Acude el Ejército a desalojar Villas Parador en la capital, pero los colonos del SNTE no aceptan

*La empresa Jomar provocó el peligro de deslaves cuando construyó  el fraccionamiento Río Azul porque cortó un cerro y tapó barrancas, dicen los vecinos de la Emperador Cuauhtémoc

Rosendo Betancourt Radilla

Chilpancingo

Vecinos de la colonia indígena Emperador Cuauhtémoc de esta ciudad denunciaron que están en riesgo de un deslave porque la constructora Jomar tapó una barranca y escarbó en la base del cerro que la sostiene.
En Villas Parador soldados acudieron a intentar desalojar a los colonos, pero el presidente de la parte alta del fraccionamiento, Francisco Lagunas Catalán, les dijo que ellos tienen sus mecanismos de protección, que algunos (unos 50 de los tres niveles) ya fueron desalojados y les paga la renta el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
En la colonia Río Azul, como en las mencionadas, aún hay vecinos viviendo tras la advertencia del Cenapred, del municipio y del gobierno del estado de que están en peligro por la posibilidad de que ocurra un deslave con las lluvias.
Las tres colonias se encuentran al sur de la ciudad y están asentadas en la periferia, sobre los cerros.
En las colonias Emperador Cuahutémoc y Río Azul los pobladores culpan a la empresa constructora Jomar de que no hizo su labor profesionalmente. En el mismo cerro, abajo de la Emperador Cuauhtémoc se construyó la Río Azul y eso le quitó estabilidad al suelo. En ambas tapó las barrancas y el agua inunda las casas al tener tapado el cauce.
En una visita solicitada por los vecinos de ambas colonias se constató que hay personal del gobierno del estado pidiendo el desalojo “de unas seis casas” según el encargado del área de la normatividad de las construcciones de la Subsecretaría de Protección Civil, Leocadio Nieto Apreza.
El funcionario recordó que la Comisión Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) recomendó desalojar estas dos colonias,  además de Villas Parador, Villas Vicente Guerrero, Rosario Ibarra y Villas Magisteriales. Si no lo hacen y siguen las lluvias, advirtió, el gobierno está facultado para sacarlos a la fuerza, “pero sólo que haya un riesgo inminente”.
El fundador y parte del comité de desarrollo de la colonia Emperador Cuahtémoc denunció la complicidad entre la empresa constructora y el Ayuntamiento. Mostró un documento en el que las autoridades municipales, encabezadas por la subsecretaria de Desarrollo Urbano, Verónica Vega Abarca, aseguran que en la zona ya se construyó una “obra de estabilización de cortes” que le hicieron al cerro.
La obra está cuarteada y en su borde, que tiene una caída vertical de unos 30 metros, están 14 casas y sus habitantes temen que se pueda derrumbar en cualquier momento, pues tiembla y cada día se agrieta más.
Las mujeres que citaron a los reporteros y mostraron los daños a sus viviendas pidieron que se les reubique o se les pague lo que invirtieron para levantar sus casas. Calculan el costo entre 100 mil y 250 mil pesos, según el tipo de construcción.
En tanto que en la colonia Villas Parador el presidente de la parte alta, Francisco Lagunas, fue visitado por soldados del Ejército a cargo del coronel ingeniero constructor Roberto Nava Balderas.
El militar le preguntó a dónde podría llevar a las personas que tienen que ser desalojadas porque corren riesgos.
–¿Cuánta gente le cabe a la construcción del sindicato (SNTE), o en dónde los metemos?, dijo el coronel, que encendió un cigarro y esperó la respuesta del civil.
–Ahí no hay cómo, porque está lleno de sillas o bancos que son fijos, ahí no se puede.
–Pero tenemos que desalojar a los de arriba y necesitan comida, agua, cobijo, es una bronca.
–Nosotros tenemos un salón de fiestas (del SNTE), pero si se hace un muro de contención en la parte dañada no tendríamos que desalojar. Además ya fueron desalojados los que estaban en riesgo, el sindicato les está pagando la renta, ellos ven lo de su comida.
En ese momento llegó al lugar el comandante de la 35 Zona Militar, Juan Manuel Rico Gámez, llamó a su subordinado a cargo de la entrevista y le dio indicaciones, luego se retiró sin querer dar la entrevista que se le solicitó.
El coronel pidió a un soldado que lo acompañara: “anota, aquí ellos son autosustentables, no requieren de nosotros”.
Explicó al reportero que estaba ahí para dar seguridad y vigilar que los ciudadanos no corrieran el riesgo de ser sepultados. Se retiró con sus soldados que lo acompañaban en dos vehículos Hummer.