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Salen 500 damnificados del albergue de la UAG; regresan a San Vicente que después será reubicado

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

Los más de 500 damnificados por las lluvias de la tormenta tropical Manuel, de la comunidad de San Vicente en el municipio de Chilpancingo, abandonarán este jueves el albergue de las canchas de Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), después de dos semanas de haber permanecido allí, como consecuencia del riesgo que corrían en su comunidad por los derrumbes que estaban ocurriendo.
Los damnificados se regresan a su comunidad temporalmente, pues el Ayuntamiento les prometió reubicarlos en el punto conocido como Huapanguito, que se encuentra antes de su comunidad de San Vicente, informó el comisario municipal, Apolinar Sánchez Norberto.
Un grupo de aproximadamente 800 habitantes de esa comunidad llegaron a Chilpancingo el viernes 20 de septiembre, y se refugiaron en el albergue que instaló la UAG en las canchas de la institución; a un costado del Edificio Docente. Mientras que otro grupo de unos 200 llegaron el sábado 21.
Sin embargo, hasta este miércoles sólo quedaban aproximadamente 500 de ambos grupos, y ya todos se encontraban refugiados en el albergue de la UAG.
El comisario Sánchez Norberto, anunció que todo el grupo se regresará este jueves a la comunidad de San Vicente, en donde dejaron sus casas, pues dijo que, por lo pronto, ya no hay riesgos de derrumbes.
Sin embargo, informó que el presidente municipal, Mario Moreno Arcos, les ofreció que será reubicados al punto conocido como Huapanguito, ubicado antes de llegar a San Vicente.
El comisario municipal, incluso agradeció personalmente al rector Javier Saldaña Almazán por el apoyo que les dio la institución a las familias de su poblado, mientras que el universitario le ofreció que la UAG enviará un geólogo e ingenieros a San Vicente, para que realicen un estudio y determinen si no hay riesgos de derrumbes en donde se encuentran sus viviendas.
Asimismo, el rector Saldaña Almazán entregó despensas, que fueron recibidas en los centros de acopio de la institución, a las familias refugiadas para que se las lleven a su comunidad.
El comisario aseguró que durante el tiempo que estuvieron aquí, recibieron un buen trato y aclaró que “nos vamos por nuestra voluntad, no porque nos hayan corrido”.
Sin embargo, Apolinar Sánchez Norberto dijo que van a necesitar todavía mucho apoyo de las autoridades estatales y federales, porque la mayoría de sus cultivos se perdieron por el agua de la tormenta tropical Manuel, “y no sabemos de qué vamos a vivir los próximos meses”.

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