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Tomás Tenorio Galindo

OTRO PAÍS

*Otra jugada falsa de Ríos Piter

La naturaleza del voto que el senador Armando Ríos Piter cedió al PRI para que este partido consiguiera en comisiones la aprobación de la reforma hacendaria debe buscarse más allá de los compromisos que, según declaraciones del mismo Ríos Piter, obtuvo de ello supuestamente en beneficio de Guerrero.
Hace quince días hicimos notar que en la ficha biográfica que hizo colocar en Wikipedia, este senador del PRD se ufana de haber obtenido para el estado una inversión de 18 mil millones de pesos durante los tres años de su gestión como diputado federal entre 2009 y 2012, una suma estratosférica falsa, de la que no existen rastros. Y a propósito de una petición que formuló en septiembre en el Senado para que en el presupuesto federal de 2014 se incluyan 50 mil millones de pesos para la reconstrucción de los estados que padecieron las lluvias de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid, anticipamos que por ese solo hecho Ríos Piter terminaría atribuyéndose el mérito de los fondos que ya empezaban a programarse, sin su intervención. Pues así fue.
Peor todavía, porque si se cree en sus declaraciones, otra vez él solo con su inabarcable generosidad habría conseguido del gobierno federal no sólo los fondos para reconstruir todo aquello que fue destruido por los aguaceros en el estado, sino llevar las cosas bastante más allá para “implementar un amplio plan para el desarrollo del estado de Guerrero”, algo que suponemos a nadie se le había ocurrido. “El compromiso es hacer los expedientes, identificar la viabilidad para construir los proyectos ejecutivos y para tener un parque de proyectos ejecutivos que permita, por parte del gobierno federal, la banca de desarrollo y distintos instrumentos de la banca federal, como inversiones de distinto tipo entre los órdenes de gobierno e incluso iniciativa privada para garantizar que esta infraestructura esté en el estado de Guerrero”, explicó en una nota publicada ayer aquí. Incluso describió algunas de las obras incluidas en ese “amplio plan”, como la ampliación y modernización del puerto Lázaro Cárdenas y Puerto Balsas en La Unión, la modernización de la infraestructura urbana de Acapulco y la ampliación de la carretera que va de Lázaro Cárdenas hasta Puerto Chiapas, en la frontera con Guatemala. Habló nuevamente de segundos pisos en la Autopista del Sol, alta tecnología en el riego del campo y más presas. A mayor abundamiento –precavido como es–, el mismo martes 29 en que se dio su voto a favor de la reforma hacendaria de Peña Nieto y del PRI, Ríos Piter mandó publicar en este diario un desplegado con la descripción de ese “plan” para Guerrero, con un mapa que contiene sus propuestas para el desarrollo del estado y que –dice él– habrían sido ya aceptadas por el gobierno federal. Mientras todos los demás estaban dormidos, él se puso a trabajar. Todo eso a cambio de su voto por el PRI.
Las crónicas de la jornada legislativa presentan a Ríos Piter como un senador más del PRI, pues de los perredistas que pertenecen a la Comisión de Hacienda fue el único que avaló disposiciones que los demás legisladores del PRD consideraron lesivas para la población, como el incremento del IVA a 16 por ciento en las zonas fronterizas. De hecho, fue el voto de Ríos Piter el que permitió al PRI salir vencedor en la disputa partidista que se dio en esa comisión y con un dictamen en sus términos.
Si Ríos Piter no vendió su voto al PRI, como declaró para responder a las acusaciones surgidas de inmediato entre senadores de la fracción del PRD,  entonces lo regaló. Pero como Ríos Piter es dado a fabular y sobredimensionar sus habilidades, debe tomarse con todas las reservas su afirmación de que su voto atrajo todas esas carreteras a Guerrero. El castillo de naipes que armó podría caerse en la Cámara de Diputados, donde hasta los diputados del PRD recibieron con sorpresa y rechazo su jugada personal.
En primer lugar porque la aprobación del presupuesto federal es una facultad exclusiva de la Cámara de Diputados, y en segundo lugar porque fue ostensible que Ríos Piter trabajó no para el desarrollo de su estado, sino para él. El diputado Carol Antonio Altamirano, del PRD y secretario de la Comisión de Presupuesto de la Cámara, advirtió el martes pasado, después de las componendas de Ríos Piter, que al revisar la minuta de Ley Federal de Presupuesto enviada por la Cámara de Senadores (que no es el presupuesto), “encontró que el Senado incluyó un artículo 9 transitorio para etiquetar obras de infraestructura portuaria, carretera e hidroeléctrica para Guerrero, con el propósito de recuperar la dañada por las lluvias en esa entidad”. Y adelantó que “cuando se discuta la minuta en el pleno se propondrá el retiro de dicho artículo transitorio, y que en todo caso se incluya en el decreto de Presupuesto de Egresos de la Federación”. Explicó que “no estamos en contra de que se destinen recursos a las comunidades afectadas en Guerrero, sino que una vez más desde el Senado, por intereses políticos particulares, se quiere pasar por encima de las atribuciones exclusivas de la Cámara de Diputados”. (La Jornada, 30 de octubre de 2013).
No es la primera vez que, en su afán de ser candidato a gobernador, Ríos Piter toma atajos que le resultan contraproducentes y exhiben su megalomanía. Porque en efecto, eso es lo que está detrás del servilismo que mostró hacia el PRI y la explicación de su voto. Así es él. Ahora dirá, ya lo hace, que gracias a él será reconstruido Guerrero. Y en su fuero interior debe abrigar la pretensión de ser candidato del PRI, no del PRD. También es así.

Un plan para apantallar

Por otra parte, en el “amplio plan” de Ríos Piter, denominado con humildad “Un nuevo destino para Guerrero”, no existen ni personas ni ciudadanos, pobres o marginados. Carece de sentido social. Parece más un plan de negocios cuyo objeto es derramar dinero hacia las empresas constructoras. Se trata de toda una definición de clase, con la aspiración de ser identificado como el precandidato de los ricos. Sin ánimo de desacreditar.

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