Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Víctor Cardona Galindo

PÁGINAS DE ATOYAC

*La Pintada (Primera parte)

“Éramos pobres, tan pobres que puro faisán comíamos”. Don Fidel Núñez Ávila.

La Pintada es una comunidad de la sierra de Atoyac con alrededor de 800 habitantes, en su mayoría campesinos que se dedican al cultivo de café de calidad. Sus plantaciones están a más de mil 200 metros sobre el nivel del mar, lo que le da a su producto mayor valor en el mercado. Se ubica a 110 kilómetros de Acapulco, a 44 de la cabecera municipal y a 8 kilómetros de El Paraíso, el principal núcleo poblacional de la sierra. El caserío está entre huertas de café y a un costado cruza el río que al bajar del cerro del Edén se transforma más adelante en el río de Coyuca de Benítez.
En la sierra es un pueblo modelo, todas sus casas tienen fosas sépticas. Cuenta con calles empedradas, un centro de salud, jardín de niños, primaria y telesecundaria, cancha de basquetbol techada y una biblioteca que funciona en una casa que fue donada por Arturo Martínez Nateras y María de la Luz Núñez Ramos. Su transporte público es una Urvan que tienen para su servicio, es común ver a los pintenses en la calle Agustín Ramírez de la cabecera municipal donde hace sitio su transporte. Saludarlos es agradable, siempre invitan a visitar su comunidad de la que se sienten orgullosos.
Hasta antes del alud del 16 de septiembre que dejó 13 muertos y al menos 66 desaparecidos contaba en el centro con un kiosco, un auditorio y con su parroquia dedicada a Nuestro Señor de la Misericordia. La Pintada tiene alumbrado público y caseta telefónica. Un pueblo diferente en medio de la sierra donde reina la marginación.  El 13 de mayo de 1987 Ruiz Massieu visitó La Pintada por primera vez y volvió otras dos veces más, se decía en Atoyac que era su pueblo favorito.
Fue fundado entre dos arroyos y en la exuberancia había muchos animales para cazar; de ahí el comentario que le escuché a don Fidel Núñez de que comían puro faisán cuando llegaron a habitar esta espesa selva y fincar las primeras huertas de café.
Salvador Morlet Mejía publicó en su periódico Eco del Cafetal el 31 de diciembre de 1955 que en el lugar conocido como La Pintada se había dejado ver una tigra [jaguar hembra] con dos cachorritos a la orilla del arroyo que viene de El Edén, en el momento preciso que devoraba un venado. Fueron testigos de esa escena los dos hijos del Sr. Fructuoso Núñez que todavía en ese año vivían en El Paraíso.
El investigador Francisco Pérez Fierro en su libro Agua que se derrama. Alt Toyahui escribió que La Pintada fue fundada a finales de los años cincuenta, del siglo pasado, por los hermanos Fidel, Vicente y Fructuoso Núñez Ávila. Así como Apolonio y Margarito Mejía Vélez. Los primeros pobladores vinieron de Yextla, Izotepec, Jaleaca de Catalán y Chilpancingo. Entre los fundadores también estuvo Lucino Catalán. Le pusieron por nombre La Pintada por las grandes rocas que tienen glifos con figuras zoomorfas que fueron grabadas por habitantes primitivos de la región.
La Pintada siempre ha dado mucho de que hablar, desde José Francisco Ruiz Massieu todos los gobernadores de Guerrero la han visitado y ahora, aunque por motivos desafortunados,  el presidente de la República Enrique Peña Nieto. Por el camino de esta población que ha sido ejemplo de trabajo, orden, seguridad y organización han desfilado especialistas en cafeticultura de todo el mundo.
Es sede de la famosa cooperativa La Pintada fundada en 1984, principalmente por don Fidel Núñez Ávila, Santiago Adame González y Rafael Rodríguez Arizmendi.
Esta agrupación organizó por cuatro años consecutivos el Festival de la Selva Cafetalera, en el que participaron artistas como Eugenia León y la Orquesta Filarmónica de Acapulco. Se organizaron festivales de lectura, muestras pictóricas y en el año 2000 el encuentro de Poetas y Narradores de la Selva Cafetalera al que asistieron importantes escritores de Guerrero y que derivó en el libro Poetas y Narradores en la Selva Cafetalera. Recuerdo que en uno de esos festivales un compañero se bajó de la comunidad porque no le pude conseguir mariguana. La Pintada es un pueblo sin mariguanos y mi amigo no podía creer que en el centro de la sierra de Atoyac no pudiera conseguir yerba.
