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Durante René y los alcaldes Alarcón y Moreno se hicieron las villas que tienen en riesgo a maestros

La Sección 14 del SNTE pagó la renta a las familias reubicadas tras la tormenta Manuel, pero no se veía la reparación de sus viviendas afectadas

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El fraccionamiento, todo, se ve dosalado. A las 11 de la mañana del 17 de octubre no hay ni un alma en las calles y todas las casas permanecen cerradas. Sólo en la avenida periférica esquina con la calle Jean Piaget hay dos albañiles que trabajan en la reparación de la cuneta y en el reforzamiento del muro de contención.
Es el conjunto habitacional Villas el Parador y Villas del Magisterio, ubicados al sureste de la ciudad, dos de los asentamientos humanos que fueron dictaminados como zona de riesgo por el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) debido a los azolvamientos y deslizamientos de tierra, y recomendó evacuar edificios y casas.
El El Parador, desde la entrada de la unidad habitacional se da la bienvenida con una advertencia en una lona de aproximadamente metro y medio de largo por uno de ancho, dice: “Zona de alto riesgo, laderas inestables. Si usted observa en zonas de laderas grietas, inclinación de postes, pisos y muros, presencia de flujos de agua desde el subsuelo, movimientos y ruidos en el suelo, salga de inmediato de su vivienda y repórtelo al 066”.
Más adelante, en la caseta que se encuentra en la entrada del fraccionamiento tres policías municipales en una patrulla se encargan de la vigilancia.
En la medida que se adentra uno a la mancha de edificios, el recuerdo de la advertencia y la desolación en las calles provocan escalofrío al visitante.
Para el caso del fraccionamiento Villas del Magisterio, la Subdirección de Dinámica de Suelos y Procesos  Gravitacionales del Cenapred, dictaminó que: “este fraccionamiento se ubica en un terreno plano y los problemas que manifestó se debieron a la inundación y azolvamiento por el material arrastrado y depositado en la primera y última línea de viviendas por lo que no se trata de un problema de inestabilidad de laderas”.
En cuanto al fraccionamiento Villas el Parador, el dictamen expresa que: “se trata de un conjunto habitacional compuesto por 271 viviendas unifamiliares y 45 edificios de departamentos de cuatro niveles aproximadamente, en los cuales se observaron diversos grados de inestabilidad. De esto la zonas críticas se observaron en el tren de viviendas más alto del fraccionamiento, ya que existen zonas de acumulación de agua, desprendimientos de bloques en la parte alta y en el tercio medio (arriba de los edificios de departamentos), obstrucción de los sistemas de drenaje superficial (en casi todo el fraccionamiento), falta de mantenimiento, nacimientos de agua y agrietamientos en algunas zonas de la capa de concreto lanzado y en los apoyos de reacción de anclas”.
Y concluye: “se identificaron dos zonas críticas: la parte alta de la ladera y la zona de la palapa. En estos sitios se recomienda evacuar a las viviendas y departamentos inmediatamente contiguos en tanto continúen las lluvias y no se realicen las obras de mantenimiento y estabilización; así como los estudios geológicos, geotécnicos (sondeos y mecánica de suelos) y geofísicos necesarios para el aseguramiento de la zona”.
Ambos dictámenes fueron elaborados por Leobardo Domínguez y Aldo Castañeda, y emitidos el 22 de septiembre como consecuencia de los daños en los edificios por las lluvias de la tormenta tropical Manuel y el ciclón Íngrid, los días 14, 15 y 16 de septiembre.
El conjunto de edificios y casas que integran dos etapas, se encuentra en la parte alta del lado oriente de lo que se conoce como El Parador del Marqués, al sur de la capital, en donde hasta hace poco más de 10 años era una ladera empinada de tierra arcillosa y suelta, propiedad de los Catalán. Ajunto, al lado norte, está Lomas de Ocotepec, propiedad de los Leyva, ambas familias de raigambre en la capital.
