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Exigen justicia y despiden a Rocío Mesino como una heroína en el zócalo de Atoyac

*Familiares, amigos y compañeros acompañaron el cortejo fúnebre hasta el obelisco de Lucio Cabañas, donde organizaciones sociales hacen un mitin. Después se oficia una misa en memoria de la dirigente de la OCSS asesinada el sábado. Asisten los alcaldes de Atoyac y Acapulco

Francisco Magaña

Atoyac

Como una heroína y en medio de un reclamo de justicia, fue despedida la luchadora social Rocío Mesino Mesino, quien fue asesinada la tarde del sábado, cuando atendía un comedor comunitario, en el puente roto de Mexcaltepec, en la sierra de Pie de la Cuesta.
El ataúd de Rocío Mesino, color café madera, sostenido por ángeles, partió de su domicilio en la colonia 18 de Mayo, de Atoyac; donde fue velado por familiares y amigos, quienes acompañaron en la corte fúnebre hasta el zócalo de la ciudad, donde en el obelisco de Lucio Cabañas, las organizaciones sociales del estado y Oaxaca realizaron un mitin y una misa.
El contingente, acompañado de música de protesta, fue encabezado por su padres Hilario Mesino y Alicia Mesino y su hermana Norma, donde destacaba una manta con la foto de Rocío Mesino y un texto exigiendo justicia.
La caravana recorrió hasta la avenida principal Juan Álvarez, donde frente al obelisco de Lucio Cabañas se colocó el féretro de la luchadora social.
En el mitin se definió a Rocío Mesino como “una mujer con más calzones que muchos, que luchó por las causas del pueblo; desde aquí les decimos a los cobardes que tenemos rabia, porque no se atrevieron a enfrentarla de frente, porque era una mujer que con una sola mirada impedía que le hicieran daño. Tuvieron que ser balas las que acabaran con su vida, pero su esfuerzo no fue en vano, su muerte no quedará impune”.
Durante el acto montaron guardia los dirigentes de organizaciones sociales: Tita Radilla, de Afadem; la diputada federal Rosario Merlín, del Colectivo Solidario de Organizaciones De-mocráticas del PRD; Clemencia Guevara Tejedor, del Frente de Defensa Popular; Mario López, del Consejo Lucio Cabañas de Acapulco; Ranferi Hernández, del Movimiento Social de Izquierda; Felipe Flores, del Cecop; Elizabeth Santos, representante de organizaciones sociales Oaxaca, y los alcaldes de Atoyac, Ediberto Tabares, del PRI, y de Acapulco, Luis Walton, de Movimiento Ciudano.
El representante de la Organiza-ción Lucio Cabañas , Mario López, señaló que por el delito de decir la verdad, “a los malos gobiernos no les gusta que esa gente siga viva, hoy fue Rocío Mesino, ¿mañana quién será? La represión ha venido de los gobiernos que no querían que Rocío estuviera viva, pero vivirá en nuestros corazones”.
Elizabeth Santos condenó y exigió justicia, para que no quede impune la muerte de la dirigente social.
Dijo que el asesinato de los luchadores sociales, es la manera que usan los gobiernos para callar sus voces, destacando que Rocío Mesino sembró en la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), “como su nombre, ese Rocío que queda en sus cuerpos y cuyo coraje impulsaba en su lucha, podrán cortar todas las flores, pero no impedirán que llegue la primavera”.
Dijo que Rocío fue como dice el himno, un soldado que brindó el amor a su pueblo, al que va a defender.
Por su parte, la vicepresidenta de la Afadem, Tita Radilla, señaló que le faltaban las palabras para externar su indignación por el asesinato, “el estado mexicano se ha caracterizado por reprimir, asesinar a los que luchan por una mejor condición de vida del pueblo. Rocío fue víctima de esa represión, no sabemos quién sigue”.
Dijo que partió, “pero se queda un pueblo que lucha, que es un derecho que tenemos todos los ciudadanos; no le decimos adiós porque estará presente en cada uno de los movimientos de justicia que emprendamos”.
Clemencia Guevara dijo que el gobierno se ha dedicado a reprimir a los luchadores sociales, en vez de combatir la delincuencia organizada, “nosotros no nos dedicamos a eso que nos quieren atribuir, como pasó con la compañera Nestora, quien sigue en la cárcel”.
