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No hay aún modo de sacar el agua de Tixtla ni a dónde llevarla, dice Humberto Salgado durante un recorrido

*El funcionario estatal y el alcalde de esa ciudad constatan que a dos semanas de la inundación, el agua ha bajado de 5 a 4 metros

Zacarías Cervantes

Tixtla

El coordinador general del Ejecutivo, Humberto Salgado Gómez, admitió que el problema de los gobiernos municipal de Tixtla y el estatal, es cómo sacar el agua que tiene inundada casi la mitad de esa cabecera municipal y hacia dónde llevarla.
El funcionario estatal reconoció el problema, a un día de que junto con el presidente municipal, Gustavo Alcaraz Abarca, no pudieron convencer a las autoridades municipales y agrarias, así como al pueblo de Atliaca, para que el agua de la presa de la cabecera municipal se canalice por una barranca que va a dar cerca de ese pueblo, ubicado en la parte baja y al noreste de Tixtla.
Salgado Gómez fue entrevistado brevemente después del mediodía, cuando con el alcalde realizaban un recorrido por la orilla del agua, y que en el barrio de San Lucas llega hasta donde se encuentra el Conalep, ubicado a tres cuadras del que debe ser el nivel normal de la presa.
Sin embargo, en esa zona el funcionario estatal y el alcalde constataron que a dos semanas de la inundación, consecuencia de las lluvias provocadas por la tormenta tropical Manuel, ha bajado escasamente a 5 a 4 metros.
A un costado de las instalaciones del Conalep, donde está estancada el agua ya verdosa por el musgo, una de las damnificadas dijo que los los 4 o 5 metros que descendió el nivel, fue solamente del sábado al domingo.
Esto vino a confirmar la denuncia de los habitantes de Atliaca, en el sentido de que a pesar de que no hubo el acuerdo en la reunión del sábado, entre sus representantes, Humberto Salgado y el alcalde Gustavo Alcaraz, el desagüe se sigue realizando por esa zona.
Sin embargo, Salgado Gómez no quiso abundar al respecto y sólo contestó a prisa, en el barrio de San Lucas, que “lo que estamos tratando de hacer primero es el desalojo del agua y después buscaremos una solución final”, dijo.
–¿Por dónde se pretende sacar? Pues ayer hubo la negativa por parte de los habitantes de Atliaca…
–Es precisamente lo que le acabo de decir, el problema es por dónde la sacamos.
El funcionario estatal después evadió hablar del conflicto que se ha provocado con los habitantes de la comunidad de Atliaca, por donde las autoridades estatales y municipales pretenden sacar el agua estancada de la presa; pero han encontrado la oposición de los pobladores, pues éstos argumentan que contaminarán los manantiales que se encuentran en las márgenes de la barranca por donde se pretende canalizar el agua.
Ante esta situación, Salgado Gómez dijo que no se puede pronosticar cuándo terminarán de desalojar el agua estancada de la laguna, “mire usted las nubes, ahorita sacamos el agua y luego vuelve a llover, por eso no podemos pronosticar cuándo vamos a terminar de desalojar toda el agua”, esto, a pesar de que hace una semana, fuentes extraoficiales informaron que los trabajos terminarían en 25 días.
El coordinador general del Ejecutivo del estado, después evadió contestar mas preguntas, “no vamos a hacer más declaraciones que las que tengan que ver estrictamente con el desalojo del agua, y ya le contesté”, dijo.
Después aseguró que en los trabajos para resolver el problema están “en absoluta armonía” con las autoridades federales y estatales.
El funcionario estatal y el alcalde entraron a la instalaciones del Conalep, en donde constataron que a un día de que se reanuden las labores educativas, como lo instruyó la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), cuando menos en esta escuela no será posible, porque la mayor parte de sus instalaciones todavía se encuentran anegadas.
Al terminar el recorrido en el barrio de San Lucas, personal del gobierno del estado y municipal distribuyeron despensas y botes de agua, a toda la gente que se formó en una cola de aproximadamente 20 metros.
El personal que distribuyó las despensas entregó a todos en general, sin que nadie comprobara si en verdad era o no damnificado.

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