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Se inunda de nuevo la colonia Alborada; vecinos se niegan a salir “por la rapiña”

Daniel Velázquez

En la colonia Alborada Cardenista, que se ubica frente a la planta de la Pepsi, cerca de Llano Largo, las lluvias de la noche del miércoles dejaron nuevas inundaciones en las viviendas.
De acuerdo con los vecinos, entre la 1 y 2 de la mañana el nivel del agua empezó a subir y para las 3 de la mañana muchos decidieron salirse de sus casas.
Los vecinos contaron que a la colonia acudieron policías federales y soldados que les pidieron que se fueran a un albergue, pero que la mayoría se negó por temor a perder sus pertenencias porque saben que en cuanto dejan las casas solas los ladrones entran en lancha a robar.
Unos 60 vecinos, congregados en la entrada de la colonia, pidieron a las autoridades la instalación de un albergue en esa zona porque si abandonan sus casas les roban sus pertenencias.
Ayer por la tarde se observó que en la calle principal, frente al kínder Tlacahele, el agua le llegaba a las personas al pecho.
Los colonos dieron testimonio de que cuando salieron de sus casas a algunos el agua les llegaba a la rodilla, y se lamentaron que después de haber aseados sus hogares, luego de las lluvias de los días 13, 14, 15 y 16, nuevamente sus casas se llenaron de agua y lodo.
Las vecinas Karen Jazmín Palma de la Rosa, Leonila Moreno, Janet Astudillo Herrera y Verónica Chávez Gallardo pidieron a las autoridades que la ayuda a los damnificados se las entreguen personalmente y en la colonia, porque hay líderes que se quedan con ella.
Contaron que han acudido a la Cruz Roja, a la Casa de la Cultura, al DIF y a la UAG a solicitar ayuda para la colonia, pero les han dicho que ya la entregaron a los líderes y la realidad es que ellos no han recibido nada.
Las vecinas dijeron que allí sólo se han entregado despensas en dos ocasiones, una vez la esposa del gobernador Laura del Rocío Herrera y en otra ocasión “los guachos”, por eso pidieron que no se dé la ayuda a los líderes porque ellos no la llevan a los damnificados.
Pidieron alimentos, agua para beber, ropa y colchonetas. También atención médica pero con medicina suficiente porque cuando van a la consulta les dicen que no hay.
De acuerdo con el vecino Gaudencio Cantú en la colonia queda una familia de dos adultos mayores junto con su nuera que permanecen refugiados en un segundo piso y se niegan a salirse de su casa.
También los colonos tienen temor de caminar en las calles anegadas pues han visto un cocodrilo cerca del kínder.

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