Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Ignoran comerciantes de Acapulco petición del gobernador y abren sus negocios

*En el centro y la periferia se observan locales laborando normalmente, aunque con poca clientela

Mariana Labastida / Salvador Serna / Argenis Salmeron

Tras el anuncio del gobernador Angel Aguirre Rivero pidiendo la suspensión de labores por causa del mal clima ocasionado por el huracán Raymond, empresarios y restauranteros acapulqueños de diversas cámaras locales hicieron caso omiso a dicho aviso y abrieron sus puertas al público.
Desde las 10 de la mañana, en la avenida Costera cientos de negocios operaron con normalidad como los restaurantes Vips, tiendas Oxxos, farmacias, casinos, centros comerciales, gasolinerías, mercados de artesanías y restaurantes de comida rápida.
En la zona Diamante, en el centro de la ciudad, en el bulevar Vicente Guerrero y en negocios de Ciudad Renacimiento y La Sabana también se observaron los negocios abiertos.
Los empresarios justificaron la apertura señalando que el huracán no tocó tierra, por lo que consideraron pertinente operar con normalidad.
A pesar del clima nublado y la escasez de turistas, los restauranteros de Caleta y Caletilla también abrieron sus establecimientos, al contrario, por orden de Capitanía de Puerto, de embarcaciones de recreo y pesca.
“Como sea, hemos abierto y estamos trabajando. Es verdad, la lluvia espanta a los turistas y a nuestros clientes locales, pero tenemos que mostrar fortaleza moral y mantener el ánimo en alto con todo y mal clima” dijo ayer el presidente de la Asociación de Restauranteros de playa Caletilla, José Castillo Vargas.
Mientras que el presidente de la Asociación de Restauranteros playa Bonfil Diamante, Sergio Mejía Vargas, declaró que “algunos socios no abrieron y otros sí abrimos. No hay turismo, pero los restaurantes son como las misceláneas tenemos que abrir y esperar a que lleguen nuestros clientes. Casi no hay nada de gente, el clima no ayuda, pero seguimos trabajando”.
Por su parte, el vicepresidente de la Canaco Acapulco, Alejandro Martínez Sydney dijo: “respetamos la recomendación del gobernador, pero en esta ocasión el huracán no tocó tierra y nuestros negocios gastronómicos están abiertos porque tenemos empleados y familias en espera del sustento. Hay pocos clientes pero eso es importante y valioso”.

Todo abierto en Zona Diamante

Tanto pequeños negocios como las grandes cadenas comerciales de la zona Diamante trabajaron a pesar de la recomendación del gobernador.
Los comercios ubicados en el bulevar de Las Naciones en la entrada a la unidad habitacional Luis Donaldo Colosio, se encontraban abiertos: bancos, cafeterías, tiendas de ropa, restaurantes, tiendas departamentales y de autoservicio abrieron sus puertas a los clientes como cualquier otro día.
También los pequeños comercios ubicados en la avenida principal de la entrada a la Colosio, lavanderías, papelerías, restaurantes, taquerías, tiendas de ropa, entre otros, trabajaron de manera normal. Aunque algunos en la calle principal de la unidad habitacional, así como camino a Rinconada que es una de las zonas afectadas con inundaciones ocasionadas por las lluvias permanecieron cerrados.
Los comercios que se encuentran a los costados del bulevar de Las Naciones trabajaron, al igual que la mayoría de los establecimientos que están en la carretera Cayaco-Puerto Marqués.

En el centro y la periferia tambien abrieron los negocios

En tanto en avenida Cuauhtémoc, el bulevar Vicente Guerrero, Ciudad Renacimiento y el poblado de La Sabana, los negocios también abrieron pero por la lluvia hubo poca clientela.
Los comerciantes coincidieron en que el gobernador “no les va a dar de comer” con dejar de trabajar.
Durante un recorrido por la avenida Cuauhtémoc, Ciudad Renacimiento y La Sabana se observó abiertos a los negocios, aunque con poca clientela.
En la avenida Cuauhtémoc, los negocios de lavanderías, zapaterías, papelerías y tiendas de conveniencia permanecían abiertas a pesar del anuncio del gobernador.
Ante la falta de clientela los trabajadores de diversos giros hacían quehaceres como limpiando vidrios, remodelación de muebles y hasta colocando anuncios de sus productos.
De acuerdo con los propietarios y trabajadores de comercios, lo dicho por el mandatario estatal es una medida “exagerada” porque no tiene los fundamentos para decirlo, ya que él “no va a mantener a nuestras familias”.
Mientras que los establecimientos de Ciudad Renacimiento estaban abiertos al público, pero por las condiciones climáticas carecían de clientela aunados a los encharcamientos  y los incontables baches que dejó la lluvia.
Asimismo los transeúntes tenían que hacer malabares para no caminar entre las sucias aguas que emanaban de los drenajes colapsados.
La señora encargada de una fonda, mencionó que el aviso que dio el gobernador no tiene sentido: “uno tiene que buscar el pan de cada día, él no va a darnos de comer como para dejar de trabajar”.
En tanto en el poblado de La Sabana algunos comercios ubicados en la avenida Lázaro Cárdenas permanecían abiertos y otros cerrados.
El propietario de una ferretería, manifestó que todo lo dicho por el gobernador Ángel Aguirre Rivero es una “capa de humo” para que pase desapercibido los daños que están dejando los fenómenos naturales: “él piensa que con ese anuncio va a convencer a los cientos de comerciantes que hay en Acapulco para que dejen de trabajar, trabajamos por necesidad no por gusto, a nosotros nadie nos dicen cómo trabajar para poder comer”.

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