Advierte el alcalde de Tixtla que las casas bajo el agua podrían colapsar pronto

Rosalba Ramírez García

Tixtla

Las casas de los 8 mil damnificados en Tixtla cumplieron 25 días bajo el agua, tiempo durante el cual por lo menos 50 de adobe se han derrumbado desgastadas y reblandecidas por la humedad. El resto podrían colapsar en poco tiempo o resultar con graves daños, coincidieron ingenieros y el alcalde Gustavo Alcaraz Abarca.
Mientras, los damnificados siguen enfermándose de las vías respiratorias, de la piel y de enfermedades gastrointestinales por permanecer cerca de sus casas a la orilla de la inundación en campamentos improvisados para cuidar que no entren a robar a sus viviendas.
El martes por la noche hubo una reunión de damnificados de esta ciudad con autoridades de los tres niveles de gobierno, en la que sólo se reiteró el compromiso del domingo pasado: encender las bombas “de gran capacidad” para las que ya se instaló la tubería que desemboca en la barranca que pasa por Acatempa y Atliaca.
El domingo después de las nueve de la noche fue la reunión entre autoridades y damnificados en donde explicaron las acciones de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el gobierno estatal y municipal para expulsar el agua de la laguna.
La propuesta de ayer es la misma de ese día, la instalación del emisor norte para el que se conectaron casi 5 kilómetros de tubería de alta presión que desfogaría el agua en un vertedero que a su vez desembocaría en la barranca que pasa por las comunidades indígenas de Acatempa y Atliaca.
Damnificados del barrio de Cantarranas afirmaron que el compromiso de las autoridades es que el martes iniciaría el desfogue del agua hacia el emisor norte, pero no fue así y ayer tampoco se realizó por las fuertes lluvias de la tarde.
Para que no vuelva a inundarse Tixtla las autoridades propusieron crear un túnel con un canal controlado para desfogar el agua de la laguna hacia el lado sur, pero este se construiría después de que se libere la zona urbana de Tixtla.
El canal funcionaría sólo cuando el agua de la laguna exceda su nivel y antes de que inunde la zona urbana del municipio. El líquido se llevará a una cuenca y está conectará con el río Papagayo. También plantearon rehabilitar los resumideros naturales de la laguna, haciendo las paredes de concreto.
Los ciudadanos pidieron que se les cubran sus necesidades en materia educativa como más baños para los niños que tienen que tomar clases en salones improvisados en las plazas del municipio porque las escuelas están funcionando como albergues.