Mil 500 familias de la capital que están en zonas de alto riesgo serán reubicadas, dice el alcalde

*Considera Mario Moreno que este número podría incrementarse a 4 mil. Anuncia que después de que termine la contingencia se analizará el traslado de los colonos de la Rosario Ibarra. Se tendrán que reubicar al menos siete comunidades entre ellas San Vicente, Azinyahualco, Carrizal del Pinzón, Rincón de la Caparrosa y Chicahuales. “Yo instruí que no podían meter ninguna máquina”, dice del derrumbe provocado por un permiso que dio su funcionaria, Verónica Vega. A pesar de su negligencia no la quitará de su cargo, adelanta

Anarsis Pacheco Polito

Chilpancingo

El alcalde Mario Moreno Arcos informó que busca una reserva territorial que cuente con las condiciones para que puedan establecerse unas mil 500 familias ubicadas en zonas de alto riesgo y advirtió que la cantidad se puede incrementar a 4 mil.
En el caso de la colonia Rosario Ibarra aseguró que las familias que hayan sido afectadas por el desplazamiento de tierra que se registró desde hace dos semanas se analizará su reubicación después de que termine la “contingencia”.
Del fraccionamiento Río Azul, donde el Ayuntamiento entregó una autorización para la construcción de una barda en 60 metros cuadrados lo que provocó la caída de un patio de servicios de ocho metros de ancho y dos metros de largo a pesar de que el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) había prohibido algún trabajo, dijo que lo autorizó la subsecretaria de Desarrollo Urbano, Verónica Vega Abarca, quien le dijo que lo firmó sin revisarlo.
La mañana de este jueves Mario Moreno, acompañado por el director de Protección Civil, Alfredo Cuenca Marino, visitó la colonia Rosario Ibarra que fue calificada por geólogos de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG) como la más crítica de las seis colonias que están en laderas en la capital.
Ahí los vecinos le preguntaron si se les dará el apoyo para salvar su único patrimonio, le pidieron que cumpliera con su palabra y respondió que estaría al tanto de ellos.
La colonia Rosario Ibarra sección A está integrada por familias de clase obrera que se dedican a la carpintería y herrería principalmente, quienes ante la llegada del alcalde salieron a expresarle su preocupación sobre los daños que dejó la tormenta tropical Manuel.
Al finalizar la plática informal y breve con los vecinos, el alcalde informó que a todas las familias que viven en casas que presentan daños por el desplazamiento de la tierra se van a reubicar en un nuevo terreno.
“Estamos en ese proceso, vamos a esperar a que termine la contingencia, estamos en la búsqueda del terreno”, agregó.
Sin dar detalles sobre qué terrenos había visto, aseveró que tiene una opción “hacia el sur y otra hacia el norte”.
Moreno Arcos había dado la orden de enviar a las familias que se encuentran en laderas a un nuevo albergue a escasos metros del encauzamiento del río Huacapa, pero informó que este será deshabilitado y las 260 familias que actualmente están en él serán trasladadas al albergue del Instituto del Deporte de Guerrero (Indeg).
Comentó que 500 habitantes de la comunidad de San Vicente regresarán a su poblado y dejarán las instalaciones de ese albergue, a donde llegarán las familias restantes.
Moreno Arcos dijo que ayer sobrevoló San Vicente y reconoció que hay “un riesgo latente si se registrara un temporal fuerte de lluvias”, pero aún así volverán al menos 500 habitantes que están refugiados en la capital, el cual quedó con 350 damnificados de esta ciudad.
“Ya las familias están viviendo en la parte alta, creo que podemos aguantar unos días, por mientras podemos trabajar en el desarrollo que se tiene que hacer ahí en la zona”, comentó.
Agregó que sólo quedarían instalados los albergues del SUSPEG, el de la Upech, el de las canchas de la Universidad y el del Indeg, aunque indicó que la Upech también se encuentra en una zona de riesgo ante una corriente similar a la pasada sobre el río Huacapa.
Reconoció que además de la capital del estado, el problema continúa en las comunidades del municipio, aseguró que se tendrán que reubicar al menos siete comunidades entre las que se encuentran San Vicente, Azinyahualco, Carrizal del Pinzón, Rincon de la Caparosa y Chicahuales.
“Tengo el problema de las comunidades, los de Tejocote se regresaron y aún no está seguro, hoy estuve en Rincón de la Caparrosa, ahí se llevó gran parte del pueblo y la telesecundaria”, agregó.
Comentó que está revisando los terrenos donde serían reubicados los poblados que resultaron seriamente afectados, como Azinyahualco de donde salieron todos los habitantes y actualmente se encuentran refugiados en El Ocotito.

Del fraccionamiento Río Azul

En el caso del fraccionamiento Río Azul, en donde el municipio entregó una autorización para la construcción de una barda en 60 metros cuadrados que provoco la caída de un patio de servicios de ocho metros de ancho y dos de largo a pesar de que el el Centro Nacional para la Prevención de Desastres (Cenapred) había prohibido algún trabajo, dijo que el permiso que fue autorizado por la subsecretaria de Desarrollo Urbano, Verónica Vega Abarca, no fue revisado y que lo firmó sin que lo leyera.
“Le pasaron el bonche (de documentos) y nunca creyó que fuera de esa colonia, lamentablemente sucedió, yo ayer por la tarde hablé con ella seriamente, ella me ofreció disculpas y me dijo que le pasaron el bonche de documentos y que nunca creyó que fuera de esa colonia”, justificó.
Aseguró, “yo mismo instruí que no podían meter ninguna máquina, son hechos lamentables que no deben ocurrir, mientras no haya un dictamen de los especialisatas no se debe de trabajar”.
Comentó espera reparar el daño que dejó la máquina, pero que no despedirá a la funcionaria negligente, “si la corro no lo reparo”.
Sobre si el Ayuntamiento pagaría los daños por haber permitido dicha obra  respondió “ nosotros asumiremos la responsabilidad y el funcionario también”.
Antes de su visita por la Rosario Ibarra el priista recorrió vía aérea la torre de alta tensión que esta sobre las casas de dicho fraccionamiento.
Explicó que en la inspección de las torres le informaron trabajadores de Comisión Federal de Electricidad (CFE) que no corre peligro de colapsar, pero que se debe de reforzar.