No se puede comparar la poesía cubana porque cada lugar tiene su cultura: Pablo Armando Fernández

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Para el poeta cubano Pablo Armando Fernández no cabe la posibilidad de comparar la poesía que se hace en Cuba con la de otros lados pues “cada lugar tiene su cultura, su desarrollo y eso es lo que determina el conocimiento, las ideas, la vida”.
Entrevistado el jueves luego de una de sus múltiples participaciones dentro de la primera Feria Internacional del Libro de Acapulco, el laureado poeta aseguró que además, en la actualidad, los jóvenes cubanos son gente muy culta; “todos tienen educación superior y más facilidad para expresarse acerca de su vida y lo que sienten”.
Comparar es absurdo, recalcó, porque tanto Cuba como México son países con una cultura “muy universal y además nosotros no estamos aislados”,  y recordó que “yo soy mexicano desde que vi Allá en el rancho grande, de Tito Guizar y cuando en los 40 vine a México, fui a Jalisco y fui muy feliz”. Asimismo, reveló además que no es nuevo venir a Acapulco puesto que ha venido de la mano del diplomático Edmundo Font, “que organizaba exposiciones, pláticas con poetas, etcétera, lo conocí, y si no venía por acá pegaba el salto y me venía”.
Luego de recordar más visitas al país como un encuentro literario en Villahermosa, otro en Morelia y uno más en la capital del país, destacó que fue una lástima no quedarse en el país puesto que estaba estudiando en Estados Unidos pero enfatizó: “fue la revolución lo que me regresó a la isla”.
Pablo Armando, quien ha conocido en vida a gente de la talla de Jorge Luis Borges, Pablo Neruda u Octavio Paz, la poesía es algo inherente en él mismo pues “cuando tenía 23 ó 24 años llegué a publicar mi primer libro en la Habana”.
De la mano de Guillermo Cabrera Infante, quien lo invitó a colaborar en distintos medios de la isla el poeta dio rienda suelta a su talento en revistas como la famosa Casa de las Américas y vivió de cerca hechos históricos como el ataque al cuartel Moncada realizado por Fidel Castro.
Luego de un libro de cuentos, tres novelas, uno de ensayos, una obra de teatro estrenada en Nueva York en el 58, Pablo Armando aún sigue trabajando. En la actualidad es miembro de la Academia Cubana de la Lengua y de la Real Academia de la Lengua.
Luego de señalarse al pecho y mostrar la cicatriz de una operación en el pecho comentó: “he tenido la suerte de haber conocido a gente en vida como Mao Tse Tung, la esposa e hijo de Gandhi y hasta la reina Isabel, de Inglaterra, pero mis memorias están en este México lindo y querido”.