Piden especialistas que se sancione la violencia obstétrica contra indígenas

*Señalan que Oaxaca, Guerrero y Chiapas se encuentran entre los estados con los índices más alarmantes de mortalidad materna y de atención a la salud

Adriana Alatorre / Agencia Reforma

Ciudad de México

La negligencia de autoridades de Oaxaca que provocó que dos mujeres parieran en el patio de un centro de salud, forma parte de la violencia obstétrica con la que se trata a las indígenas y representa una de las más graves violaciones a sus derechos humanos, coincidieron especialistas.
Advirtieron que es necesario la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para garantizar la salud materna.
En los últimos dos meses, dos mujeres parieron en el patio del centro de salud de San Felipe Jalapa de Díaz, en la región Cuenca del Papaloapan en Oaxaca, luego de que médicos y enfermeras les negaran el servicio.
Para Raffaela Schiavon, secretaria técnica del Comité por una Maternidad Segura, es necesario fincar responsabilidades en estos dos casos, pues la Secretaría de Salud ha anunciado inversión financiera para avanzar en el Convenio Marco para la Atención de Emergencias Obstétricas que busca evitar que las mujeres sean rechazadas por los hospitales.
Señaló que Oaxaca, Guerrero y Chiapas se encuentran entre los estados con los índices más alarmantes de mortalidad materna y de atención a la salud.
“La CNDH debería pedir medidas concretas de reparación del daño y de no repetición de esta situación, por parte de las autoridades estatales estatal y de la vigilancia de la rectoría de la Secretaría de Salud. Creo que no hay justificación para que esto suceda. Es responsabilidad absoluta de los servicios de salud, de los hospitales, de todos los niveles de atención tomar medida para que esto no suceda”, pidió.
Braulio Campos Ortiz, investigador de salud pública de la Universidad de Oaxaca, expuso que la violencia obstétrica es una de las agresiones más constantes que sufren las mujeres en la entidad.
Advirtió que esta trae como consecuencia una alta cifra de muerte materna, lo que representa para las oaxaqueñas una de las más graves violaciones a sus derechos humanos.
“La violencia obstétrica está presente en la mayoría de los embarazos de la entidad. Ese tipo de violencia se define como todas aquellas agresiones, violaciones u omisiones cometidas por personal de salud contra las mujeres durante su embarazo, parto o puerperio o cuando ocurran emergencias obstétricas”, dijo el también integrante del Colectivo Huaxyacac.
Expuso que la Red en Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser) documentó 385 situaciones violatorias relacionadas con demoras, violencia verbal y emocional, maltrato físico, falta de confidencialidad, falta de información y carencia de recursos en los servicios de ginecología y obstetricia.