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Reclama la viuda del policía asesinado durante un asalto la ayuda del gobierno del estado

En conferencia de prensa, Claudia Nava asegura que se encuentra en la incertidumbre sobre su futuro y el de sus siete hijos, pues desconoce si le pagarán el seguro de vida, si va a seguir recibiendo el salario de su esposo y las prestaciones que éste tenía

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La viuda del policía Francisco Guadarrama Soto, quien fue asesinado la noche del martes, cuando pretendió impedir un asalto a los pasajeros del camión en que viajaba, Claudia Nava Martínez, reclamó este jueves la ayuda del gobierno del estado.
En conferencia de prensa, acompañada por uno de sus hermanos, dijo que se encontraba en la incertidumbre con respecto a lo que pasará con ella y sus siete hijos, pues desconocía si le pagarán el seguro de vida, si va a seguir recibiendo el salario de su esposo y las prestaciones que éste tenía.
Aseguró que el gobierno estatal solamente le ayudó en los trámites y el traslado del cuerpo, así como el costo de la caja y el pago del terreno; pero que los gastos del sepelio corrieron a cargo de ella y de familiares, amigos y vecinos que le ayudaron.
“Mi esposo murió en cumplimiento de su deber, él siempre fue intachable en su trabajo, siempre cumplió con sus superiores y con la sociedad. Incluso en sus periodos de vacaciones y sus días de descanso, si sus jefes lo requerían, o si veía que algún o algunos ciudadanos estaban en riesgo por la inseguridad”, siempre acudía en su auxilio, aseguró Claudia Nava.
Explicó que por eso fue que perdió la vida la noche del martes pasado. Ese día regresaba de Fresnos de Puerto Rico, municipio de Ajuchitlán del Progreso, en donde estaba destacamentado, porque el 29 de octubre tenía que presentarse al Instituto de Formación y Capacitación Policial (Infocap), para participar en un curso de capacitación, “eso fue lo que me dijo, cuando hablé con él por teléfono ese mediodía”.
Añadió que sabe que su esposo tomó el camión para Chilpancingo a las 9 de la noche, en Tecpan de Galeana, pero que cerca de Coyuca de Benítez un grupo de hombres armados secuestró el autobús; y obligaron al conductor a que se metiera por una brecha, en donde comenzaron asaltar a los pasajeros. Fue entonces que el policía Guadarrama Soto pretendió impedir el asalto, forcejeó con uno de los asaltantes y otro de los delincuentes le disparó, acertando uno de los disparos en la cabeza. En el incidente un civil y un militar, quien también venía en su día de asueto, resultaron heridos.
“Así siempre fue él, no le importaba arriesgar su vida por los demás, aún cuando estaba de franco”, dijo la mujer entre sollozos. Después agregó que su esposo siempre le decía que sabía que en cualquier momento tendría que morir, pero que esperaba que sus superiores tomaran en cuenta su esfuerzo, para que cuando él ya no estuviera no dejaran desamparada a su familia.
Sin embargo, denunció que ahora no sabe qué hacer, pues nadie del gobierno del estado le ha informado si va a recibir algún tipo de ayuda. Comentó que la tarde del miércoles, al final del homenaje póstumo a su esposo, se acercaron dos funcionarios; uno de apellido Zámano, de la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil (SSPPC), y otro que no le dió su nombre, pero que le dijo que iba de la Secretaría de Finanzas y Administración del gobierno del estado, pero que solamente le dijeron que esperara hasta el lunes para que le dieran información, porque este jueves y viernes son días de asueto.
“Por eso es que requiero el asesoramiento, no sé a qué instancias dirigirme y no sé cómo llevar a cabo todos estos trámites”, manifestó Claudia Nava Martínez.
La mujer informó que el policía Francisco Guadarrama dejó en la orfandad a siete hijos, el menor de 4 años y el mayor de 19. Además, cinco de ellos todavía estudian y aseguró que su esposo era el único sostén de la familia.
Francisco Guadarrama Soto tenía 40 años, era originario de la comunidad de Romita, municipio de Ixcateopan, pero llevaba radicando muchos años en esta capital, en la colonia Rosario Ibarra de Piedra, ubicada al poniente de la ciudad.

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