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Mantiene Iguala la tradición de Día de Muertos con la representación de las tumbas

En ellas muestran las actividades que realizaban en vida los difuntos, así como los pormenores de cómo llegaron a su fin

Eduardo Albarrán Orozco

Iguala

Una de las tradiciones del municipio de Iguala durante los días de muertos o de los fieles difuntos, además de las ofrendas, son las llamadas tumbas.
Éstas son una representación de la forma en que falleció una o varias personas en accidentes, terremotos o, como sucedió en varias partes del estado recientemente, por un huracán. También son una representación de las actividades que hacía en vida el difunto. Se utilizan objetos personales y se hace la tumba en un espacio de la casa en la que puedan visitarla familiares y amigos. Estas tumbas se realizan en las casas durante los días de muertos.
De esta tradición, que se sabe sólo se realiza en Iguala, en las últimas décadas se han organizado concursos de ofrendas y de tumbas, mismas que se instalan en el Zócalo de la ciudad y los premios son patrocinados por el gobierno municipal. También hay escuelas de enseñanza media superior y superior que, por su cuenta, organizan este tipo de muestras o concursos internos y son presentados en la explanada municipal o en el Zócalo de la ciudad.
Así, el último fin de semana de octubre, viernes, sábado y domingo, el concurso lo organiza el Ayuntamiento. Los demás concursos se llevan a cabo después del fin de semana, pero antes del 1 de noviembre.
Paralelamente se pueden ver los negocios adornados con motivos del día de Hallowen y, en algunos casos, con ofrendas pequeñas o una mezcla de los elementos de ambas costumbres o tradiciones.
Por la noche del 31 se ven en las calles grupos de niños y jóvenes disfrazados de brujas, vampiros, montruos y hasta de superhéroes, que piden casa por casa la llamada “calaverita”, lo que representaría el “truco o trato” de la tradición celta. ?Y entonan una canción que inicia con “La calavera tiene hambre. Dele un pedazo de pan. No se lo acabe todo. Déjenos la mitad. Verdad que sí, sí. Verdad que no, no.” Le gente les da dulces, pan y dinero.
El día 1 la gente que tiene niños difuntos va al panteón. Arregla la tumba y rezan. El día 2, los panteones se llenan no sólo de familiares de los difuntos adultos. También están presentes los músicos, mariachis, tríos norteños, rondallas y solistas que ofrecen sus servicios para cantar las canciones que le gustaban en vida al o la difunta.
También están los vendedores de comida, refrescos, cervezas, cigarros, y algunas otras golosinas. Sin que falten los vendedores de flores de cempazuchil.

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