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Se retiran disidentes de la CRAC de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán tras recibir amenazas de desalojo

 

Se retiran disidentes de la CRAC de la Casa de Justicia tras recibir amenazas de desalojo

*Los mediadores de Tlachinollan y Serapaz no logran que las partes acepten dialogar, después de que desde el jueves hubo peligro de violencia. El grupo de Cirino Plácido, desarmado, que intentó tomar las instalaciones en San Luis Acatlán, fue disminuyendo y al final era menor que el encabezado por Eliseo Villar

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Disidentes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), que se encontraban en plantón afuera de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, se retiraron a la una de la madrugada de ayer domingo, tras la amenaza de los seguidores de los coordinadores Eliseo Villar Castillo y Adelaida Hernández Nava de que si no se iban, serían desalojados por la fuerza.
Antes había fracasado la intervención que pretendieron el director de Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), Miguel Álvarez Gándara, y el director del Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, Abel Barrera Hernández, con el grupo disidente de la CRAC, que encabezan Cirino Plácido Valerio y Apolonio Cruz Rosas, y el de los coordinadores de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Villar Castillo y Hernández Nava.
Unos 200 integrantes del grupo disidente encabezado por Plácido Valerio y Cruz Rosas llegaron el jueves con la intención de tomar la Casa de Justicia y convocar a nuevas elecciones de las autoridades comunitarias, pues desconocen como sus coordinadores a Villar Castillo y a Hernández Nava, sin embargo unos 60 policías comunitarios armados impidieron que se consumara la toma y los disidentes se quedaron en plantón en el patio donde permanecían hasta la madrugada de ayer domingo.
La situación se tensó debido a que en las horas posteriores, fueron llegando más seguidores de los coordinadores de la Casa de Justicia, y mantenían rodeados a los disidentes concentrados en el patio, y se temía un enfrentamiento, a pesar de que los integrantes del grupo de Cirino Plácido y Apolino Cruz se encontraban desarmados.
Abel Barrera dijo ayer que, incluso, el director de Serapaz, Álvarez Gándara, obtuvo información de que había la intención del gobierno federal de enviar al Ejército para evitar un enfrentamiento entre los dos grupos.
Añadió que por ello propuso al subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda Nava, la participación de Serapaz y Tlachinollan para  mediar en el conflicto.
Álvarez Gándara, Barrera Hernández y el abogado de Tlachinollan, Vidulfo Rosales, llegaron en helicóptero a las 3 de la tarde del sábado a San Luis Acatlán, sin embargo hasta a las 11 de la noche no lograron conciliar a los dos grupos.
“Fue un difícil proceso de negociación debido a las posturas polarizadas de los dos grupos”, dijo Barrera Hernández entrevistado ayer vía telefónica.
Explico que los seguidores de Cirino Plácido y Apolonio Cruz Rosas pedían como condición para  iniciar el diálogo el desconocimiento de Villar Castillo como coordinador, así como el retiro de los policías comunitarios armados que se encontraban resguardando la Casa de Justicia, peticiones que no fueron aceptadas por  el grupo de Villar Castillo.
Dijo que también pedían que se convocara, los más pronto posible, a una asamblea regional para discutir allí los temas de la agenda de la CRAC, entre ellos la convocatoria para las elecciones de las nuevas autoridades de la organización indígena.
En este punto dijo que el grupo de Villar Castillo ya había acordado que la asamblea regional será el 20 de octubre en la comunidad de Cuanaxcatitlán, municipio de San Luis Acatlán. Pero este acuerdo fue desechado por el grupo de Plácido Valerio que pidió que fuera antes y en otra comunidad.
Barrera Hernández informó que ante la falta de acuerdos, poco después de la media noche del sábado, los seguidores de Villar Castillo y Hernández Nava dieron un ultimátum a  los de PlácidoValerio y Cruz Rosas para que se retiraran del patio de la Casa de Justicia, de lo contrario los desalojarían por la fuerza.
Ya para entonces el grupo disidente había disminuido y solamente permanecían unos 100, mientras que los seguidores de los coordinadores de la Casa de Justicia se habían incrementado a unos 300 y la mayoría de ellos eran policías comunitarios armados.
Obligados por la amenaza y porque eran superados en número, los disidentes se fueron retirando en grupos, hasta que a la una de la madrugada de ayer, habían salido todos del patio de la CRAC. Los disidentes se concentraron en las instalaciones de la Asociación Rural de Interés Colectivo (ARIC) en donde pernoctaron y en la mañana de ayer se retiraron a sus comunidades.
Barrera Hernández informó que en el transcurso de la mañana de ayer Álvarez Gándara y él volvieron a dialogar con los coordinadores de la CRAC de San Luis Acatlán, a quienes plantearon la instalación de una mesa de diálogo para desahogar la agenda de la organización y resolver los conflictos internos, dijo que los coordinadores aceptaron la propuesta.
Agregó que la misma propuesta hicieron vía telefónica a la gente de Santa Cruz del Rincón, que encabezan Plácido Valerio y Cruz Rosas, pero que éstos respondieron que no hay condiciones puesto que habían sido obligados a retirarse, y que habían decidido “replegarse por un tiempo”.
El director de Tlachinollan dijo que la postura de los dos organismos de derechos humanos que intervinieron seguirá siendo que se instale la mesa de diálogo en la que se acuerde la realización de la asamblea regional, la fecha y el lugar, así como la agenda que deberá tratarse en ella.
Barrera Hernández opinó que los problemas de la CRAC se deben resolver apostándole al diálogo y a la negociación, “que no haya la tentación del uso de la fuerza, porque no se trata de ver quién tiene mayor capacidad para para imponer la forma de trabajar en la CRAC, sino que tiene que prevalecer la búsqueda de acuerdos, del diálogo y la conciliación”, dijo.
Mientras tanto, demandó que las autoridades estatales y federales no abonen a la división en la CRAC y que respeten su forma de organización, porque manifestó que “la situación sí es delicada”.

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