Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Los rescataron vecinos, no autoridades, dicen afectados de Olinalá Princesa

Karina Contreras

A pesar de las inundaciones que dejó la tormenta tropical Manuel se siguen rellenando los humedales, y eso se pudo observar en un predio que colinda con el fraccionamiento Olinalá Princesa, donde una máquina arrojaba tierra para rellenar una pozo de agua.
La segunda sección de ese conjunto habitacional, de clase media, resultó severamente afectada por la lluvia; allí la mayoría de sus habitantes lo perdieron todo pues el agua alcanzó más de dos metros.
En un recorrido por el lugar, algunos afectados comentaron que fueron salvados por otros vecinos con tablas de surf y colchones inflables, porque ni el Ejército ni la Marina llegaron a apoyarlos.
Lamentaron que las autoridades de Protección Civil municipal y estatal no hayan informado lo que sucedía y lo grave que era la situación con la tormenta Manuel.
El fraccionamiento Olinalá Princesa se encuentra a la orilla de bulevar de Las Naciones y los niveles del agua en la segunda sección alcanzaron los 2 metros 30 centímetros, pues a un costado se encuentra un brazo meándrico de la laguna de Tres Palos.
Precisamente atrás del fraccionamiento se observó a una máquina rellenando el brazo meándrico y varios carros de tierra están en espera de vaciar su carga.
Los vecinos dijeron que de la colonia Ampliación Llano Largo se está rellenando y eso les preocupa porque se tapan los cauces.
Varias de las casas que están cerca del cauce se encuentran todavía sucias y abandonadas; hay otros vecinos que siguen con la limpieza de sus viviendas y en la calle colocan los muebles dañados. Se pueden ver salas, restos de cocinetas, refrigeradores y estufas, así como automóviles de diversos modelos llenos de lodo.
Dijeron que han encontrado víboras, así como dos crías de cocodrilo, y que las autoridades acudieron al lugar para regar cal en el lodo, pero los vecinos solicitan que vaya una maquinaria que les ayude a retirar el lodo porque huele horrible.
Una de las afectadas dijo que con su familia fueron rescatados por unos vecinos en una lancha inflable, que nunca habían pasado esa situación ni con el huracán Paulina.
Reprochó que las autoridades de Protección Civil no hayan avisado sobre la tormenta y su peligrosidad; “nadie nos avisó lo que estaba pasando”.
Indicó que a ese fraccionamiento ninguno de los tres ámbitos de gobierno les ha llevado siquiera una “aspirina”, y comentó que más de 40 personas se fueron a refugiar a la casa de su vecino Andrés Lara, “a quien le debemos la vida porque con otros vecinos nos sacaron de nuestra casa que por pocos centímetros tapa el primer nivel”.
La señora dijo que hubo pérdida total de sus cosas, “nos fue muy mal”.
Comentó que pasaron varios días sin energía eléctrica, pero que ya tienen, que lo que no ha llegado es el agua y el camión de la basura pasa una vez a la semana y les urge que vaya para que se lleven los muebles que no sirven.
Otra habitante se quejó de que es una burla que la CAPAMA haya ido a tomar lectura del servicio cuando no lo tienen y dijo que las pipas se las vendieron en 800 pesos.
En su casa el nivel de agua alcanzó más de dos metros y se dañaron todas sus cosas.
Mientras la señora Leisli dijo que lo que pasó “es muy triste” y también se quejó de la negligencia de las autoridades por no avisar.
Indicó que mínimo se tendría que haber mandado un spot de alerta, pero que no se hizo nada y por eso los daños.
En su casa el nivel del agua alcanzó también casi los dos metros. Mostró la vivienda que rentó hace ochos meses, donde se ve su refrigerador, estufa y lavadora totalmente dañados y llenos de lodo.
Dijo que tendrán que abandonar la zona pues ya no se siente segura con su familia. La casa huele a humedad y tiene lama en las paredes. El baño, aunque ya fue lavado, todavía tiene las manchas de lodo y el retrete, antes blanco, ahora es color café.
Mientras que el señor Juan Ochoa, que también perdió todo, dijo que no ha podido ingresar a su casa; tiene poco tiempo de estar en Acapulco y sobre lo que vivió ese día respondió: “Fue algo muy feo, es algo que nunca había experimentado”.
Comentó que son de la ciudad de México y vinieron a radicar a Acapulco, pero “la verdad es algo muy feo que no tiene explicación”.
Indicó que para él salvar la vida y la de su familia fue lo más importante, que no pensó en las cosas materiales y salió con ayuda de varios vecinos que los rescataron con balsas porque “ninguna autoridad nos dio apoyo, ni Protección Civil ni nadie”.
Juan Ochoa agregó que todavía no ha podido regresar a su casa y sigue viviendo en la de un vecino que hizo un albergue donde estuvieron 45 personas.
Indicó que no han tenido apoyo de nadie, que todavía sigue la laguna y el lodo en las calles y por lo tanto son casas que no se pueden habitar.
En el fraccionamiento viven jefes o gerentes de empresas, pequeños hoteleros o políticos como el actual secretario de Desarrollo Económico y Presupuesto, Carlos Álvarez Reyes, o el dirigente nacional de la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), Abel Domínguez.

468 ad