Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Octavio Klimek Alcaraz

La corrupción urbanística

Octavio Klimek Alcaraz

Este artículo fue publicado el 6 de octubre de 2007, hace 6 años en El Sur. Por su infortunada vigencia, se vuelve a presentar con cambios leves.
El pasado 9 de junio –del 2007– escribí un artículo en este diario titulado Exorcismo al efecto mariachi. El artículo versaba sobre los escándalos de especulación y corrupción en inversiones inmobiliarias de España. Entre otras cosas citaba la información de que en abril de este año la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo aprobó un informe demoledor sobre el urbanismo salvaje en la costa mediterránea de España. Para ello, presentaba dos extractos del informe citados en el diario español El País del 12 de abril: “Lo que está ocurriendo a lo largo del litoral mediterráneo español no es tanto desarrollo sostenido programado de las comunidades locales cuanto, con frecuencia, un expolio de la propia comunidad y de su patrimonio cultural, el enladrillado del litoral, la destrucción de una fauna y flora frágiles y el enriquecimiento masivo de una pequeña minoría a expensas de la mayoría”…”Las laderas de los montes se ven invadidas por un cáncer de viviendas clónicas, no porque sean necesarias sino porque suponen un beneficio para urbanizadores, constructores, arquitectos y abogados”.
Al mismo tiempo diversas empresas inmobiliarias españolas están creciendo sus montos de inversión en el negocio inmobiliario turístico y de vivienda en México. En España a esto lo bautizaron como “efecto mariachi”. Por tanto, se comentaba en el artículo la necesidad de evitar en México las malas experiencias de España en la materia.
En especial cuando uno observa el desastre urbano de nuestras ciudades, surgen numerosos y evidentes indicios de actitudes de corrupción. La gente murmura y sospecha de nuevos y viejos ricos en sitios donde hacer negocios de manera honesta es cuando menos complicado.
La percepción pública es que hay corrupción en todos los órdenes de gobierno. Lo único que no sabemos con exactitud es cómo se reparten el pastel. Percibimos tráfico de influencias, manejo de información privilegiada, compadrazgos, extorsión, uso de funcionarios de sus propias compañías inmobiliarias y de la construcción con dueños simulados, tales complicidades, que son esquemas prácticamente de delincuencia organizada. Súmese a esto la peligrosa corrupción de la ignorancia de asumir responsabilidades sobre asuntos de gobierno a los que llegan a aprender. La desesperanza es que no hay capacidades desde el propio gobierno de hacer justicia a la sociedad agraviada. En broma, y medio en serio, con amigos comentábamos que requeríamos al estilo Revolución Francesa una guillotina en el zócalo para limpiar de corruptos el gobierno.
El desastre urbano es transversal a todas las ciudades de Guerrero, y es por supuesto el producto de décadas acumuladas de malos gobiernos.
Acapulco es la ley de la selva urbanística. Ya hemos escrito del problema de Punta Diamante, donde se han autorizado asentamientos en áreas de riesgo, en especial inundables. El Parque Nacional El Veladero sólo se percibe como un espacio para la especulación de nuevos asentamientos. Nadie se quiere hacer cargo de él, nadie quiere hacer un manejo real del Parque. Poco a poco van los asentamientos reduciendo su espacio. Hasta que llegue otro huracán Pauline, y genere una tragedia igual o peor en el puerto. Entonces vendrán las reuniones de trabajo para cascarear las responsabilidades.
En Chilpancingo vivimos el desastre de la corrupción urbanística. Mi barrio San Francisco es todavía habitable con todo y el desastre del transporte público. Pero uno observa un montón de nuevos desarrollos inmobiliarios, sin servicios básicos, sin áreas verdes o públicas, con descargas de aguas negras en cualquier barranca cercana, incluso en áreas de alto riesgo. Todos ellos, producto de desmonte de áreas silvestres para llenarlas de concreto.
Tixtla se inunda siempre. Es una cuenca endorreica, una cuenca cerrada, no hay salida natural para el agua. Lógicamente su laguna crece con la época de lluvias. Históricamente se inundaban según me acuerdo hasta el barrio de El Santuario. Quiero suponer que la gente asentada no invadió el área conocida de inundación de la laguna de Tixtla. Porque entonces sería otro problema de corrupción urbanística, construir en terrenos de inundación. Quiero suponer que en realidad es un problema de un ingreso enorme de agua, anómalo en décadas al Valle de Tixtla y su laguna. La verdad es que no he conocido una explicación técnica de qué pasó por una autoridad competente hacia la opinión pública, salvo las noticias de la tragedia de las familias inundadas.