La Pintada está íntimamente ligada a la vida de Arturo Martínez Nateras y de la familia Núñez Ramos, a los que pertenecen Serafín, César y María de la Luz. Nateras llegó a La Pintada por primera vez en 1967 y bajo su influencia y relaciones fue creciendo la comunidad que se convirtió en un oasis en medio de la selva de Atoyac.
El martes 17 de septiembre, de este año 2013, una vez más La Pintada se puso frente a los ojos de México y el mundo cuando se supo que un desgajamiento del Cerro de la Cruz sepultó a más de 66 de sus habitantes. Estaba cayendo el agua, por eso los pintenses tomaban una siesta, como Teodoro Adame, a quien el derrumbe lo agarró durmiendo.
El alud ocurrió faltando 15 minutos para las 3 de la tarde del 16 de septiembre del 2013. Se escuchó un tronido y el cerro se desgajó dejando una espesa nube de polvo. El lodo formó una presa en el río que, luego, la fuerza del agua se llevó. Bajo la tierra quedaron la iglesia, las seis aulas de la escuela primaria Benito Juárez, la caseta telefónica, la tienda de Antonio Adame y la panadería. Luego como a las 9:30 de la noche se vino otro derrumbe.
La piedra pintada que da nombre a la comunidad no sufrió daño alguno y el Zócalo quedó completo.
Algunos dicen que los daños humanos no se pueden cuantificar porque había visitantes que fueron a pasar el puente patrio al lugar. Los habitantes de La Pintada vivieron momentos de angustia. La carretera estaba destrozada y no había manera de comunicación con el exterior.
En medio de la desesperación los jóvenes Kevin Oswaldo Jiménez Nájera y Margarito Hernández Urioso de 18 años de edad compusieron un viejo radio de transmisión que conectaron a un acumulador y así pudieron avisar a la comunidad de El Edén lo que estaba sucediendo y aquellos se comunicaron con el ingeniero Arturo Martínez Nateras y demás personas conocidas.
El ingeniero Nateras se comunicó con Armando García Olid que ya se estaba  movilizando en la cabecera municipal.
Armando García ya sabía de la tragedia porque le habló de Estados Unidos Manuel Alarcón Ávila quien estaba conversando por teléfono cuando escuchó que Juanita Ávila Zamora gritó “se nos vino el cerro encima” y se cortó la comunicación. Manuel Alarcón Ávila escribió en Facebook lo que había escuchado luego comenzaron las llamadas.
Armando al enterarse, el día 17, reportó el caso a Protección Civil y al presidente municipal Ediberto Tabares Cisneros.
Ya el 17 a las 11 horas gracias al radio de transmisión que instalaron los jóvenes, Armando sabía que había alrededor de 70 personas sepultadas y como 15 lesionados. Después de ir  al Ayuntamiento, buscó el apoyo del Ejército. Fue Arturo Martínez Núñez quien encontró oídos receptivos en la Policía Federal y se comenzaron a movilizar los helicópteros.
El miércoles 18 llegó el primer helicóptero a la comunidad, de ahí se intensificó el tránsito aéreo y han desfilado además de las autoridades, importantes conductores de televisión como Laura Bozzo y Javier Alatorre.
Manuel dejó la carretera a El Paraíso fracturada. En un principio se caminaba desde San Vicente de Benítez. El viernes 27, a las 9 de la mañana quedó restablecida la carretera a El Paraíso. Pero ese día temprano tuvimos que caminar desde Rancho Alegre, donde una gruesa mazacoa asustó a un transeúnte.
En El Paraíso parece que cayó una bomba; toneladas de tierra y troncos de árboles impedían el acceso a la calle principal. Del 13 al 15 los paraiseños sufrieron los deslaves de tierra. El 15 se desgajó el cero del Mirador. También se desgarró el cerro del Camposanto y el Oriental. Los tres arroyos que cruzan El Paraíso se desbordaron.
No hubo pérdidas humanas por la rápida comunicación de los vecinos. En el núcleo poblacional más importante de la sierra hubo alrededor de 800 damnificados. Se establecieron ocho albergues; el más grande estaba en la iglesia, en donde se refugiaron alrededor de 300 personas. Muchas familias sacaron a sus pequeños a la cabecera o a pueblos cercanos por lo que caminaron alrededor de cinco horas entre el lodo.
Para llegar a La Pintada a pie se tiene que rodear el arroyo grande que viene de Los Planes y subir por la colonia Vista Hermosa porque el camino quedó totalmente intransitable. Arriba, ya casi para llegar a Los Planes en el cerro donde el camino obliga a subir, encuentro una comisión de campesinos de La Finquita encabezados por la señora Isabel Rodríguez Catalán quienes reclaman que el gobierno no les ha

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