Aislados y sin víveres, desde el 15 de septiembre, vecinos de San Antonio Tecaltzin, en Tixtla

*No tienen ayuda del gobierno pero no abandonarán sus casas por temor a la rapiña, informan

Fernando Hernández

Tixtla

A 16 días del desbordamiento de la laguna de Tixtla los habitantes de  San Antonio Tecaltzin continúan aislados.
El 15 de septiembre el incremento de los niveles de agua de esta laguna provocó inundaciones en toda la ciudad y desde esa fecha miles de viviendas se mantienen anegadas en siete de los nueve barrios tradicionales.
La tormenta Manuel convirtió a la colonia de San Antonio Tecaltzin en una isla a la que únicamente se puede llegar a través de lanchas o balsas, las cuales se toman en un muelle que se ha improvisado en la calle Heroínas.
Desde hace 15 las 48 familias que integran la colonia carecen de energía eléctrica debido a las afectaciones a los postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que provocaron las inundaciones hace poco más de dos semanas.
En un recorrido por la zona se observó a unas 20 personas, en su mayoría mujeres, reunidas en el puerto de llegada ubicado a unos 100 metros de la iglesia de San Antonio, a  donde llegan las embarcaciones que son manejadas por prestadores de servicios turísticos de Puerto Marqués que han ayudado desde hace alrededor de 10 días ante el estado de emergencia que enfrenta el municipio.
Hasta ahí llegan los víveres y despensas que “están siendo donados por personas de la sociedad  civil”, mencionó el coordinador de la colonia, Ausencio Morales.
Morales quien junto a otros vecinos de San Antonio Tecaltzin integraron un comité de ayuda abundó que “no hemos tenido respuesta por parte del gobierno y los víveres están escaseando” en la colonia popular.
En la visita de que se hizo esta mañana a la comunidad se observó la presencia de una brigada médica de la Dirección de Salud Municipal que estaba dando consulta a niños y mujeres.
Al preguntarle a Ausencio Morales la razón por la que todavía permanecen en la colonia que ahora es conocida entre los lugareños como la isla dijo que las familias siguen viviendo ahí debido a los actos de rapiña que se han registrado en el lugar.
En ese sentido mencionó que en los últimos 15 días han detenido a cuatro hombres que estaban robando en la noche, y que posteriormente fueron entregados a la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) que ha suplantado a la Policía Municipal de Tixtla debido a las sospechas que tiene la población de que este infiltrada por los grupos de la delincuencia organizada.
Un grupo de ancianos que estaba cerca de la Iglesia de San Antonio en una loma no muy alta de la colonia contaron al reportero el mito fundacional de este asentamiento humano hoy convertido en una isla en medio de la laguna que alguna vez fue nombrada por el ilustre Ignacio Manuel Altamirano como El espejo de los dioses.
Los hombres relataron que antes el barrio era un caserío en el que sólo había una decena de viviendas. En una caverna vivía un hombre de una rara mezcla de ermitaño, brujo, vidente y alcohólico.
La gruta era su hogar, ahí “curaba a algunas personas” y leía las cartas y se emborrachaba.
La formación rocosa fue bautizada con el tiempo como La cueva del viejo ranero.
La caverna fue el sitio en el que los habitantes cuentan que se apareció la imagen de San Antonio de Padua.
En la gruta que mide unos dos metros de altura y unos tres de profundidad se observa un altar al santo en el que destaca la figurilla de un toro de barro.