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Cuestionan especialistas la inversión de recursos públicos en la próxima visita papal

Verónica Sánchez y Silvia Garduño / Agencia Reforma

Ciudad de México

La inversión de recursos públicos, tanto federales como estatales y municipales, en actividades relacionadas con la próxima visita del Papa Benedicto XVI a México es injustificable, pues su agenda tendrá un carácter abiertamente religioso, consideraron especialistas.
“Si bien será recibido como Jefe de Estado (del Vaticano), las actividades para las que él viene son claramente confesionales”, señaló en entrevista José Guadalupe Sánchez, investigador del Centro de Estudios Ecuménicos.
“Por supuesto que los gobiernos federal y estatal tienen que poner todo lo necesario para el recibimiento. Sin embargo, las actividades posteriores corresponden a la Iglesia católica y entonces el Estado no tendría por qué apoyar”.
Además de que resulta particularmente injustificable en las actuales condiciones económicas, advirtió, el gasto público destinado a la visita del Papa resulta discriminatorio respecto a otras denominaciones religiosas.
El gobernador de Guanajuato, el panista Juan Manuel Oliva, informó el domingo pasado que autoridades estatales y federales trabajan en conjunto para definir los recursos públicos que cada parte invertirá en la gira pastoral que realizará Benedicto XVI del 23 al 26 de marzo.
Para Ignacio Cuevas, integrante del Observatorio Eclesial, la inversión sólo podría justificarse para brindar protección a la población que acudirá a los lugares donde se presentará la autoridad católica.
“Ahí podría tener sentido, pero en términos generales es algo que la Iglesia debería financiar. Si algunos católicos, empresarios y demás quieren dar su dinero para eso, está bien, están en su derecho, pero habría que ver que no se use dinero público para financiar la visita”, apuntó el académico de la Universidad Iberoamericana.
Los especialistas coincidieron en que la visita del Papa a México en pleno proceso electoral puede incidir en las preferencias políticas, por lo que su gira en México debió haber sido programada después de los comicios.
Gabriela Juárez, coordinadora del Observatorio Eclesial, consideró que el Papa podría beneficiar sobre todo al PAN si se pronuncia sobre los temas controversiales como el aborto y los matrimonios homosexuales, pues dicho partido comparte la postura de la Iglesia católica.
Estimó, sin embargo, que todos los partidos querrán aprovechar la visita para obtener algún beneficio político.
“Ojalá no sepan vincular esto a lo electoral, pero yo creo que la tentación es muy grande y no creo que la resistan. Se van a montar a la visita del Papa para ver qué pueden atraer”, pronosticó.
Por su parte, Sánchez indicó que posiblemente el Presidente Felipe Calderón, quien recibirá oficialmente a Benedicto XVI en el Aeropuerto de León y sostendrá un encuentro con él en el segundo día de su estancia en México, también sacará ventaja del acontecimiento.
“Tememos que esta visita pueda ser aprovechada para precisamente salvar o elevar la figura pública del actual gobierno, que claramente se ha encontrado muy deteriorada por las circunstancias que tienen que ver con la situación de violencia e inseguridad que hay en nuestro país”, comentó.

Pide Muñoz Ledo no aprovechar la visita con fines electorales

Por su parte Porfirio Muñoz Ledo, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados, hizo un llamado a todas las fuerzas políticas y al gobierno federal para no aprovechar con fines electorales la próxima visita a México del Papa Benedicto XVI.
“Hay dos cosas que no se deben olvidar bajo ninguna circunstancia: una, que somos, aunque sea en el texto de la ley, un Estado laico, y segundo, que estamos en período electoral. Que no se convierta la visita del Papa en una visita electorera”, indicó en entrevista.
“Ya bastante ha sido el exceso de (Felipe) Calderón de comulgar públicamente”, advirtió.
El diputado del PT recordó que la reciente reforma al articulo 24 de la Constitución para establecer el derecho a la libertad de religión ­aprobada en la Cámara baja y pendiente de discusión en el Senado y los congresos estatales­ establece claramente la prohibición de utilizar los actos públicos de expresión de esa libertad con fines de proselitismo partidario o de propaganda política.
“Yo esperaría un comportamiento correcto de las autoridades eclesiásticas mexicanas para que no hubiera el más mínimo aprovechamiento abusivo de la presencia del Jefe de Estado vaticano”, apuntó.
“Manifestaciones populares son normales en un pueblo de las creencias mexicanas. Yo pido prudencia y autocontención a las autoridades eclesiásticas para no convertir la visita en actos de culto público, que todavía no tienen (autorización). Esta reforma constitucional no se ha aprobado todavía, que no adelanten vísperas”, remarcó.
Por su parte, la diputada panista Valentina Augusta Díaz de Rivera descartó que la reforma constitucional y la visita del Papa pueda aprovecharse con fines electorales.
“Desde luego que el Papa a eso no se presta, no viene a eso. A lo mejor ni siquiera está enterado de que es año electoral”, comentó.
“Son malas intenciones de las izquierdas estar diciendo que ésa fue la intención. La intención (de la reforma) fue exactamente la contraria: ampliar las libertades para las asociaciones y manifestaciones de las ideas religiosas de cualquier tipo, manifestaciones públicas, que antes pues no estaban permitidas y que de hecho se dan”.

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