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Asesinatos, extorsiones y secuestros, los tipos de violencia que más afectan, según estudio

Karla Galarce Sosa

Las formas de violencia que más afectan a la población son los asesinatos, las extorsiones, los secuestros, la violencia contra las mujeres, los niños, las amenazas y el robo de vehículos, según una encuesta realizada en 73 parroquias de la Arquidiócesis de Acapulco, como parte de la trigésima Asamblea Diocesana de Pastoral que concluyó ayer en la iglesia Cristo Rey y que convocó a unas 500 personas, entre representantes de parroquias, escuelas católicas y laicos.
En conferencia de prensa encabezada por el arzobispo Carlos Garfias Merlos, los sacerdotes participantes hicieron un exhorto a los actores del proceso electoral para que abandonen “posiciones individualistas o sectarias y asuman valores éticos necesarios para la construcción de una sociedad más justa y pacífica”.
El arzobispo estuvo acompañado en la conferencia de prensa por los coordinadores de la asamblea, los sacerdotes Jesús Mendoza Zaragoza y Octavio Gutiérrez Pantoja, quienes hablaron sobre los resultados de la junta que convocó a representantes de 80 parroquias de la Arquidiócesis, así como a miembros de escuelas católicas y organizaciones civiles.
El colaborador de El Sur, Jesús Mendoza, mencionó que en esta trigésima asamblea se aprovecha la experiencia de la iglesia colombiana para el proceso de construcción de espacios de paz.
“Hemos tenido la asesoría de la iglesia colombiana en cuanto que hemos visualizado una metodología, un marco conceptual y una práctica comunitaria eclesial para la construcción de paz, pero no como una serie de actos puntuales sino como una estrategia global en la cual incluimos a las personas, las relaciones, a las estructuras, en distintos momentos desde las intervenciones en tiempo de emergencia, como es el caso de agresión a víctimas. Estamos aprendiendo a manejar una metodología que involucra a toda la iglesia de Acapulco en todos sus niveles”, explicó Mendoza Zaragoza.
Indicó que parte del proceso de aprendizaje es el “tocar la realidad con honestidad y no como quisiéramos que fuera. Ayer hubo testimonios de víctimas de la violencia y son escasas las personas que no hayan vivido la experiencia, tuvimos una experiencia de tocar el dolor que sigue manteniéndose en distintas áreas geográficas, particularmente en Acapulco y en la Costa Grande, donde están los espacios más dolidos”.
Mendoza Zaragoza agregó que la información del documento Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna, que resultó de la Conferencia Episcopal Mexicana el año pasado, continuará divulgándose en las iglesias, parroquias y templos de la Arquidiócesis.
En su intervención, Octavio Gutiérrez Pantoja comentó que a diferencia de otras asambleas que han tenido, cuyo enfoque había sido la reflexión y la capacitación, en esta trigésima ha sido una experiencia personal. “Creemos que la iglesia tiene mucho qué hacer en la construcción de la paz y a partir de la asamblea queremos que sus diferentes grupos y parroquias demos el enfoque de paz, partiendo de un enfoque integral de la persona”.
El arzobispo nuevamente hizo un llamado a quienes “generan violencia, inseguridad, les seguimos pidiendo que dejen de hacerlo. Sabemos del grave daño que hacen a las familias”.
La psicóloga y dramaturga colombiana Luz Elena Ramírez Saavedra, quien fue una de las personas que coordinaron los trabajos y talleres que se desarrollaron durante la trigésima asamblea, explicó que la parte medular de los ejercicios fue “colocar en el centro la vida al ser humano”.
“Hemos trabajado mucho en el amor propio y las experiencias aquí vertidas son de muy diversas índoles”, afirmó en entrevista.
Agregó que el interés del Secretariado Nacional de Pastoral Social es promover ese programa a nivel social. “Hemos traído la misma metodología que llevamos en Colombia y particularmente en esta asamblea buscamos que las relaciones sean mucho más fraternas, mucho más cercanas y donde los laicos y las laicas podamos protagonizar la asamblea, en un ambiente  de alegría. Hemos traído el dolor de las víctimas y las circunstancias difíciles que han vivido, pero decir que al final de cuentas que Cristo está vivo a través de ti, a través de mí con una mirada de construcción del reino aquí y ahora”.
Ramírez Saavedra aclaró que los trabajos parten del encuentro de la paz del individuo y que de múltiples maneras se seguirá trabajando a futuro.
“Hemos hecho un mapeo de la violencia o cuando menos de la percepción de las realidades que se tienen en las parroquias e identificando las más complejas que se tienen”, dijo.
“En el mapeo de violencia encontramos que las ejecuciones, los asesinatos, extorsión son las que más afectan a la población”, finalizó.

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