Señaló que Rocío Mesino estorbaba al gobierno, por la lucha que venía emprendiendo, por lo que exigió que se investigue su muerte.
Asimismo Ranferi Hernández, dijo que la integrantes de la OCSS desde que emprendieron la exigencia de justicia de los 17 campesinos de su organización asesinados en el vado de Aguas Blancas, han sido hostigados y calumniados por los tres órdenes de gobierno, “aquí enfrente del general Juan Álvarez, y en el obelisco del comandante Lucio Cabañas, exigimos justicia; no había muchas mujeres como Rocío Mesino, implacable y directa en sus planteamientos, a quien externo mi admiración”.
En su participación, visiblemente consternada, Rosario Merlín insistió en que el asesinato de la dirigente social no debe de quedar impune, “les decimos que no la han matado, la han multiplicado, tendrán que acabar con todos los pobres, que así como quieren que no crucen el río de Mexcaltepec”.
Recordó que Rocío Mesino, desde la devastación de Manuel, se mostro preocupada porque no había alimentos, ni leche, para los niños de la sierra en Pie de la Cuesta, donde se estaba enviado víveres “y tienen hambre”, dijo.
Dijo que no sólo por autopistas circulan los mexicanos, porque en Atoyac siguen incomunicados en la sierra, y no han atendido la demanda de los de La Pintada, de rescatar los cuerpos de sus parientes.
Por su parte, el alcalde de Acapulco, Luis Walton, quien participó en el acto del zócalo, exigió que se encuentre a los asesinos.
Lamentó que Guerrero siga siendo un estado violento, donde a diario se informa de muertes y asesinatos, “no se ha podido salir de la violencia en Guerrero. Rocío, a quien hubiera querido haber conocido un poco más en su planes, pedía que se impulsara la educación, nos íbamos a reunir para repartir víveres por parte de Movimiento Ciudadano en la zona serrana”, dijo pues era su compañera en ese partido.
Felipe Flores, del Cecop, exigió que se esclarezca el asesinato de Rocío  Mesino, con quien dijo compartían muchos ideales, “la muerte de los luchadores sociales se encuentra en la impunidad, es una injusticia, debemos de luchar juntos; solos no se puede, les decimos que no están solos, la OCSS y la familia Mesino, los opositores a la presa La Parota estamos con ustedes, Rocío no murió, vive en nuestros corazones”.
Por último, Gonzalo Martínez de la CNTE condenó el asesinato, externando la solidaridad del magisterio democrático del país por su muerte, a su organización y familiares.
Declaró que Rocío entregó su vida por lo oprimidos del país, pues desde que participó en la fundación de la OCSS ésta fue una alternativa para un mejor modo de los pobres, “pero un peligro para los gobierno en turno, la única oportunidad para detener su avance es la represión, militarización y fabricación de delitos, torturados por el estado”.
Dijo que la muerte de Rocío Mesino se suma a la muerte de su hermano y varios militantes más, “su muerte es una gran pérdida para la OCSS, movimiento social y popular, su enseñanza perdura y es valuarte en el actuar, no tiene caso llorar por alguien cuya vida fue un ejemplo”.
Expuso que la muerte de la luchadora social fue un accidente histórico, que se recordará de acuerdo con su compromiso con la clase trabajadora y oprimidos del pueblo. La muerte es una circunstancia cuando se ha cumplido con la obra de la vida, mas allá de la entrañable relación amistosa y reconocimiento a su obra y forma de mirar el mundo. Para los familiares, sólo exigimos a Peña Nieto, Ángel Aguirre y Ediberto Tabares Cisneros que se agoten todas las líneas de investigación, hasta encontrar a los culpables y se les castigue. Rocío vive”.
Al término del acto, de más de dos horas, se ofició una misa en el zócalo, de cuerpo presente, por el párroco de la iglesia de Atoyac, Ricardo Pérez Medina, para después partir el contingente al panteón Lomas del Sur, donde fue sepultada la luchadora social.

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