Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Reconocen escritores el valor creativo y humano de la ganadora del Nobel

Jorge Ricardo / Agencia Reforma

Ciudad de México

La escritora Sandra de Lorenzano ha recordado la historia: A las 40 años Alice Munro transformó un cuarto de planchar para escribir una novela, La vida de las mujeres. Fue la única que escribió porque ha preferido el cuento.
“Es una autora a la que le ha costado salir adelante con su obra”, dijo Lorenzano sobre la canadiense galardonada este día, a los 82 años, con el Premio Nobel de Literatura.
Juan Villoro, al tanto de esto, indicó también: “Alice Munro es una de las principales voces de la narrativa contemporánea. Un poco en broma, dijo que escribía cuentos porque es el único género que permite llevar una casa. ¿Cómo escribir una novela extensa mientras preparas de comer o lavas la ropa?”
Elena Poniatowska y Mónica Lavín valoran en este Premio Nobel que haya sido el cuento, un género considerado a veces menor frente a la novela; que haya sido una mujer, apenas la número 13 en toda la historia del Nobel, y que sea una canadiense, la primera en ganar en Literatura.
“Ella decidió quedarse con el cuento y lo ha llevado a una altura impresionante en cuanto a estilo, a describir el mundo cotidiano con una prosa muy elegante y sobre todo es una autora que hace honor al cuento, donde lo principal estriba en lo no dicho. Sus cuentos son una mirada no muy obvia sobre la vida pero sí muy penetrante”, dijo Lavín.
El Premio también fue valorado por Poniatowska porque Munro, dijo, pone en el centro de sus historias a los seres cotidianos; narra dramas cotidiano, ahí donde parece que no pasa nada, pero están los dramas comunes a todas las personas.
Por su parte, desde Los Ángeles, la escritora chilena Isabel Allende congratuló a la autora canadiense.
“Felicito a Alice Munro de todo corazón por esta distinción, la más prestigiosa del mundo”, dijo Allende, autora de La casa de los espíritus (1982) y Paula (1995), a la agencia AFP.
“He leído sus cuentos por años con fascinación de lectora y curiosidad de escritora. ¿Cómo consigue crear personajes tan profundos y universos tan completos en pocas páginas?”, expresó.
Munro ha publicado volúmenes de cuentos como Escapada, La vista desde Castle Rock, El amor de una mujer generosa, El progreso del amor o Demasiada felicidad y Odio, amistad, noviazgo, amor, matrimonio, en este último se encuentra “Lo que se recuerda”, contado por una mujer sobre un suceso de infidelidad perdido en la memoria; ahí aparece el siguiente fragmento:
–Llévame a otro sitio –ordenó.
Él le miro la cara.
Sí –dijo.
En la acera, a la vista del mundo. Besándose como locos.
‘Llévame’, había dicho. ‘Llévame a otro lugar’, y no ‘Vamos a otro lugar’. Para ella eso era importante. El riesgo la transferencia de poder. Riesgo y transferencia completos. ‘Vamos’ habría entrañado riesgo, pero no abdicación, que para ella es el comienzo -cada vez que revive aquel momento. del viraje erótico. Pero ¿y si él a su vez hubiera abdicado? ‘¿A qué lugar?¿ Tampoco eso habría servido. Él tenía que decir lo que dijo. Tenía que decir ‘Sí’.

468 ad