Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Abelardo Martín M.

El parteaguas de la gobernabilidad

El momento más difícil del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto es, sin duda, el de las graves inundaciones que afectaron a varias zonas de la república, aunque lo más devastador ocurrió en Guerrero.
Pudo conocerse y medirse la capacidad de reacción de los miembros del gobierno federal, estatal y municipal, pero también a las organizaciones particulares de distintos sectores.
Quedó claro que de la solidaridad y de la caridad se saca raja publicitaria y fama pública, pues hubo quienes hicieron su agosto tratando de ganar espacios mediáticos aprovechando la tragedia. Cada quien sabe, en conciencia, si la caridad y la generosidad se convierten en oportunismo para hacerse fama de bondad, generosidad y buen corazón.
La respuesta federal en auxilio a los afectados se convirtió en resultados concretos. Pero hay la parte urgente y oscura que atender: la corrupción de quienes permitieron y hasta promovieron la urbanización de zonas que visiblemente son riesgosas. Esa es la parte más importante para prevenir tragedias futuras, si no de qué sirve el sacrificio y la afectación que viven miles y miles de personas.
Lo ocurrido en Acapulco debiera ser motivo para hacer ejemplo nacional, porque es un hecho que después de esa tragedia, las cosas no pueden ser iguales.
Destaca la participación ciudadana y la amplia promoción de la solidaridad en una infinidad de campañas públicas y privadas que lograron sensibilizar a millones de mexicanos, pero lo más relevante ahora es obtener conclusiones y enseñanzas, sobre todo para no repetir errores, hijos de la ambición y la impunidad.
Los recursos económicos han fluido. Para reconstruir al estado de Guerrero, se tiene conformado un fondo de 228 millones de pesos entre varias dependencias para proyectos productivos preferentemente en La Montaña, que es la parte más pobre del estado, informó la secretaria de Desarrollo Social Rosario Robles Berlanga.
De acuerdo con la agencia de noticias Al Momento, la titular de la Sedesol señaló que la intención es llegar a esas comunidades marginadas con opciones de ingreso y empleo, sobre todo con las mujeres. “Que nos permita no llegar nada más en la contingencia con una despensa como lo estamos haciendo, sino llegar con una visión de mediano y largo plazo que sea sostenible y que permita que estas familias subsistan precisamente de este ingreso generado a través de los proyectos productivos”.
Se trabaja con la lógica de que sea la vía productiva la salida que complemente el subsidio para que dentro de uno, dos o tres años la familia abandone el Programa Oportunidades porque ya se puede sostener por sí misma.
La Secretaría de Desarrollo Social está trabajando para que el Programa de Desarrollo de Zonas Prioritarias inicie la reconstrucción de vivienda. Asimismo, se lanzará una licitación para la captación de agua pluvial en todas las comunidades, con el fin de aprovechar las intensas lluvias para llenar sus cisternas y contar con agua, independientemente del trabajo que se tiene que hacer sobre agua potable.
El gobierno federal, en colaboración con la administración estatal realizó un censo que se ha hecho casa por casa y que abarca ya más de 25 mil viviendas en todos los municipios de Guerrero. Los recursos se entregarán casa por casa y para que dichos recursos sean auditados y garantizar que el programa de enseres domésticos, que entregará 10 mil pesos a cada familia beneficiaria, llegue verdaderamente a quienes más lo necesitan, se firmará un convenio con la organización Transparencia Mexicana.
En este marco, se avanza en la conformación del Comité Estatal para la Reconstrucción de Guerrero, instancia que se encargará de supervisar la estrategia y los tiempos para la reparación o reposición de vivienda por el paso de la tormenta tropical Manuel.
“El compromiso del gobierno federal es que ninguna familia se quede sin recibir los apoyos.
Vamos a trabajar con absoluta coordinación y transparencia, para que realmente se beneficie a las personas que lo necesitan”, dijo la secretaria Robles Berlanga.
Convendría que, pasada la urgencia, con la cabeza fría y sobre los hombros, revisar lo que se hizo mal, no en la emergencia, sino en la autorización de fraccionamientos, en el respeto al plano regular, a la vocación de la tierra. Claro si es que no se quiere repetir la cadena de errores que cuestan vidas y también mucho dinero.
Hoy cuando el presidente Enrique Peña visite por enésima ocasión en las últimas semanas al estado, hay quienes recomiendan ya la revisión del problema con una óptica de largo plazo, para evitar en lo posible vuelva a pasar.

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