Ofrece Peña Nieto revitalizar la Cumbre Iberoamericana tras desdén en Panamá

*Al encuentro sólo asistieron 11 de los 22 mandatarios integrantes de la misma; “Se debe transformar esta Cumbre para posicionarse como un mecanismo moderno, de integración regional y de vinculación global”, dice el Presidente

Érika Hernández / Agencia Reforma

Panamá

El residente Enrique Peña Nieto regresó a México con el reto de revitalizar, en un año, la Cumbre Iberoamericana, la cual está en crisis.
El Ejecutivo federal asumió ayer la presidencia de la secretaría pro témpore de ese mecanismo que agrupa a países de habla hispana y portuguesa.
Sin embargo, lo hace en medio del desinterés de los jefes de Estado que lo conforman, y muestra de ello es que al cónclave en la ciudad panameña sólo asistieron 11 de los 22 mandatarios.
Incluso, el Rey Juan Carlos, que no había faltado nunca, estuvo ausente por cuestiones de salud.
“Cumplidas más de dos décadas de vida (de la Conferencia), este mecanismo de diálogo, creemos todos, está llamado a renovarse para que pueda responder a los desafíos de nuestro tiempo”, destacó Peña en la sesión.
“Se debe transformar esta Cumbre para posicionarse como un mecanismo moderno, de integración regional y de vinculación global. Estos, sin duda, son tiempos de cambio, de nuevos equilibrios en la geopolítica internacional”, advirtió.
A finales del próximo año, el encuentro se realizará en México, en el estado de Veracruz, y para empezar a aterrizar la transformación, Peña pidió tener comunicación permanente con él para articular las propuestas para revitalizar este instrumento.
Los 11 presidentes que participaron en la sesión plenaria reconocieron que la Cumbre, que en años anteriores se caracterizaba por la unidad, interés y dinamismo de sus miembros, debe reformarse al interior.
“Si reflexionamos sobre el futuro de la Cumbre, concluiremos que los países podrán encontrar en la comunidad iberoamericana una herramienta útil para desarrollarse y fortalecerse en el siglo 21, por esa razón se requiere una reforma política e institucional del sistema”, afirmó el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli.
Ayer, en un primer acuerdo ante la crisis de ese mecanismo, los mandatarios determinaron que, a partir del 2015, los encuentros se realizarán cada dos años, además de reestructurar la organización interna.
“Debemos integrar los distintos organismos iberoamericanos que funcionan de manera autónoma y no proporcionan la visibilidad adecuada al espacio iberoamericano. Si las integráramos (en la Conferencia Iberoamericana) haríamos el sistema iberoamericano más eficaz”, afirmó el presidente de España, Mariano Rajoy.
Para la mayoría de los mandatarios, la Cumbre fue el escenario para hacer una especie de ‘informe gubernamental’, pues dedicaron su discurso a presumir logros o a pedir apoyo par problemas locales.
Peña planteó a los países iberoamericanos iniciar su transformación priorizando acciones para elevar la calidad de la educación.
“Se propone priorizar dos temas de amplio impacto social y económico: elevar la calidad educativa y hacer de la innovación el eje de la productividad y de la competitividad de nuestras economías”, sostuvo.
Sin mencionar la reforma educativa que se aprobó en México, ni las inconformidades que se han originado por ello, como las movilizaciones de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), aseguró que para su Gobierno la educación es clave para la formación de capital humano.
En la plenaria de la Cumbre, el único que secundó al mandatario mexicano fue el presidente de Honduras, quien aseguró que en su país el gobierno no ha permitido ser rehén de quienes frenar las clases.