De hecho, para regular el balance hidráulico del Valle de Tixtla, hace muchos años se construyeron un par de presas que gestionan las aguas que llegan a la Laguna. Seguramente esas presas son insuficientes para manejar la contingencia. La alternativa posible es el trasvase del excedente de agua a las cuencas cercanas –lo cual no es necesariamente lo más recomendable por los impactos ecológicos adversos que esto conlleva– ya sea desde las propias presas o de la propia laguna. El asunto es analizar las distintas alternativas ambientales, técnicas y económicas de trasvase, o de plano sanear las agua y vivir al estilo Venecia, incluyendo las góndolas.
En esta parte del artículo actualizado se agrega la parte final del artículo citado al principio y titulado Exorcismo al efecto mariachi, ya que es necesario retomar algunas de las propuestas ahí comentadas: En la nueva Ley de Suelo en España, se incluyen medidas contra la corrupción urbanística. Hay medidas para los concejales o regidores como la declaración patrimonial, informar sobre cualquier otra actividad que les genere ingresos. Los concejales durante los dos años al fin de su mandato, no pueden trabajar en empresas relacionadas con las competencias del cargo desempeñado.
Para combatir el mal uso de la información privilegiada, la nueva Ley prevé en el caso de cambios de uso de suelo, que cuando una alteración parcial del ordenamiento urbanístico incremente la edificabilidad o modifique los usos del suelo, deberá constar la identidad de todos los dueños de ese suelo durante los cinco años anteriores.
Un asunto importante en la Ley de Suelos, es garantizar la existencia de servicios en los nuevos desarrollos. Se plantea atender, en la ordenación que se hagan de los usos del suelo, a los principios de accesibilidad universal, de igualdad de trato y de oportunidad entre mujeres y hombres, de movilidad, de eficiencia energética, de garantía de suministro de agua, de prevención de riesgos naturales y de accidentes graves, de prevención y protección contra la contaminación y limitación de sus consecuencias para la salud o el medio ambiente.
Se fija también con mucha claridad la prevalencia de la protección ambiental sobre la ordenación urbanística, sólo se pueden urbanizar en aquellos espacios protegidos que hayan perdido sus valores naturales y para ello los ayuntamientos tienen que justificarlo científicamente.
En México se deben plantear propuestas similares a las españolas, algunos de los criterios que la organización ambientalista española Ecologistas en Acción propone son:
Recuperar la función social del urbanismo, planificando el territorio no con base en el mercado sino a las necesidades reales de la población. Las ciudades deben diseñarse de acuerdo a los principios de eficiencia (suelo, energía, agua, movilidad, calidad de vida).
Garantizar la transparencia en todos los procedimientos urbanísticos. Permitir a la ciudadanía el acceso a la información y la participación.
Ordenar y planificar la utilización del territorio, a nivel regional, con el fin de garantizar la utilización sostenible del mismo, limitar su destrucción y evitar la degradación medioambiental.
No nos podemos permitir que se sigan generando día con día más desarrollos, que en términos urbanos son verdaderos espacios basura por la claudicación o complicidad de la autoridad responsable. Hay que frenar la destrucción ambiental del territorio, por la inadecuada gestión, falta de alternativas o complacencia con la actividad urbanística ilícita favoreciendo así la consolidación de un sistema ineficaz y corrupto.
En fin, hace falta comprender que tenemos por nuestro propio bien que cambiar las cosas, y por supuesto el actual modelo de desarrollo urbano.
P.D. En estos días se celebra al patrono de mi barrio San Francisco, que por cierto es el santo patrono de los ecologistas, ojalá ilumine a nuestra clase política.
“P.D. Chilpancingo merece una discusión abierta sobre su futuro, en los tiempos por venir invitamos a los interesados a propiciarla. Si quieren invertir 500 millones de pesos para tratar las aguas negras, estamos todos de acuerdo. Quiero suponer, que los responsables hicieron un cuidadoso análisis de alternativas, las evaluaciones ambientales correspondientes, ubicación después de ese análisis de los posibles sitios para el tratamiento, costos de la inversión y de la operación del tratamiento, las formas de recuperar la inversión y los costos de operación, tiene la respuesta de cómo van a reusar el agua tratada. Seguramente están intensados en la transparencia y una intensa participación de la sociedad en el proceso de toma de decisiones, siempre bien informada. Si no fue así, vamos a trabajar en ello. De entrada, dudamos de las bondades de una gran planta de tratamiento al sur de la ciudad, pero los responsables deben convencernos a la ciudadanía de Chilpancingo. Una equivocación de 500 millones de pesos sería garrafal”.
Esta posdata la escribí en el artículo original y entiendo que realizaron dicha gran inversión, espero por lo menos la estén operando, si no fue otra inversión opaca e inútil en un estado pobre.

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