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Reconstruyen sus casas vecinos de la colonia Azteca en la capital sin ayuda del gobierno

*Piden ser reubicados en algún terreno que puedan pagar y que se construya el encauzamiento que se llevó el río Huacapa

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Familias  regresaron a vivir a zonas de alto riesgo en la capital del estado a 20 días de haber perdido su patrimonio. Reconstruyen sus viviendas sin ayuda del gobierno municipal, estatal o federal.
En un recorrido por la colonia Azteca, que registró el mayor número de daños en las viviendas, los vecinos coincidieron en que la atención para reubicarlos no ha sido pronta y como no han terminado las lluvias corren el riesgo de enfrentar otra crecida del río Huacapa, que advirtieron podría provocar pérdidas humanas.
En un terreno devastado por el paso del agua que buscaba su cauce, aún permanecen la basura y los desechos como los primeros días después de que pasó la lluvia que dejo más de 4 mil damnificados en Chilpancingo.
La colonia Azteca se ubica al norte de la ciudad y las familias que ahí viven se dedican en su mayoría a servicios de seguridad privada, dependientes de tiendas de auto servicio y a la albañilería.
Algunos vecinos comentaron que las autoridades encargadas de brindar seguridad a los habitantes de dicho asentamiento no han evitado que la gente regrese a sus casas a pesar de estar en una zona de alto riesgo.
Se dijeron dispuestos a ser reubicados en zonas más seguras y a pagar sus nuevos terrenos siempre y cuando se les den facilidades para su pago y que se realice de manera inmediata.
La colonia está a escasos centímetros del río Huacapa sin una obra de encauzamiento, por lo que los vecinos creen que la devastación en la colonia se debió a la falta de dicha obra y pidieron que si no se les dota de un nuevo terreno, por lo menos que se construya el encauzamiento.
“Estamos a favor de la reubicación pero no vemos que el Ayuntamiento trabaje de manera eficiente, vienen y se toman la foto los políticos en el lodo pero no llega la ayuda, ya son más de dos semanas y las cosas siguen iguales”, agregó un vecino.
El esfuerzo de las familias para reconstruir sus casas de madera se muestra en la solidaridad entre ellos y en el trabajo diario que se realiza sin un sólo centavo del gobierno municipal, al que acusan de no realizar su trabajo.
Los escombros son removidos por las manos de niños y adultos, quienes tratan de salvar sus pertenencias que puedan ayudar para la construcción de una nueva casa.
En la colonia habitan más de 140 familias pero no todas cuentan con un terreno ya que en algunos casos el río Huacapa se los llevó y ahora buscan un recoveco en la colonia para empezar su nueva vida.
A pesar de la suciedad del río y de algunas tuberías de drenaje rotas, las familias lavan su ropa en lavaderos improvisados, mientras los niños ayudan a buscar cosas entre los escombros. En la zona que no ha sido visitada por brigadas de sanidad las madres aprovechan para darle alimentos a sus hijos.
“Tenemos miedo de lo que pueda pasar, pero pues qué podemos hacer nadie nos ayuda, los del trabajo temporal sólo ayudan a los que quieren y nosotros no podemos ir a trabajar porque tenemos que habilitar nuestras casas”, agregó una de las vecinas quien perdió una pequeña tienda de abarrotes.
Las personas de este asentamiento son de escasos recursos por lo qeu ele costo del transporte público para llevar a sus hijos a las escuelas sería otra situación a la que deberían enfrentarse si hubieran accedido a trasladarse al refugio del Instituto Nacional del Deporte Guerrero (Indeg).
Los vecinos que viven cerca de la presa Cerrito Rico aseguran que sigue llena y aún así las compuertas ya fueron cerradas, por lo que en caso de que haya otra lluvia intensa las compuertas se tendrían abrir de emergencia y esto provocaría otra inundación.

Hay 783 refugiados en albergues

El Ayuntamiento capitalino se vio rebasado por la emergencia provocada por la tormenta tropical Manuel. Se instalaron 24 albergues en donde se estaban refugiando 5 mil damnificados, ahora hay tres albergues y no más de 900 refugiados. Las familias desalojadas de los albergues buscan subsistir sin la ayuda de ninguna autoridad.
Esta semana será deshabilitado el albergue de las canchas de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), pues ya no hay recursos para mantenerlo.
En los registros de cada uno de los albergues que aún funcionan se cuentan 783 damnificados, en el albergue de la Universidad permanecen 71 personas pero una fuente afirmó que ya cerrará.
La única opción de los damnificados es regresar a sus casas pero no han sido rehabilitadas las zonas de alto riesgo ni se les ha informado si serán reubicados.
En el refugio del Sindicato Único de Servidores Públicos del Estado de Guerrero están 244 damnificados que continuamente presentan quejas por los malos tratos del personal del DIF municipal.
En el refugio del Indeg hay 116 hombres, 181 mujeres, 89 niños y 82 niñas, ahí 468 personas son atendidas por efectivos militares desde que inicio la emergencia.
El Ayuntamiento dijo que los más de 4 mil damnificados que han salido de los albergues lo hacen por cuenta propia y porque tienen familiares con quienes acudir.

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