Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Legislar para la protección civil

Sin crisis no hay desafíos, sin desafíos la vida es rutina, una lenta agonía. Albert Einstein.

Manuel ha dejado al descubierto la fragilidad de nuestra organización social, las escenas de miles de guerrerenses, comunidades enteras, sorprendidos por los afluentes de ríos, arroyos, presas y lagunas, por los derrumbes de sus casas, centros de salud y escuelas, de cerros y carreteras, resguardándose en albergues y cimas de cerros más seguras, incomunicadas sin alimentos y medicinas, con una reacción que no tenía a ciencia cierta idea de la dimensión de la tormenta, nos permiten corroborar nuestra fragilidad como sociedad y gobierno.
Tenemos que reconocer que no se previno adecuadamente más allá de los protocolos administrativos, que no teníamos contemplado en nuestros planes de acción social y gubernamental un escenario de esta magnitud; que no logramos, como sociedad y gobierno, dar una respuesta antes, durante y después de la tormenta, a la altura de sus características.
Tenemos que reconocer que en el pasado, como sociedad y gobierno, no hemos respetado a la naturaleza ni a la ley al permitir y consentir la edificación de desarrollos habitacionales, pueblos y comunidades, edificios y servicios públicos, en zonas de alto riesgo; que el propio riesgo no ha sido un factor a la hora de gobernar, tal vez para ejercer el poder o conducir las carreras políticas personales.
Manuel nos ha desnudado como sociedad y gobierno: nuestra pobreza, abandono, asentamientos irregulares, corrupción, descoordinación, inexistencia de planes de contingencia y de manejo de crisis, y lo más reprobable: políticos que hacen marketing con la desgracia.
Cada quien hizo lo que pudo, entregar despensas, salvar vidas en riesgo, y perderla en el intento, abrir albergues, instalar centros de acopio, llevar maquinaria para abrir caminos, integrar brigadas, ya sea en la comunidad, en el municipio o en el estado, pero todo desarticulado, entiendo, el momento requería una acción inmediata y como fuera. Pero ya no podemos seguir actuando así so pena de volver a no aprender la lección y seguir igual.
Lo he planteado públicamente aquí en mi colaboración para El Sur, en donde he dicho que he recorrido zonas afectadas de Acapulco y comunidades de mi Tierra Caliente, donde he constatado directamente el desastre que ha ocasionado Manuel en nuestra entidad, en la gente, dejando una estela de despojo, tristeza, abandono, arrebato, incertidumbre y muerte; Coyuca de Catalán, Arcelia, Tlapehuala, San Miguel Totolapan, Zirándaro , sólo por mencionar algunos municipios en los que he constatado la tragedia.
Gracias a los medios de comunicación y redes sociales ha sido impresionante enterarse de La Pintada, Totomixtlahuaca, en Tlacoapa; Coyuca de Benítez, Chilpancingo, Quechultenango, Mochitán, Santo Domingo, en Atoyac; Balsamar en Chichihualco, en fin Manuel nos ha pegado a todos, el desastre es generalizado en todo el estado, todos hemos resultado afectados.
Viene la reconstrucción, casas, puentes, carreteras, autopista, caminos, presas, escuelas, centros de salud, calles, iglesias, tierras de cultivo, restaurantes, avenidas, boulevares, edificios públicos y privados, redes de electricidad, vehículos.
Viene la etapa de reconstruir puentes que comunican a las comunidades, pero también debemos ocuparnos de reconstruir puentes que comuniquen a la sociedad y gobierno, a los tres órdenes de gobierno, a los tres poderes públicos, a la sociedad civil.
Después del golpe, y por el tamaño de sus efectos, la empresa que viene es monumental, enorme, se requerirá de un gran esfuerzo y organización, en el que no cabrá la improvisación, desarticulación, desorganización y los esfuerzos dispersos e individualistas, mucho menos la mercadotecnia política.
Celebro que el gobierno de la república y el estatal, se hayan ido conjuntando poco a poco para afrontar la emergencia y asistir a los damnificados, pero no será suficiente crear un comité de vigilancia para la aplicación de los recursos del Fondo de Desastres Naturales.
Como diputado que tengo el honor de ser, el tema es qué va hacer el Poder Legislativo de los guerrerenses, como representantes de la voluntad ciudadana y soberanía de este estado, como gestores, creadores de leyes y contrapeso de los otros poderes públicos del estado, propongo:
Llamar al responsable de la seguridad pública y protección civil del gobierno del estado a fin de que exponga ante esta soberanía la manera en que el Poder Ejecutivo respondió a la necesidad de la protección civil antes, durante y después  del paso de la tormenta tropical Manuel, para derivar de su exposición fortalezas y debilidades, amenazas y oportunidades de la política estatal de protección civil para transformarla y rehacerla.
Encargarle a la comisión de protección civil de esta legislatura realice un diagnóstico de la legislación en materia de protección civil a fin de conocer sus alcances y limitaciones, vigencia y no aplicabilidad, debilidades y fortalezas, apoyándose en la consulta a instituciones y expertos relacionados con la materia.
Integrar una comisión legislativa temporal de revisión y seguimiento de las acciones de los tres órdenes de gobierno, orientadas a la reconstrucción de los daños y afectaciones de la tormenta Manuel.
Llevar a cabo un proceso de actualización legislativa por parte de esta legislatura de las leyes, normas y reglamentos en la materia de las leyes estatales y municipales.
Vuela Vuela palomita y ve y dile: a mis compañeros legisladores que hay que agarrar al toro por los cuernos, que vayamos legislando para que tengamos una mejor política de protección civil y no nos volvamos a quedar pasmados cuando quiera regresar Manuel por estos rumbos.

468 ad