Marcial Rodríguez Saldaña

La consulta sobre el petróleo

Las iniciativas de Enrique Peña Nieto, por conducto del PRI y la del Partido Acción Nacional para reformar los artículos 27 y 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que tienen con objetivo principal otorgar contratos a empresas extranjeras y nacionales para la extracción de petróleo, y  de ahí entregarles parte de la renta petrolera, siguen su curso parlamentario en el Congreso de la Unión con el propósito de aprobarse en los próximos días o semanas.
1.- Existen por otra parte, muchos ciudadanos y líderes de sectores importantes de la sociedad como Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas, que sostienen la conveniencia de que el petróleo se mantenga como un recurso estratégico de la nación, que no se modifiquen los artículos 27 y 28 de la Constitución para que no se otorguen contratos a particulares, que haya una modernización de PEMEX y que se combata la corrupción que ha campeado entre los funcionarios y líderes sindicales.
2.- El petróleo está considerado en la constitución mexicana como un recurso que pertenece a la nación, en consecuencia su rango constitucional es uno de los aspectos considerados como parte de los principios fundamentales de nuestra Carta Magna. En ese sentido, al existir una divergencia sobre un tema tan relevante para el país, lo más adecuado es que este asunto sea consultado directamente a los ciudadanos, quienes son los únicos y verdaderos depositarios de la soberanía nacional.
3.- México ha llegado muy tarde a la incorporación de las formas de participación ciudadana, como en este caso la consulta popular, pues apenas el año pasado, el 9 de agosto del 2012, se publicaron en el Diario Oficial de la Federación las reformas constitucionales que reconocen la participación ciudadana mediante la consulta popular, sin embargo, los legisladores federales –senadores y diputados– no han cumplido con el mandato de aprobar la legislación reglamentaria a más tardar en un año a partir de esa fecha.
4.- Es necesario que los miembros del Congreso de la Unión cumplan con este deber de aprobar la legislación reglamentaria sobre la Consulta Popular y demás formas de participación ciudadana, de tal manera que haya el marco normativo pleno para que en estos casos como el de la reforma a los artículos 27 y 28 constitucionales, la decisión de una reforma no la tome un pequeño grupo –aun cuando sean representantes populares- sino que sea directamente la ciudadanía quien resuelva en definitiva si se modifica o no el régimen constitucional del petróleo.
5.- La consulta popular como una forma de participación ciudadana para resolver asuntos fundamentales de un país, a través de diversos mecanismos como el referéndum y el plebiscito, es una práctica normal en distintos países de Europa, Sudamérica y en algunos entidades de Estados Unidos, por ello, debería ya aplicarse en México puesto que es una de las formas de ejercer la democracia directamente por el pueblo.
6.- Peña Nieto se encuentra en el dilema de aprobar una reforma que privatice el petróleo, con el voto de senadores, diputados federales y locales afines a su proyecto, lo cual desencadenaría una inconformidad de millones de mexicanos que se oponen a esta iniciativa y llevaría a un ambiente de confrontación; por ello para evitar este escenario, lo más aconsejable, como se hace en los países que practican la democracia participativa, es que se consulte a los electores y sean ellos quienes tomen esta decisión tan relevante para la nación.

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