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Aunque están en peligro, pidió el alcalde a vecinos de la Rosario Ibarra que se acostumbren a vivir ahí

*Las autoridades vienen a visitarnos, pero no nos informan de cuándo seremos reubicados, esto es lo único que tenemos, dice una vecina de la colonia capitalina

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

En una visita el lunes del alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos a la colonia Rosario Ibarra, les dijo “ahí están los albergues para quienes se quieran ir”.
Una de las vecinas aseguró que les advirtió, “se tendrán que acostumbrar a vivir escuchando ruidos bajo la tierra”, pese a la grave situación en la que encuentra la colonia ubicada al poniente de la ciudad donde hasta este miércoles se habían registrado casi 90 casas con daños.
La señora Hilda Pano Morales dijo que a dos semanas de que se registraran los desplazamientos de tierra en dicha colonia, ninguna autoridad municipal, estatal y menos federal ha atendido a los ciudadanos que siguen habitando la zona.
“Solo vienen a visitarnos, pero no nos informan de cuándo seremos reubicados, esto es lo único que tenemos, es nuestro patrimonio y ahora lo perdemos poco a poco”, explicó la vecina.
Los vecinos de este asentamiento están en la incertidumbre luego de que hace dos semanas apareció una grieta sobre el suelo que ha cruzado más de 90 casas, las cuales permanecen en riesgo de colapsarse.
En el interior de las casas afectadas las cuarteaduras se han hecho más grandes con el paso de los días, afirmaron vecinos de la colonia, quienes con lágrimas en los ojos mostraron las pérdidas que sufrieron.
Las familias han salido de sus casas por su propio pie, sin el apoyo de ningún área del gobierno, por lo que exigieron que se les brinde un seguro de manera inmediata para que puedan contar con nuevas casas en lugares donde puedan vivir de manera segura.
Las casas afectadas están en riesgo de colapsarse ya que las grietas que atraviesan, pisos, paredes y columnas han ido aumentando, lo que las hace inhabitables y tienen que salir a otras colonias a rentar departamentos.
“Hay  casas en las que vivían dos familias, pero ahora tuvieron que salir porque su casa podrían caer y rentan departamentos en 4 mil pesos mensuales cuando aquí tenían una casa”, comentó.
El gobierno municipal y estatal ha tratado de desalojar a las familias tan solo en la sección A que son 42 damnificadas, pero sin darles opciones para continuar sus vidas normalmente, ya que varias de ellas trabajan en sus hogares.
La colonia Rosario Ibarra está constituida por familias que realizan trabajos de carpintería, herrería y vidriería y algunos han estado en la colonia desde hace más de 10 años.
De acuerdo a los vecinos, el presidente municipal Mario Moreno sólo les ha dicho, “ahí están los albergues para quienes se quieran ir”, aunque les ha advertido que los refugios temporales están llenos.
Por eso sólo algunas familias han abandonado sus hogares y se han ido a vivir con sus familiares o vecinos, pero la gran mayoría se han quedado ante la falta de un espacio a donde acudir.
En la última visita el alcalde les llevó a las familias damnificadas algunas despensas pero cuando le exigieron que les diera una respuesta clara de dónde iban a vivir ahora evadió las preguntas y se retiró del lugar.
Entre sus comentarios, según denunciaron los vecinos de la Rosario Ibarra sección A, Mario Moreno les advirtió: “van a tener que acostumbrarse a vivir escuchando ruidos”, luego de que los vecinos le dijeron que diario escuchan ruidos bajo la tierra, “como si el suelo se moviera”.
En tanto, los estudios realizados por geólogos tardarán dos meses en dictaminarse, sin embargo la mayoría de las familias continúan viviendo bajo el riesgo de que las casas se colapsen, el suelo se hunda o que el agrietamiento se agrande afectando aún más las estructuras y el suelo de esa zona de la ciudad.

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