Para la adquisición del predio y la construcción de las viviendas que serían exclusivamente para el magisterio, se constituyó un fideicomiso integrado por la Secretaría de Educación Guerrero (SEG), la sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y la Secretaría de Finanzas y Administración (Sefina).
En el caso de la primera etapa (Villas El Parador), la adquisición del predio y el inicio de la construcción de las casas fue en el sexenio del gobernador René Juárez Cisneros y del alcalde Saúl Alarcón Abarca, mientras que en la Sección 14 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) estaba como dirigente José Natividad Calixto Díaz.
A su vez, en la segunda etapa, el predio fue donado por el actual alcalde Mario Moreno Arcos.
Fuentes de la unidad habitacional revelaron que no existen antecedentes de que para la construcción de las viviendas se haya cumplido con los requisitos indispensables como estudios de mecánica de suelo, cambio de uso de suelo, estudio de impacto ambiental y licencia de construcción, trámites que debió realizar la empresa constructora GL.
Los beneficiarios de las casas fueron maestros que obtuvieron créditos del Plan de Previsión Social (PPS), y que participaron en una tómbola organizada por la Sección 14 del SNTE, aunque quienes resultaron beneficiados fueron sólo miembros de la llamada corriente institucional del SNTE y afines al entonces dirigente, José Natividad Calixto Díaz.
Uno de los maestros que pudo encontrarse en su vivienda el 17 de octubre, aseguró que a más de siete años de que se entregaron las primeras viviendas, actualmente todavía se desconoce si existen estos documentos, pues cuando menos en su caso no cuenta con la licencia de construcción que le debió haber gestionado la constructora ante las autoridades municipales, a pesar de que antes del año de que les entregaron las casas, comenzaron a verse agrietamientos en las construcciones, así como derrumbes en los cortes del cerro que se acondicionó para el desplante.
El profesor reconoció el error de los derechohabientes al no haber exigido de inmediato que se hiciera efectivo el seguro de las casas, puesto que este tiene una vigencia solamente de dos años, y ahora ya no pueden hacer nada.
Como lo informó El Sur, en su edición del 14 de octubre, fue el SNTE quien se hizo responsable, y evacuó las viviendas más afectadas, asimismo, pagó la renta a las familias.
En esta ocasión, tras la notificación de la Subsecretaría de Protección Civil y el Ayuntamiento para la evacuación de las viviendas, por las lluvias de la tormenta tropical Manuel y el ciclón Ingrid, las familias damnificadas fueron en diferentes partes de la ciudad y la dirigencia del SNTE se está encargando de la renta, según informó un vecino de la calle Jean Piaget, quien el 17 de octubre todavía cargaba sus pertenencias en una camioneta del servicio mixto.
“Nosotros nos cambiamos a una casa de la colonia La Cinca, y sí, tengo entendido que existe un convenio entre los dirigentes del sindicato con el propietario de la casa, esperamos que se cumpla”, dijo.
La calle Jean Piaget es una de las que se encuentran en la parte más alta del cerro donde se construyó el conjunto habitacional compuesto por Villas El Parador, por consecuencia las que sufrieron un mayor daño por el derrumbe que se vino del corte para la edificación de las casas. Debido a ello ninguno de los más de 30 edificios están habitados.
Y mientras las familias se encuentran nuevamente en una casa que no es la suya, aunque no estén pagando la renta con sus recursos, en Villas el Parador, cuando menos hasta el 17 de octubre, un mes después de la tormenta tropical Manuel y el ciclón Ingrid no se observó a trabajadores en la reparación de los daños.
En todo el conjunto habitacional de Villas del Magisterio solamente se observó a tres trabajadores cubriendo con chapopote o con cemento los agrietamientos de las calles, y construyendo cunetas para dar paso al agua que baja del cerro. Mientras que en Villas del Parador fueron encontrados cuatro más realizando labores para drenar el agua del cerro para evitar que siga el reblandecimiento de la zona.
Nada más, en el resto del fraccionamiento, el panorama es desolador.

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