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Desde el domingo que comenzó la lluvia, vecinos de La Ceiba abandonaron sus casas

*En el lugar se observó que las calles de ese fraccionamiento nuevamente están inundadas. El río se está desbordando de nuevo, dijeron trabajadores de CAPASEG que hacían monitoreo en la zona

Karina Contreras

El fraccionamiento de La Ceiba parece un pueblo fantasma pues los pocos habitantes que había abandonaron sus casas desde la tarde del domingo, cuando iniciaron las lluvias del huracán Raymond y, se pudo observar las calles nuevamente inundadas y llenas de lodo por varios centímetros.
Y es que el fraccionamiento La Ceiba fue uno de los más afectados con la tormenta tropical Manuel, pues las casas quedaron sumidas más de dos metros en el lodo, al igual que las calles. Hace dos semanas el Ejército terminó de retirar miles de toneladas de fango del lugar.
Trabajadores de CAPASEG que hacían monitoreo en la zona comentaron que era preocupante porque río nuevamente se estaba desbordando.
Y es que a orilla del fraccionamiento empezó a salirse el río de La Sabana y los canales de desagüe ya alcanzaban niveles peligrosos y se les veía con fuerza en la corriente.
Algunos jóvenes comentaron que se dedican a cuidar vacas en las huertas aledañas, pero se tuvieron que salir porque se dieron cuenta que el río estaba aumentando su nivel.
La calle que pasa al lado del fraccionamiento La Ceiba ya era un río que alcanzaba un metro de alto y empezaba a formar remolinos.
En un recorrido por el fraccionamiento se observó que no había ya ningún habitante, sólo un vigilante que comentó que a la gente no las desalojó ninguna autoridad, sino que fue sola cuando empezaron a sentir las primeras lluvias del huracán Raymond.
En la entrada principal se ve un montón de basura que ha arrastrado el río y que dejaba atorada en el lugar; las calles nuevamente están inundadas y las casas que sus dueños apenas limpiaron nuevamente corrían peligro pues el agua ya llegaba a las cocheras.
En esas viviendas todavía se ven los estragos que dejó la tormenta Manuel el pasado 15 de septiembre.
Afuera de las viviendas se ven todavía salas y colchones, también carros que quedaron enterrados en el lodo y, aunque los limpiaron, en los residuos de fango ya les crece monte.
El fraccionamiento luce como un pueblo fantasma, muchas de las casas están vacías pues sus dueños tiraron todos los muebles que se dañaron con la pasada inundación.
Al lado de este asentamiento se encuentran los fraccionamientos Miramar 1 y 2, pero debido a los niveles de agua del canal que pasa por ahí ya no se pudo ingresar. El guardia de seguridad comentó que ya no había comunicación debido a que la corriente que se formó era peligrosa.
En el sitio se observó maquinaria pesada que desazolvaba los canales y en el puente que conecta a esos fraccionamientos, debido a que el agua estaban subiendo rápidamente.

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