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Llevan 50 días incomunicados cinco pueblos de Mochitlán y Quechultenango; no se han reparado los puentes

*A pocos minutos de la capital, unas 20 mil personas son afectadas por el aislamiento que dejó la tormenta Manuel, y las siembras de maíz, cacahuate, jitomate y calabaza fueron arasadas por las corrientes. El gobierno no ha contestado las peticiones de ayuda, se quejan

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

A 50  días de la tormenta tropical Manuel, habitantes de San Miguel, Cuatomatitlán, Lagunillas y El Salado, municipio de Mochitlán y San Martín, municipio de Quechultenango, señalaron que sus pueblos siguen incomunicados, debido a que a los puentes que unen esas localidades se los llevó el agua y no han sido reconstruidos.
Los habitantes de los cinco poblados, localizados normalmente a pocos minutos de la capital, tienen que cruzar las barrancas en hamacas o puentes colgantes, pero el paso sigue bloqueado para los vehículos. Los afectados han enviado oficios a los gobiernos municipal, estatal y federal para que les ayuden en la reconstrucción de los puentes pero no han recibido respuesta.
En el caso de San Miguel, Cuatomatitlán y San Martín, se encuentran ubicados a orillas de la carretera Petaquillas-Colotlipa, y para llegar de esta carretera a los pueblos se tiene que cruzar en puentes vehiculares una barranca, pero después de la tormenta Manuel lo hacen en simples hamacas.
En estos tres pueblos, en los que habitan unas 20 mil personas, el agua no solamente se llevó los puentes, sino que también arrasó sus cultivos de maíz, cacahuate, jitomate y calabaza.
La señora Teresa Ramírez, ex comisaria municipal de San Miguel, dijo que a 50 días de la tragedia, nadie de las autoridades de los tres órdenes de gobierno ha acudido para realizar una evaluación de los daños que sufrieron.
Recordó que el puente que comunica a este pueblo fue construido hace 40 años y que a lo largo de este tiempo?había resistido decenas de crecidas del río que es una prolongación de lo que es en Chilpancingo el Huacapa, pero dijo que ya no resistió la corriente del agua que arrojó la tormenta tropical Manuel.
Explicó que la mañana del domingo 15 de septiembre, después de dos días de lluvias,?el puente se vino abajo, por lo que la gente que llegó de Chilpancingo se quedó cuatro días?al otro lado del puente roto y pudieron pasar a la comunidad hasta que se construyó de manera artesanal una hamaca.
Manifestó que desde entonces sólo una vez fue un helicóptero del Ejército a entregarles despensas, “y después un grupo de ciudadanos llegaron caminando por el monte y también nos trajeron ayuda”, pero aseguró que es lo único que han recibido.
Dijo que la mayoría de la gente de San Miguel está triste porque perdieron sus cosechas de maíz, frijol, cacahuate y calabaza y no han sido considerados para que sean indemnizados.
“¿Cuántas hectáreas se perdieron?, no lo sé, pero por aquí todos perdieron aunque sea una parte de sus cultivos, unos más otros menos, otros hasta pedazos de sus tierras se las llevó el río”, explicó doña Teresa, quien se cuenta entre esos damnificados.
“Ese cachito de tierra me costó algo de dinero, pero más que el dinero lo que siento es que cada año lo sembrábamos de maíz, pero ahora todo se fue, no tengo nada”, dice desconsolada la mujer.
Igual que San Miguel, se encuentran sus vecinos de Cuatomatitlán y San Martín, el segundo de Quechultenango, donde también el agua se llevó sus puentes que atraviesan el mismo río y arrasó gran parte de sus cultivos.
José Luis Escobar Valdez, comerciante de la comunidad de Coatomatitlán, informó que sabe que el Ayuntamiento de Mochitlán prometió que el puente lo va a construir en el 2014, eso nos dijeron hace unos días, pero la verdad, nosotros dudamos que lo hagan”, manifestó.
Incluso declaró que en esas tres comunidades fue la gente y no las autoridades las que restablecieron la comunicación, “nosotros colocamos este puente colgante y además en la carretera que conduce al pueblo de Monte Alegre, retiramos muchas toneladas de tierra que se deslavó de un cerro y de esa manera la gente pudo pasar aunque sea caminando”, explicó.
Mientras tanto, las comunidades de Lagunillas y El Salado, se encuentran al sur de la cabecera municipal de Mochitlán y su carretera parte de la población de Mazatlán.
Tras las lluvias de la tormenta tropical Manuel, el agua de la barranca Ahuetzingo se llevó el puente y desde entonces los dos poblados de aproximadamente mil habitantes quedaron incomunicados e igual que San Miguel, Cuatomatitlán y San Martín construyeron una hamaca para poder cruzar el cauce.
Eugenio Ramírez, habitante de Lagunillas, informó que dos semanas después de la tormenta tropical Manuel, los pobladores de las dos localidades se organizaron y construyeron un puente vehicular, sin embargo con las lluvias del huracán Raymond el paso se volvió a caer y actualmente siguen cruzando a través de la hamaca.
“Hasta aquí (en la barranca de Ahuetzingo)  llega el transporte y para adelante si hay tomamos otros vehículo y si no llegamos caminando”, dijo.
Y luego agregó que en este caso han enviado oficios al Ayuntamiento, al gobierno del estado y al gobierno federal para que les construyan la obra, “pero n si quiera nos han contestado”, dijo.

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