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Gana Gabriela Torres el décimo Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez

Alejandro Alvarado / Agencia Reforma

Guadalajara

Por ser un trabajo con estilo propio, sostenido en la contundencia de la prosa y la construcción de atmósferas, el libro de cuentos Prisioneros de la escritora tapatía Gabriela Torres, ganó el décimo Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez.
“Es muy importante, es un aliciente, más que otra cosa un premio eso es, y sobre todo yo, que soy escritora independiente, escribo poco y publico menos, ya sabrás que un premio viene a revitalizar, refrescar un poco el ánimo del escritor”, expresó la ganadora.
Según el acta del jurado, conformado por Felipe Garrido, Dante Medina y Bernardo Esquinca, los 14 relatos del libro consiguen, a un mismo tiempo, interesar y desubicar al lector; sus páginas está recorridas por una violencia latente que no se resuelve de manera explícita, sino que deja espacio para que el lector sea quien complete las tramas con sus propios miedos.
“Aunque muestra un extenso abanico de historias y personajes, el libro mantiene una coherencia en sus recursos narrativos y temáticos: la comparación entre animales y personas, una sexualidad que se mueve entre lo incómodo y lo placentero, y un trastocamiento de la cotidianidad en símbolos de la inevitable barbarie humana”, se lee en el acta.
Torres (Guadalajara, 1965) se confiesa enamorada del cuento. Ha publicado Demonios del cotidiano con la editorial La Zonámbula y Cáscaras de naranja, con el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes, y a la par, imparte un taller de este género en la Casa Taller José Clemente Orozco.
Hace “veintitantos” años empezó a escribir, pero para “sobrevivir” suelta la pluma con Redacta México, una empresa dedicada a la corrección, reparación y fabricación de todo tipo de texto, tanto literario, académico, administrativo, campañas publicitarias y eslogan.
“(Para escribir) me gusta mucho el desamparo que dan algunas sensaciones como es la soledad, el aislamiento, y cómo también puede ocurrir con sensaciones que no se pueden definir, creo que no todas se pueden definir, hay algunas que se pueden dibujar, pero otras no”, dijo la premiada.
“Lo puedes ver en Prisioneros, es una especie de cárcel impuesta por el mismo personaje, es él quien decide, toma una decisión en la vida y de pronto se encuentra inmerso en un hoyo oscuro y a veces le da una luminosidad venida de no sé donde”.
El Premio consiste en 100 mil pesos.

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