Jorge Camacho Peñaloza

Volver al futuro

*El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.
Marco Tulio Ciceron.

Bien hace Josefina Vázquez Mota al regresar a la actividad política impulsando el ideal o proyecto correcto, el ciudadano, a través de Panistas por México, que es una plataforma que apunta a colocar al centro de la política al ciudadano como actor primordial de la vida política del país, no pudo haber tenido un mejor regreso Josefina que volver mirando al futuro.
No tengo duda de que el mejor proyecto político lo tiene mi partido, Acción Nacional, y lo es porque es el único que reivindica una y otra vez al ciudadano como el actor por el que se mueve el régimen político, los poderes públicos, la esfera de gobierno, el Estado.
Ninguno de los otros partidos nacionales habla del ciudadano como el centro de la vida política, se hace referencia a los problemas nacionales desde una perspectiva mesiánica y clientelar, caudillezca y centralista, para los que las instituciones y la ley son un medio para el control del poder y no un fin de la vida y organización del país.
Proponer que la ciudadanía tenga más peso en la vida política es lo más futurista en cuanto a las propuestas políticas; México, la política necesita que los ciudadanos tomen el lugar que les corresponde como los verdaderos empleadores de los políticos, como el verdadero soberano y gran decisor del rumbo de la nación.
Sin una buena ciudadanía nunca tendremos buenos ciudadanos, mientras la mayoría de los mexicanos sigan viendo paternalistamente al gobierno y el gobierno siga viendo a los mexicanos menores de edad, no podremos salir adelante, México sólo podrá avanzar si hay más ciudadanía y menos gobierno.
Hay partidos que ven a los mexicanos como pueblo, personas, sociedad, beneficiarios de los programas de gobierno, damnificados, etc., pero no los ven como ciudadanos, como un actor político del que emana el poder político, es decir la voluntad soberana, por eso no puede avanzar México porque hemos tenido gobierno que no les conviene ver a los mexicanos como el actor político más importante, el que manda al recolector de mandados, el mandatario.
Por eso el volver de Josefina es un volver al futuro, y nada que ver con la película del actor Michael J. Fox y producida por Steven Spilberg, no, tiene que ver con el mantener en la vida política de la nación la luz que nos puede guiar al México ciudadano que ha sido truncado por revoluciones que han quedado en reparto del poder entre los integrantes del grupo triunfador que se han hecho del poder sin mediación de los ciudadanos.
El regreso de Josefina tiene que ver con volver a imprimir al PAN lo que lo llevó a la presidencia de la república, el hacer sentir al ciudadano que es quien manda a los políticos, que es quien tiene la última palabra, que es un personaje político titular originario del poder y no simple beneficiario de los programas de gobierno.
Es volver a poner en el futuro próximo al ciudadano, como el personaje a quien los gobernantes le deben rendir cuentas y frente al cual tienen que gobernar de manera transparente, eficiente y bajo el mando de la ley.
México no puede seguir funcionando con una ciudadanía débil, a medio uso de sus derechos y prerrogativas, requiere una ciudadanía que apuntale al gobierno en sus decisiones y acciones, para que deje de ir el gobierno por un lado y la ciudadanía por otro, para que deje de estar sólo administrando la pobreza y gobernando en beneficio de unos cuantos.
Esa es la apuesta de Josefina y Panistas por México, es la mejor apuesta, es la que debe persistir como una luz que no se apague, porque si no hubiera proyecto ciudadano entonces no habría futuro para México, así de simple. Bienvenida Josefina.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todas las  paisanas y paisanos que vamos entrándole al futuro, a entender por qué somos ciudadanos y ciudadanas, nuestro papel en la política, porque júrenlo que somos más que simples votantes cautivos y beneficiarios de programas de gobierno.