Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Reconstrucción social

*Todos piensan en cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo.
León Tolstoi.

He recorrido zonas afectadas de Acapulco y comunidades de mi Tierra Caliente y he constatado directamente el desastre que ha ocasionado Manuel en nuestra entidad, en la gente, dejando una estela de despojo, tristeza, abandono, arrebato, incertidumbre y muerte.
He podido atestiguar que miles y miles de guerrerenses han perdido sus casas, pertenencias, tranquilidad, planes de vida, y unos cientos la vida misma, lo mismo en la Costa Grande que en Acapulco, La Montaña y Centro. Carreteras, caminos,? puentes, escuelas, centros de salud, tierras de cultivo, casi todo lo que da sentido a la vida, lo que nos permite vivir en sociedad, con nuestras familias, cohesionados en torno a una misma organización, hoy todo está trastocado, bienes públicos y privados.
Coyuca de Catalán, Arcelia, Tlapehuala, San Miguel Totolapan, Zirándaro, sólo por mencionar algunos municipios en los que he constatado la tragedia; en los medios de comunicación ha sido impresionante enterarse de La Pintada, Totomixtlahuaca, en Tlacoapa, Coyuca de Benítez, Chilpancingo, Quechultenango, Mochitán, Santo Domingo, en Atoyac, Balsamar en Chichihualco, en fin Manuel nos ha pegado a todos, el desastre es generalizado en todo el estado, de una u otra forma todos hemos resultado afectados.
Lecciones son todas, culpables los hay. Casas, escuelas y centros de salud en barrancas, humedales, al lado de ríos, en zonas de riesgo. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera aplicado la ley e impedido asentar comunidades, colonias, fraccionamientos de lujo en esos lugares? Seguramente se hubiera, aquí sí vale subrayar “hubiera” porque sólo así podremos calcular el tamaño de los errores y equivocaciones que hemos cometido como sociedad, gobierno y personas, al permitir, y otros fomentar, todo esto; dicen por ahí pudo más la corrupción que la ley.
Los que no salimos tan afectados en lo personal a ayudar, me fui a México y con la iniciativa de Dr. Ranferi Gaona, oriundo de Paso de Arena, en Coyuca de Catalan, y gracias a sus buenas relaciones, se abrió un centro de acopio en Médica Sur, donde de manera solidaria los paisanos llevaron víveres y mensajes de apoyo,?logramos juntar más de 8 toneladas en víveres, medicinas, ropa, enseres y materiales de primera necesidad, que ya entregamos de manera personal y a nombre de los calentanos a habitantes de la Tierra Caliente.
Se lograron muchos más apoyos, que también se entregaron a través del curato de Pungarabato, y el padre Javier Castrejón, quien se encarga de distribuir a todas las comunidades afectadas.
Viene la reconstrucción, casas, puentes, carreteras, autopista, caminos, presas, escuelas, centros de salud, calles, iglesias, tierras de cultivo, restaurantes, avenidas, bulevares, edificios públicos y privados, redes de electricidad, vehículos, pero también viene una reconstrucción igual o más importante que la material, viene la reconstrucción de vidas, de proyectos, de la esperanza de las personas.
Pero ojalá venga también la reconstrucción de nuestra vida social, una nueva forma de organizarnos, de cohesionarnos en función de los problemas que tenemos como sociedad, un nuevo espíritu de solidaridad, de comunicarnos, de estar al tanto de los otros y no sólo de los míos.
Reconstruir una nueva conciencia ciudadana, que no se coluda con la corrupción de los gobernantes, que acuse a la autoridad que haga algo indebido, que por necesidad no se preste a los intereses de los corruptos, que exija se cumpla la ley, el orden, las disposiciones, que no sea quien la viole o los trastoque.
Reconstruirnos en el ejercicio de gobierno, para estar verdaderamente al pendiente de las necesidades y riesgos de la sociedad, los pueblos, los colonos, que simule menos, que sea más eficiente, que permanentemente busque mejorar las condiciones de vida de la sociedad.
Reconstruir una nueva responsabilidad pública y privada, que los políticos, gobernantes y ciudadanos seamos menos cómplices de la corrupción, de la irresponsabilidad y del interés privado por encima de lo público.
Una nueva forma de aplicar la ley, el Estado de derecho, de pesos y contrapesos entre los poderes públicos, que cuando uno se exceda o no esté cumpliendo con sus atribuciones los otros lo llamen a cuentas.
Esta es una coyuntura histórica que debemos aprovechar para que resurja un nuevo Guerrero, tenemos que reconocer que más allá de las lluvias, lo que ha generado el desastre es nuestra forma de organización social, reconstruyamos todo lo que se llevó las corrientes de los ríos, presas, arroyos y derrumbes, pero también reconstruyámonos como sociedad, como seres sociales, a partir de Manuel no podemos seguir siendo los mismos.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los y las guerrerenses, que todos vamos a jalar, no nos vayamos a achicopalar, que este es el momento de empezar a cambiar, gobierno y sociedad nos tenemos que reencontrar

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