Carlos Pérez Aguirre

Nuevos shows, nuevas omisiones y nuevas tragedias

El gobernador Ángel Aguirre inició una nueva etapa en la entidad, tomando como plataforma las desgracias de la población, que fueron multiplicadas por la negligente falta de previsión y la luego insuficiente atención.
Inició este gobernante la etapa de instalación de escenarios teatrales y demagógicos en donde él se metía al lodo de Tixtla, solo para ser retratado en un montaje de supuesta visita de ayuda, y después salir de prisa, una vez concluido el show.
Después sus imágenes fingidas de altruismo asistencialista fueron difundidas en los medios generosamente. Aunque estas se basaban en burdos escenarios montados a modo, los dividendos políticos buscados de manera oportunista en la desgracia ajena, quisieron ser aprovechados por diversos actores. Los subsecuentes intentos de utilizarlos de extras cinematográficos, fueron detenidos por una legítima indignación de los pobladores.
Hoy que se sospecha continúe la tónica vil de usufructo y aprovechamiento con fines privados que amenaza un desvió de los recursos económicos que se deben canalizar para la atención de los damnificados, ha movido al gobierno federal a proponer un comité de vigilancia.
Pero todo ello deriva de la inconformidad, primero de la población, y ahora de la autoridad federal con un gobernante que estaba ausente y de fiesta mientras ocurría un grave desastre en la entidad, situación que se pretendió atribuir a la falta de información del centro, incluso en la Secretaría de Gobernación, versión que fue puntualmente desmentida.
Trasciende hoy la posibilidad de fincar responsabilidades por el negligente proceder, situación aún latente por cierto. Por ello ante el nuevo peligro, vimos ahora a un “Ángel prácticamente volando” de uno a otro medio advirtiendo a los presidentes municipales: “ya les avisé…”, decía. Sin embargo de nuevo se durmió, (como en el informe del presidente) y anuncio que concluía la alerta, ¿antes de tiempo? Habrá que investigarlo, lo cierto es que bajó el nivel de alerta y de nuevo se generaron afectaciones sin que la población estuviese prevenida. Un caso entre varios: Mochitlán donde ya se aplica, el Plan DN III.
La ciudadanía del estado ante tantos desatinos demanda una explicación; fiestas y largas ausencias en pleno cataclismo; lentitud o total inoperancia en el momento de prestar ayuda; montajes para boletines de prensa y spots; aparente preparación para enfrentar posibles afectaciones y abandono de alertas en los momentos críticos.
Adicionalmente buscar culpables para justificar el no reparto de ayuda en regiones como La Montaña, Tierra Caliente, las costas y la región Centro. Todo ello está haciendo reflexionar a los partidos, autoridades y ciudadanos, ¿valdrá la pena que continúe al frente de la entidad, un gobierno omiso y demagogo? Esta pregunta –según ha trascendido– la está valorando el titular del ejecutivo federal, el de Gobernación y un personaje de apellido Zambrano, seguramente la decisión que tomen será agradecida por el pueblo de Guerrero.
Titishando. Los asesinatos de líderes sociales, han sido en este gobierno una constante, ¿qué pasa, nos preguntamos? ¿se pretende desestabilizar a un gobierno? o ¿desde el gobierno se solapa a estos? hay un hostigamiento a los luchadores y ello deviene en atentados fatales, las investigaciones no avanzan y tenemos que llamar a ser sumamente suspicaces. Lo más sano es esclarecer e informar sobre las pesquisas, sin engañar, lo que no debemos permitir es que se siga asesinando impunemente. Por otra parte la inseguridad continúa ahora más aguda en Chilpancingo. ¿Qué hacen para evitarla las autoridades de los tres niveles? No lo sabemos.

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