Continúan las protestas de profesores en Río por segundo día con enfrentamientos

EFE / DPA

Río de Janeiro / Brasilia / Asunción

Las protestas iniciadas por un grupo de profesores en Río de Janeiro, a la que se unieron más tarde miembros del movimiento conocido como “Black Block”  (“Bloque Negro”), continuaron ayer por segundo día consecutivo en las calles de la ciudad brasileña con actos de violencia.
Las protestas, que tuvieron lugar en el centro de la ciudad, frente a la Cámara Municipal de Río de Janeiro, derivaron en el enfrentamiento entre policías y manifestantes, algunos de ellos profesores que reclamaban por la distribución de cargos y el ajuste salarial.
A pesar de las demandas de los profesores, el proyecto de ley del “Plan de Cargos, Carreras y Remuneraciones” fue aprobado hoy por el gobierno municipal y ahora tendrá que ser sancionado por el alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes.
Asimismo, vándalos, algunos de ellos enmascarados, rompieron los cristales de diferentes sucursales bancarias y provocaron daños en el mobiliario público, lo que, según medios locales, provocó la detención de al menos seis personas.
Por otro lado, un grupo de activistas de Greenpeace se sumó ayer a una jornada de protestas convocada por indígenas en Brasilia e izó un estandarte con el rostro de un nativo en un mástil situado frente al Palacio presidencial de Planalto.
Protestan docentes paraguayos por los descuentos salariales de la última huelga

Los sindicatos de docentes de la enseñanza pública de Paraguay rechazaron los descuentos salariales que les aplicó el gobierno durante la última huelga y advirtieron sobre una nueva paralización de actividades.
Los docentes iniciaron hoy una serie de movilizaciones callejeras y cierre de rutas para expresar su repudio a la medida del Ministerio de Educación, que afecta a unos 18 mil educadores.
La Federación de Educadores del Paraguay (FEP) analiza declarar una nueva huelga, mientras la Organización de Trabajadores de la Educación del Paraguay (OTEP) considera que la medida del gobierno “es un atropello, una sanción a los trabajadores de la educación por salir a defender sus derechos y reclamar sus reivindicaciones”.