrio de El Santuario para evitar los saqueos por lo que “no se permite que nadie esté afuera de sus casas, después de las 6 de la tarde”.
A unos metros de la escuela llegan las aguas que se desbordaron de la laguna, lo que convierte este punto en una especie de puerto hasta el que llegan las lanchas que operan los prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués y las balsas en las que los tixtlecos tratan de transportar las pocas pertenencias que todavía sirven y que han podido rescatar de sus casas.
Desde ahí los lancheros de Puerto Marqués llevan las despensas a poblados que han quedado incomunicados al otro lado de la laguna.

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