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Deciden 200 familias del fraccionamiento Río Azul en la capital no dejar sus casas, a pesar del peligro

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Vecinos del fraccionamiento Río Azul, de las áreas que recibieron la notificación del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) de que deberán ser evacuadas porque corren el riesgo de daños por el reblandecimiento de tierra, decidieron no salir de sus casas, en una reunión que realizaron la noche del jueves.
El presidente de la colonia, Mauro Guzmán Marín explicó que a pesar de que 22 familias ya dejaron el complejo habitacional, las familias restantes que son alrededor de 200 decidieron quedarse en el lugar y sólo estar pendientes de la evolución del fenómeno meteorológico.
Localizado en el poniente de Chilpancingo, muy cerca del río Huacapa, el Fraccionamiento Río Azul es un conjunto habitacional en construcción, el cual esta integrado por 289 viviendas distribuidas en dos secciones , la primera sección compuesta de 170 viviendas y la segunda por 119, donde se realizó un corte al mismo cerro dejando una pared de más de 12.5 metros de alto que amenaza con caer en las tres primeras líneas de viviendas que colindan con ella.
Para la construcción de ambas secciones, el desarrollo realizó una serie de cortes, excavaciones y modificaciones de los escurrimientos naturales, los cuales han influido en la inestabilidad del terreno en esta zona.
Los habitantes indicaron durante la revisión que varios nacimientos de agua fueron tapados o desviados para la construcción de calles y caminos mismos que ahora ponen en riesgo las viviendas.
Después de la notificación realizada sobre el riesgo de habitar las viviendas 16 familias dejaron sus pertenencias en sus casas aseguradas bajo llave para prevenir actos de rapiña o robos.
La familia Rodríguez López salió de su casa el jueves por la mañana después de que se les informó el riesgo de vivir ahí; ellos son de las seis familias que salieron con todas sus pertenencias buscando evitar pérdidas.
El padre de familia Raúl Rodríguez comentó que después de lo que vio en el Huacapa y las familias que se quedaron sin nada cuando no se les previno de la emergencia, decidió no correr la misma suerte.
“Hablé con mi mujer y decidimos mejor salirnos hasta que las lluvias terminaran, preferimos salvar lo que tenemos a perderlo todo, pero lo que más nos importa es nuestra vida y la de nuestros hijos”, agregó el padre consternado.
Dijo que está indignado por haber invertido más de 200 mil pesos en comprar el patrimonio de su familia que aun no termina de pagar y que ahora ya corra peligro de quedarse sin casa, criticó que los gobiernos municipales no prevengan este tipo de problemas al permitir que las empresas constructoras hagan sus casas donde se pueda y no donde se deba.

Villas Parador

En el caso del fraccionamiento Villas Parador, que se encuentra en una de las laderas de la capital, las familias que habitan el primer tren de casas donde se notificó de la peligrosidad de estar ahí durante el temporal de lluvias empezaron a evacuar de manera discreta sin sacar nada de las casas que dejaron cerradas.
Los vecinos de este fraccionamiento no compartieron muchos detalles sobre su salida por temor a sufrir de robos, y en el lugar sólo se quedaron tres familias bajo su propia responsabilidad, después de que el alcalde aseguró que les notificó para que se fueran.
En la segunda parte de departamentos que necesitan evacuarse son al menos 50 familias las que correrían riesgo de algún accidente, pero tampoco han salido en su totalidad.
Las evacuaciones que se han realizado no son de manera masiva, ni coordinadas por alguna autoridad municipal o estatal, son realizadas paulatinamente de manera independiente y sin que lleguen alberges.
Villas Magisteriales

Los vecinos de esta unidad habitacional ubicada al sur de la ciudad cercana a la comunidad de Petaquillas, también fue registrada por Cenapred a pesar de no estar en una ladera, pero se incluyó en el boletín de prensa de colonias que debían ser evacuadas.
En un informe realizado por Cenapred dice que este fraccionamiento se ubica en un terreno plano y los problemas que manifestó se debieron a la inundación y azolvamiento por material arrastrado y depositado en la primera y última línea de viviendas. “Por lo que no se trata de un problema de inestabilidad en laderas”.
Los vecinos del asentamiento denunciaron el nulo apoyo del Ayuntamiento municipal para limpiar las calles que estaban llenas de lodo.
Los vecinos pagaron una pipa de 10 mil litros para limpiar la última calle donde el río Huacapa entró y devastó al menos 10 casas, mismas que ya fueron evacuadas por las familias que perdieron todo.
“Aquí sólo viene Mario se toma la foto y se va, pero no llega la ayuda, nosotros mismos limpiamos y pagamos lo necesario para salvarnos”, dijo una de las vecinas.
En esta parte de la ciudad no se levantó un ceso por parte de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) para implementar el programa federal de empleo temporal, por lo que los damnificados se quejaron y pidieron que “aunque sea se construya el encauzamiento” para evitar que se vuelva a meter el río.

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