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Piden artesanos indígenas en Tlapa que se les apoye y les enseñen a diversificar sus productos

Carmen González Benicio

Tlapa

Indígenas que participan en la Feria Artesanal 2013, con motivo de la erección de Tlapa en ciudad y su coincidencia con la fiesta religiosa del Señor del Nicho, pidieron apoyos para desarrollar su actividad y no sólo los inviten a vender sus productos, sino que les enseñen a diversificarlos de acuerdo con el mercado.
La feria se instaló el pasado fin de semana en el zócalo de la ciudad, donde llegaron artesanos que trabajan el barro, campesinos que recogen copal, tejedoras de huipiles, realizadores de cajitas de Olinalá y lacas de Temacalacatzingo; y productores de bebidas tradicionales de Tlahuanca.
La nahua Rogelia Pacheco de la Luz, quien realiza trabajo en barro y es de la comunidad de Zacualpan, de este municipio, dijo que esta actividad la hacen en la temporada de secas, que es cuando usan el sol para que las seque y la leña no está mojada.
Dijo que la elaboración de ollas, cazuelas, cantaros y figuras pequeñas de ornato sirve para completar el gasto diario, mientras no realizan actividades agrícolas y aunque éstas se venden con la gente de la región, que aún hace uso del barro, muchos les han dicho que quieren otras cosas y le hacen pedidos, con otros diseños que ella no sabe.
Agregó que por eso considera importante que les den cursos de cómo pueden realizar nuevas cosas, “apenas me pidieron unas macetas, pero quieren que les ponga adornos, que le haga hoyos, que las quieren medianas y yo digo que sí, a ver cómo me salen”, dijo.
Dijo también que espera que las ferias artesanales no sean cada año, porque ellos necesitan sacar lo que hacen y muchas veces no tienen dónde venderlos.
El indígena nahua Miguel Morales Gaspar, de 82 años, trajo consigo unas 20 bolsas de copal para vender, a 10 pesos, y sólo porque ya se acerca el Día de Muertos, por lo que aprovechó el espacio que les dieron en el zócalo, “sino luego nos quitan y no nos dejan vender aquí en el centro”, dijo.
Contó que para Zacualpan son tres horas y media de camino, y la camioneta de pasajeros cobra 35 pesos por el traslado, ahora pagó 70 pesos porque lo acompaña su nieto, él no puede caminar porque usa muletas, luego de que se cayera de su burro cuando iba a su parcela.
Morales Gaspar dijo que recoger el copal es muy tardado, ya que primero tienen que encontrar los árboles apropiados y luego alguien se tiene que subir para recoger la resina, que es muy poca.
Dijo que su actividad le sirve para ganarse algunos pesos y mantener a su familia, que lo que gane será para comprar comida, como huevos, chiles, aceite y velas para el Día de Muertos, que ya se acerca.
Ambos indígenas mencionaron que esta temporada la ven difícil, porque las lluvias tiraron sus milpas y se murieron sus gallinas y guajolotes; por lo que tendrán que hacer más gastos y necesitarán dinero, “antes si tenemos un pollo y no tenemos para comer, pues ni modo se mataba para la comida, pero ahora, ni maíz vamos a tener”, dijo Rogelia.
Las na savi que tejen huipiles mencionaron que necesitan el apoyo de hilos, y que les enseñen hacer otras que puedan vender, con más facilidad, económicas, y que su elaboración sea rápida, ya que para un huipil se tardan más de tres meses.

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